Ángel Aguirre ve “intereses oscuros”

CHILPANCINGO.— El gobernador Ángel Aguirre afirma que él no traicionó al magisterio disidente en la entidad al enviar un decreto de iniciativa para modificar la Ley de Educación Estatal, que fue rechazado por los legisladores locales por contravenir la norma federal.

En entrevista, explica que la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG) sabía que su iniciativa —cuya autoría, dice, fue exclusiva de los profesores— era improcedente, pero no le hicieron caso, pues actuaron en cerrazón.

En Casa Guerrero, asegura que decidió enviar el decreto al Congreso, aun sabiendo que no pasaría, porque era la única alternativa, luego de que los maestros cerraron nueve horas la Autopista del Sol.

“Tenía que anteponer el interés superior del estado en cuanto a su actividad económica. Estábamos en pleno inicio de la temporada turística. Nos bloquearon la autopista y no queríamos caer en un enfrentamiento que lamentar”, dice.

Asegura que detrás del conflicto, que comenzó hace 40 días, “hay intereses oscuros”, porque no se pude entender si ya el Ejecutivo los atendió, el Legislativo concluyó su trabajo, “¿cuál es la razón para que sigan manifestándose?”.

¿Quién representa esos intereses?

Evidentemente tienen relación con otro tipo de organizaciones que siempre han manifestado su oposición al gobierno. Por ejemplo, la gente del proyecto de la presa La Parota (que no se ha llevado acabo); la Coordinadora Regional de Comunidades Comunitarias, la Asamblea Popular de Pueblos Guerrero, que están a la pesca de cualquiera, porque les interesa que se prolonguen los conflictos.

¿Elba Esther Gordillo podría estar financiando a la CETEG? —se le pregunta. El mandatario guarda silencio, abre una botella de agua, da un trago y responde.

No lo creo, porque ellos han sido desde siempre adversarios de la maestra. No lo creo.

¿Cuál es el panorama tras el rechazo del Congreso?

No es lo que esperaba la CETEG. No era posible que transitara una iniciativa donde se pretendía crear un Instituto de Evaluación Educativa de carácter estatal para que los maestros fueran sometidos a evaluación, cuando a nivel federal ya hay criterios establecidos y próximamente podrán aprobarse las leyes reglamentarias. Somos una República, estamos en un pacto federal, por lo tanto, todos los maestros tendrán que cumplir con el procedimiento de evaluación federal.

¿Usted les advirtió?

Les advertí que era una reforma que no iba a ser procesada, porque corríamos el riesgo que se generara una controversia constitucional a nivel federal y echaría abajo todo.

La disidencia dice que la negociaron con usted.

No fue así; fue de ellos. Yo me negaba a enviarla al Congreso porque sabía que no iba a merecer la aprobación. Una ley federal siempre estará por encima de cualquiera estatal. Se los hice ver. Ellos hoy dicen: “nos sentimos traicionados”, pero no. Fui muy claro: era una propuesta que no era viable.

Los maestros ayer tomaron estaciones de radio, ¿qué les dice?

Soy un gobernador de mucha apertura, que los recibiré para encontrar los puntos de coincidencia. Pero cualquier acción que tomen al margen de la ley, no tendremos alternativa más que la aplicación de ésta. Que no se confundan.

Alberto Morales, El Universal, 4 de abril.