Chocan en Venezuela maquinarias de votos

CARACAS.- Las maquinarias del Gobierno y la Oposición afinan los últimos detalles para garantizar la mayor movilización de votos posible para las elecciones presidenciales que se celebrarán mañana en Venezuela.

Nicolás Maduro se propone conseguir 10 millones de votos, 2 millones más de los que obtuvo Hugo Chávez el 7 de octubre del año pasado. Henrique Capriles apuesta por repetir su resultado de 2012: 6.5 millones de sufragios. Para ello, cada uno cuenta con estrategias que revelan quién parte con ventaja en esta contienda.

El Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), de Maduro, aplicará la fórmula del 1 por 10: un patrullero debe movilizar a 10 electores.

El portal electrónico de la plataforma oficialista (www.psuv.org.ve) cuenta con una pestaña que dice "Registra tu 1x10". El militante ingresa su número de cédula de identidad y teléfono celular para solicitar un código que le llegará a través de un mensaje de texto.

El usuario se convierte así en "jefe de grupo", comprometido a garantizar que entre 10 a 15 electores afines al chavismo acudan a sus respectivos centros de votación mañana.

Tras anotar los nombres y números de cédula y teléfonos de los electores que movilizará, la persona recibe un certificado de "militante activo" y se adhiere a una gigantesca maquinaria estatal al servicio de la candidatura de Maduro.

El Gobierno, sin embargo, apela a otra estrategia menos espontánea para promover el voto: obligar a los empleados públicos a movilizar votantes. Se trata de operaciones financiadas por Petróleos de Venezuela (PDVSA) que son coordinadas desde las oficinas de la compañía petrolera, según reveló en días recientes el diario El Nacional.

Trabajadores de PDVSA, que hablaron bajo condición de anonimato, revelaron que les obligan a ocuparse de varias tareas: contactar a los coordinadores oficialistas de los centros electorales en el municipio asignado, ofrecerles refrigerios a los testigos y miembros de mesa, pagarle a choferes de autobuses para que trasladen a los militantes o hacerlo ellos en sus propios vehículos si es necesario.

En las presidenciales del año pasado, un coordinador nacional del partido oficialista reconoció que tenían capacidad para contactar a 8 millones de personas el día de la elección, el mismo número de votos que obtuvo Hugo Chávez en la última contienda electoral.

Por su parte, Capriles optó por impulsar los "comandos familiares", que consisten en convocar a electores que se comprometen voluntariamente a movilizar a sus familiares, amigos y vecinos hasta los centros de votación para que sufraguen por él.

En municipios de Caracas donde históricamente la mayoría del electorado votaba en contra de Chávez, podían rescatarse esta semana panfletos donde la Mesa de la Unidad Democrática, de Capriles, invitaba a sus voluntarios a comprar tarjetas telefónicas antes de los comicios para garantizar la comunicación con sus electores asignados y con el Comando Simón Bolívar en caso de que sea necesario denunciar irregularidades.

Además, invitan a sus "jefes de comando" a llevar bebida y comida para los testigos de mesa de la Oposición y a mantenerse optimistas y alertas a lo largo de la jornada.

Valentina Oropeza, Reforma, 13 de abril.

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