Venezolanos reflexionan para elegir al sucesor de Chávez

Luego de diez días de intensa campaña electoral, ayer Venezuela culminó la etapa proselitista de sus dos principales candidatos, el heredero del fallecido Hugo Chávez, el oficialista y actual presidente encargado del país, Nicolás Maduro, y el opositor Henrique Capriles, quienes realizaron multitudinarios actos para buscar el apoyo de los electores el próximo domingo.

Lejos de relajar las pasiones, el fallecimiento del polémico líder el pasado 5 de marzo tras una dramática batalla contra el cáncer, avivó los rencores entre los que defienden sus casi tres lustros de “revolución” al servicio de los pobres y los que creen que se trató de un gobierno de corruptos que dilapidó la enorme riqueza petrolera del país.

ROJO. Ayer miles de militantes socialistas alfombraron las calles de Caracas de rojo esperando al nuevo líder de la “revolución bolivariana” para repetir la hazaña que logró Chávez al desbordar las siete principales arterias capitalinas en el cierre de su última campaña electoral.

“¡Aquí estoy! ¡Soy el hijo de Chávez! Soy un hijo obrero de la patria, aquí estoy listo para ser presidente”, clamó Maduro con la voz ronca en una zona petrolera del país antes de partir hacia la capital.

Autoproclamado como el primer apóstol del chavismo sin Chávez, Maduro invocó sin descanso al “Comandante Supremo” para mantener unidas las filas oficialistas mientras blandía el mismo “Programa de la Patria” que firmó de puño y letra su mentor el año pasado para hacer irreversible el socialismo en Venezuela.

ANTIGOBIERNO. Por su parte, otros cientos de miles de simpatizantes de la oposición inundaron la avenida más grande del país, en la ciudad central de Barquisimeto, para apoyar a Capriles.

“Yo no voy a eliminar nada que sea bueno para nuestro pueblo, lo que sí voy a eliminar es la corrupción de este grupito de enchufados”, aseveró en su cierre de campaña en el rural estado Apure.

Los sondeos otorgan a Maduro una amplia ventaja de hasta 17 puntos para tomar la estafeta del mandato que ganó Chávez hace seis meses para gobernar hasta el 2019, mientras Capriles confía en un milagro para dar la sorpresa en las urnas.

La Crónica, 12 de abril.