CARACAS (Agencias).— La tensión iba ayer en aumento en Venezuela. Ante las acusaciones del presidente electo Nicolás Maduro de que es responsable de las muertes registradas durante las protestas del lunes, ayer Henrique Capriles dijo temer por su seguridad.
El líder opositor denunció que la residencia oficial de la gobernación del estado de Miranda, que él encabeza, fue asediada el martes por la noche. “¡Cualquier cosa que me pase en la residencia oficial en Los Teques hago responsable a Nicolás Maduro!”, escribió Capriles en Twitter.
El dirigente opositor Leopoldo López denunció que el gobierno ha emitido órdenes de captura para él y Capriles. Aunque el oficialismo no hizo comentarios sobre la denuncia, Maduro ha repetido que Capriles tendrá que responder ante la justicia por los actos vandálicos de sus seguidores, en los que según el gobierno murieron ocho personas y dirigentes socialistas fueron acosados.
Maduro dijo que los ocho muertos en los actos de violencia del lunes con “héroes” y “mártires”, y que darán con los “fascistas” culpables para castigarlos.
En tanto, el equipo de campaña de Capriles presentó ayer la solicitud ante el Consejo Nacional Electoral (CNE) para el conteo voto a voto de los resultados de los comicios del domingo. Sin embargo, la presidenta del Tribunal Supremo de Justicia, Luisa Estela Morales, aseguró que: “En Venezuela, el sistema (de votación) es absolutamente sistematizado, de manera que el conteo manual no existe”.
Aunque Morales no precisó si eso significa que la petición de Capriles no procederá, su pronunciamiento pareció cerrar la posibilidad de que se haga un conteo voto por voto de las elecciones del domingo.
John Kerry, secretario de Estado de EU, dijo que Washington no ha decidido si reconocerá a Maduro como presidente electo y que todo dependerá de la resolución de la disputa sobre el recuento de votos. En respuesta, Maduro dijo: “¡No reconozcan nada, no nos importa su reconocimiento, nosotros hemos decidido ser libres!”. Reclamó además a EU por su “obscena” injerencia.
Ayer mismo, EU pidió a los venezolanos abstenerse de acciones violentas y exhortó al gobierno a “respetar los derechos de los ciudadanos a reunirse de manera pacífica y a la libertad de expresión”. En el mismo sentido, Human Rights Watch destacó que el gobierno no debería limitar el derecho de sus ciudadanos a expresarse libremente y a reunirse de manera pacífica.
El Universal, 18 de abril.
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