Cesa Migración a 343 agentes durante primera etapa para limpiar la institución


El año pasado un agente del Instituto Nacional de Migración (INM) abusó sexualmente de un menor en Tenosique, Tabasco; dos extranjeros alojados en estaciones de la dependencia no recibieron atención médica oportuna y, en otro caso, la negligencia del organismo trajo perjuicios irreversibles a un migrante. Los responsables de esos delitos ya fueron separados de sus cargos, en un bloque de 343 expulsados, resultado del primer barrido del gobierno actual paralimpiar la institución.
El nuevo titular del INM, Ardelio Vargas, señaló lo anterior durante un recuento de lo que encontró en enero pasado, al hacerse cargo de ese organismo que regula la entrada y salida de personas del país. Reveló que las fronteras están convertidas en “fuentes de corrupción”, fenómeno que se prueba con cientos de expedientes irregulares y adulterados deliberadamente para permitir el ingreso o legalizar la situación migratoria de extranjeros.
En 2012 el instituto recibió 528 escritos de queja formulados por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH); 222 fueron concluidos y 306 siguen siendo analizados por la dependencia. Sólo en tres casos se emitieron recomendaciones. En lo que va del año, la CNDH ha emitido seis “propuestas de conciliación” para encontrar soluciones a “faltas menores”.
El INM cuenta con su centro de evaluación y control de confianza, que desde su creación, en 2011, hasta marzo pasado, había evaluado a 3 mil 108 trabajadores, poco más de la mitad de la plantilla de la institución, dependiente de la Secretaría de Gobernación.
De ello se desprende que hasta ahora mil 71 trabajadores resultaron “aptos” para continuar en activo y 343 no acreditaron las condiciones mínimas (físicas, sicológicas, patrimoniales, etcétera) para seguir en sus cargos. Sin embargo, el camino hacia la depuración total es todavía largo, porque mil 694 continúan siendo evaluados. A ninguno de los examinados se ha entregado la acreditación correspondiente.
Las vacantes generadas por los ceses mencionados se irán ocupando de manera paulatina con personal nuevo –teóricamente incorruptible–, el cual será contratado como “agente federal de migración”. Precisamente en ese enfoque se sustenta la estrategia del nuevo responsable del INM.
Los aspirantes empezarán hoy su curso de formación inicial, con el fin de que egresen los primeros 100 elementos con “bases teóricas y prácticas, valores éticos de honestidad y de respeto a los derechos humanos”.
Consultado al respecto, el funcionario explicó que la depuración irá de la mano de la capacitación. Por ejemplo, la dirección de capacitación, en coordinación con la Agencia Antiterrorismo, reforzará el curso de reconocimiento de documentación falsa. El programa se lleva a cabo para 15 servidores públicos de Quintana Roo, Campeche y Chiapas. Además, se instalarán otros equipos biométricos en la franja limítrofe con Guatemala.
Preciso, reforzar el INM en todo el territorioSubrayó que se requiere un reforzamiento operativo del instituto en todo el territorio, aunque, como es natural, en ambas fronteras persisten alertas que deben atenderse de manera urgente.
La del norte podría verse más afectada, porque hasta el momento no se ha concretado el programa de repatriación, el cual –con el auspicio del gobierno de Estados Unidos– permitía el traslado de repatriados vía aérea.Este “bache” congestionará el paso de deportados en la ya de por sí problemática e insegura franja limítrofe, en especial en Tamaulipas y Baja California.
En 2012 regresaron a México por esas dos entidades 247 mil 768, de un total de 369 mil 492 repatriados. Durante el primer trimestre de este año la situación tiene la misma tendencia, al recibir por dicho territorio a 55 mil 196 de los 82 mil 172 connacionales repatriados por el país vecino.
En el sur el “embudo” también es complicado, porque se ha detectado, como asunto de seguridad nacional, que los vuelos “sospechosos”, procedentes de Sudamérica, primero aterrizan en Centroamérica, presumiblemente para cargar personas y objetos de paso irregular, con destino final a Estados Unidos.
“Necesariamente tenemos que poner orden en la frontera (sur). No sólo se trata de un problema migratorio nacional, en el que la contención no es determinante para su solución. Por ello se necesitan reforzar las acciones de control y verificación”, aseveró el funcionario en entrevista, al término de una reunión en la Secretaría de Gobernación.
Vargas Fosado ha sido director del Centro de Investigación y Seguridad Nacional, y de 2005 a 2007 jefe del Estado Mayor de la Policía Federal Preventiva, así como diputado federal. Sus contrincantes acusan que su antecedente de trabajo policial no es benéfico para el INM, aunque él insiste en que la “limpieza” del organismo no es sólo un asunto administrativo, sino de seguridad.
Un caso ocurrió en días pasados en Quintana Roo, donde el funcionario asegura que encontró “mil expedientes” con inconsistencias. Ante el comienzo de la depuración salieron 150 trabajadores de la delegación del INM de los 320 que había. “No los corrí, ellos se fueron. A mí me podrán señalar de lo que quieran, menos de pillo y de consentidor de corruptos”, subrayó. Subrayó los argumentos que expuso en días pasados ante legisladores: “En mi equipo no caben los flojos ni los corruptos”.
A la corrupción en el INM se agregan otros retos, parte de la responsabilidad de la dependencia, como la protección y seguridad de los migrantes.
Los indocumentados, comentó, siguen estando expuestos a la agresión de la delincuencia organizada, que está asentada en amplias zonas del país, lo cual ha provocado el incremento del tráfico y trata de personas, secuestro, extorsión, desapariciones, incorporación forzada de migrantes a las filas de delincuentes e incremento de robos y asesinatos en los corredores de migrantes.
Adicionalmente, la nueva administración debe apuntalar operativamente sus instalaciones. En enero de 2013 el instituto tenía 25 mil trámites inconclusos, de un total de 510 mil 353 gestiones realizadas el año anterior.
El presupuesto del INM para 2013 es de apenas 311.9 millones de pesos, mientras los compromisos del organismo ascienden a poco más de 600 millones. Operativamente, el INM toma recursos de lo que se recauda por cobro de derechos, productos y aprovechamientos, dinero que hasta ahora no le han entregado. El año pasado se recaudaron por ese concepto 5 mil millones de pesos. Al INM le tocaron mil 500 millones, y el resto se canalizó a la Secretaría de Turismo.

Fabiola Martínez y Gustavo Castillo, La Jornada, 15 de abril.

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