'Todos nosotros, vitales como la luz'

WASHINGTON.- Nadie esperaba la misma fiesta de hace cuatro años, pero la gente que se congregó ayer frente al Congreso para ver al Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, inaugurar su segundo mandato, mostró el mismo fervor que antes por el hombre que liderará al país por cuatro años más.

"Aquello fue histórico. Esto es una vindicación", dijo a REFORMA David Major, de 39 años, y uno de los que logró conseguir boleto para sentarse en una silla, muy cerca del Capitolio.

Detrás suyo, una multitud se extendía hasta el monumento a George Washington. No llegaban a ser los casi 2 millones de personas de 2009, pero la Casa Blanca estimó que un millón de personas llenó la franja verde que gobierna el centro de Washington.

Horas antes del mediodía comenzaron a aparecer figuras en el palco. Ahí, ex Presidentes como Bill Clinton y Jimmy Carter se codearon con estrellas como Eva Longoria, Katy Perry, Beyoncé -encargada de cerrar la ceremonia con el himno nacional- y su marido, Jay-Z.

La jueza de la Corte Suprema, Sonia Sotomayor, recibió un caluroso recibimiento, al igual que los Clinton. Pero fueron Beyoncé y los Obama, en particular la Primera Dama, Michelle, quienes se llevaron las ovaciones más resonantes de los asistentes.

Aunque no fue una mañana tan fría como la de cuatro años atrás, el invierno se hizo sentir y muchos prefirieron evitar las colas, los controles de seguridad y la larga caminata por el Mall y siguieron la ceremonia desde sus casas. Para los que fueron, escuchar a Obama, el poema de Richard Blanco y la muy aplaudida interpretación del himno de Beyoncé fue premio suficiente.

"Todos nosotros, tan vitales como la luz en la que nos movemos, la misma luz que se refleja en pizarrones con lecciones para el día: ecuaciones qué resolver, historia qué cuestionar o átomos imaginados, el 'yo tengo un sueño' que seguimos soñando", recitó Blanco, el primer poeta de origen hispano, y gay, que participa en una inauguración presidencial en Estados Unidos.

"¡Yo quiero ser Presidenta!", dijo Colleen Temple, de 10 años, a quien sus padres, Collis y Kelly, trajeron a Washington desde Louisiana para presenciar lo que consideraron un momento histórico.

"El cambio no pasó como esperábamos", reconoció Marian Coly, quien, con todo, estaba contenta con las palabras de Obama.

En las calles hubo menos público, pero en las redes sociales la segunda inauguración de Obama sí hizo historia: 1.1 millón de mensajes en Twitter durante la ceremonia, a diferencia de los 82 mil 392 de hace cuatro años.

Rafael Mathus Ruiz enviado, Reforma, 22 de enero.

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