Obama convoca a dar bienvenida a migrantes

WASHINGTON.— El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, pidió ayer mayor altura de miras al Congreso y a sus ciudadanos para ajustarse a los cambios de fondo en la nación y responder a los nuevos retos y desafíos, sin claudicar, ni renunciar, a los valores que han sentado las bases de EU como democracia, a fin de incluir en condiciones de igualdad a los inmigrantes y para terminar con el agravio comparativo que han sufrido durante décadas las mujeres y los miembros de la comunidad gay.

Además, en una alusión directa a la epidemia de violencia que azota a la nación, el presidente pidió velar por la seguridad de los niños para evitar que se repita la tragedia de quienes han muerto bajo la ráfaga de las armas de asalto en localidades como Newtown, Connecticut.

En su primer mensaje a la nación nada más prestar juramento desde las escalinatas del Capitolio para un segundo mandato, Obama enumeró los temas que marcarán las prioridades de una agenda centrada en la equidad y la igualdad de oportunidades en EU.

“Nuestro viaje (como nación) no estará completo hasta que encontremos una mejor manera de dar la bienvenida a los esperanzados y luchadores inmigrantes que todavía ven en Estados Unidos la tierra de oportunidad, hasta que los brillantes estudiantes y los ingenieros sean enlistados en nuestras fuerzas de trabajo en lugar de ser expulsados de nuestro país”, aseguró Obama.

El mensaje de Obama, de menos de 15 minutos, fue ovacionado y aplaudido por casi 800 mil personas desde las faldas del Capitolio y hasta el monumento de George Washington. Ante todos ellos, el presidente volvió a hacer una encendida defensa de una clase media que sigue soportando los rigores de una economía maltrecha. “Nosotros el pueblo, entendemos que nuestro país no puede tener éxito cuando unos pocos que cada vez son menos viven bien y que las mayorías en aumento apenas si salen a flote”, enfatizó el presidente Obama.

“Sabemos que EU florece cuando cada persona puede encontrar independencia y orgullo en su trabajo; cuando los sueldos del trabajo honesto liberan familias del borde de la pobreza”, prosiguió el mandatario sacando a relucir su encarnizada batalla a favor de una reforma fiscal.

De cara a una multitud que coreaba “¡Obama!... ¡Obama!...¡Obama!”, el presidente desgranó un discurso de corte pragmático, en el que además defendió la necesidad de adecuar a las fuerzas armadas a la nueva realidad presupuestaria, sin descuidar la seguridad nacional, ni ceder terreno a las amenazas que acechan Medio Oriente y el norte de África.

El mensaje del presidente le permitió fijar postura en el inicio de un mandato que se vio marcado por un ambiente festivo y que culminó hasta entrada la noche, tras un desfile del propio presidente por las principales avenidas de la ciudad y una serie de galas que incluyeron la actuación de artistas como Stevie Wonder, Alicia Keys o el grupo mexicano Maná.

El presidente eligió al poeta cubanoestadounidense Richard Blanco para declamar el “poema inaugural”. Blanco, nacido en España, hizo historia al convertirse en el primer latino, primer gay y el más joven poeta en participar en una investidura presidencial en Estados Unidos.

La ciudad de Washington se vio desbordada por ríos de gente que no quisieron perderse la toma de posesión de Obama ni el desfile resguardado por miles de agentes.

Jaime Hernández corresponsal, El Universal, 22 de enero.