Venezolanos entran en periodo de reflexión

BUENOS AIRES.— Nicolás Maduro y Henrique Capriles, candidatos a la presidencia venezolana, pusieron ayer todo su esfuerzo en sus cierres de campaña, en un último intento por sacar ventaja para las elecciones del domingo. La fecha coincidió con el undécimo aniversario del frustrado golpe de Estado contra Hugo Chávez, en el que “el pueblo evitó que se asesinara a nuestro comandante”, según dijo Maduro, mandatario encargado.

Maduro y Capriles presidieron dos actos multitudinarios.

El primero lo hizo en la plaza Bolívar de Caracas, bastión del chavismo en cada “batalla electoral”, y el líder opositor en Barquisimeto, en donde se animó a decretar “que a partir del lunes habrá una nueva Venezuela”.

“No estoy aquí aspirando a un cargo, sino para convertirme en el motor que busque las soluciones a las necesidades de nuestro pueblo”, dijo Capriles, al tiempo que dirigió mensajes a “los privados de libertad y a las madres que recuerdan hoy a sus hijos caídos fruto de la violencia. Aquí estoy para abrazarlos y decirles: vamos hacia delante”.

En Barquisimeto, con la advertencia de que Maduro “deberá entregarme el próximo 19 de abril una banda presidencial que no es de él”, Capriles, subrayó que a partir de ese día los venezolanos “conocerán lo que es vivir en un país progresista”.

En tanto, “la marea roja” de miles de chavistas ocupó de cabo a rabo las siete principales avenidas de Caracas desde pasado el mediodía. Maduro recorrió la marcha por más de cuatro horas a bordo de un camión. Al llegar a la tarima principal, presentó a sus acompañantes estelares, entre los que se encontraba el ex astro del futbol argentino Diego Maradona, ataviado con una camisa “roja rojita”, con el número 10 y su nombre.

“Hemos llegado al final del camino sin él físicamente. Yo he salido a hablar con el pueblo en San Cristóbal, en Barcelona, en Maracaibo, en Petare. He salido a decir la verdad. Yo no estoy aquí parado porque soy un ambicioso de poder”, dijo Maduro luego de presentar al hijo del vicepresidente y ex yerno del fallecido Hugo Chávez, Jorge Arreaza, “el gallito”, de quien dijo “llegará el día en que será el presidente de la revolución”.

“Chávez no murió, se multiplicó”, era el cántico preferido de la multitud chavista. Maduro recordó el fallido golpe del 11 de abril de 2002 “como una masacre contra el pueblo planificada por la burguesía”, y añadió que “10 millones de pajaritos y pajaritas saldremos a volar libres el 14 de abril”, expresó el presidente.

Entrada la noche, en la avenida Bolívar, sobre la pantalla gigante detrás de Maduro se repitió el último mensaje en vida de Chávez, dando la orden de que “Maduro sea el presidente”. Anoche mismo, Maduro informó de la detención de “varios paramiliares colombianos” con uniforme de Venezuela que habrían llegado para matarlo. Tenían explosivos y armas, dijo.

A partir de hoy, Venezuela entra en la ley seca y en jornadas de reflexión para decidir si el chavismo sin Chávez tiene hilo en el carretel o si llegó, de una vez, la hora del cambio.

José Vales corrseponsal, El Universal, 12 de abril.