Pide Sepúlveda reingeniería anticrimen

El narcotráfico y el crimen organizado representan la mayor amenaza para Centroamérica, por lo que urge construir una nueva arquitectura de seguridad regional, advirtió ayer el ex Canciller Bernardo Sepúlveda.

"A 30 años de distancia, los conflictos entre Estados o las guerras civiles en América Central han dejado de ser objeto de preocupación internacional, pero ahora la amenaza más grave que enfrenta la región comprende al narcotráfico y al crimen organizado", indicó el diplomático.

"Ante el grave riesgo que representa el narcotráfico para la seguridad nacional, el reclamo urgente es construir una nueva arquitectura de seguridad regional. Es la hora de impulsar la concertación latinoamericana, recuperando así una tradición política de emprender estrategias conjuntas para enfrentar problemas comunes".

Sepúlveda impartió una conferencia magistral en la Secretaría de Relaciones Exteriores para conmemorar los 30 años del Grupo de Contadora, mecanismo de cooperación que coadyuvó a alcanzar la paz en Centroamérica en la década de los ochenta.

Recordó que el conflicto centroamericano impactaba a México y a otros países latinoamericanos en esa época, pero en la actualidad impacta el problema del narcotráfico y el crimen organizado, que al igual que hace 30 años requiere de una solución concertada.

"Para el Gobierno y para la sociedad mexicana el tema es de capital importancia, pero ante las acciones delictivas transnacionales no se ha alcanzado aún una articulación internacional y regional de políticas y medidas entre Estados destinadas a socavar el poder del crimen organizado y salvaguardar la integridad de sus ciudadanos", advirtió.

Por su parte, Claude Heller, Embajador de México en Japón, aseguró que el espíritu que animó las gestiones del Grupo de Contadora siguen siendo válidas, y deben ser rescatadas ante los desafíos del presente.

"Las nuevas amenazas derivadas de la expansión de las actividades delictivas; la sofisticación de los medios utilizados por las organizaciones criminales y su capacidad de penetración en las instituciones; la violencia y la inseguridad ciudadana; las condiciones dramáticas bajo las cuales se desarrolla la inmigración en nuestra región, atentando frecuentemente en contra de la dignidad de la persona humana; la defensa de los derechos humanos y la necesidad de fortalecer el Estado de Derecho, entre otras cuestiones, requieren de la concertación entre los países más directamente afectados, y de respuestas articuladas y compartidas en el plano más general de las relaciones interamericanas", indicó.

El diplomático dijo que ante la inercia y la capacidad actual de otras organizaciones en la región, comenzando por la OEA, no se cuenta con un espacio dotado con la capacidad de asumir estos desafíos con mayor eficacia, por lo que es importante rescatar el verdadero sentido de la concertación, tal como ésta se desarrolló hace 30 años por medio de un proceso político incluyente impulsado al más alto nivel.

La iniciativa mexicana del Grupo Contadora, el cual fue establecido el 9 de enero de 1983, contribuyó al diseño de mecanismos institucionales regionales, mediante el diálogo y la concertación política, postura que se ha mantenido hasta la actualidad, por ejemplo, con la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). 
 
 
ASÍ LO DIJO

"Ante el grave riesgo que representa el narcotráfico para la seguridad nacional, el reclamo urgente es construir una nueva arquitectura de seguridad regional. Es la hora de impulsar la concertación latinoamericana".



"Ante las acciones delictivas transnacionales no se ha alcanzado aún una articulación internacional y regional de políticas y medidas entre Estados destinadas a socavar el poder del crimen organizado".

Bernardo Sepúlveda
Ex Canciller

Silvia Garduño, Reforma, 10 de enero.