Gobierno y FARC estuvieron a punto de romper los contactos


La Habana, 9 de enero. El gobierno del presidente Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) estuvieron a punto de romper los contactos por asuntos como la sede del diálogo de paz o el desarme de los rebeldes, revelaron ambas partes.
Con reproches, aclaraciones, desmentidos y sarcasmos, dos de los protagonistas de la fase exploratoria del diálogo en curso sacaron a la luz detalles hasta ahora desconocidos del mecanismo, pero al mismo tiempo reflejaron el interés común de impulsar las conversaciones para poner fin al conflicto de más de seis décadas.
Uno de los principales líderes de la insurgencia, Jaime Alberto Parra Rodríguez (Mauricio Jaramillo), comandante del Bloque Oriental e integrante del Secretariado del Estado Mayor, el principal órgano de dirección de las FARC, confirmó una versión que circula desde hace meses: que en marzo de 2012 estuvo en La Habana Rodrigo Londoño Echeverry (Timoléon Jiménez), máximo jefe del grupo guerrillero.
La fase exploratoria del diálogo se hizo aquí en secreto entre febrero y agosto del año pasado y Jiménez no participó en la mesa.
Pero Jaramillo cuenta que, a petición de Santos, el mandatario venezolano Hugo Chávez, aún enfermo, intervino en algunos momentos difíciles, a fin de contribuir con su enorme prestigio para que fueran limadas ciertas asperezas. El líder guerrillero no lo dice explícitamente, pero sugiere que en ese trance participó Timoleón.
Era difícil hablar mientras seguían los combates y el ex presidente Álvaro Uribe se había lanzado en contra del diálogo, pero la mesa resolvió evitar discusiones sobre el campo de batalla, contó a su vez Enrique Santos, ex director del diario El Tiempo,integrante de la comitiva oficial en el primer tramo y hermano del actual mandatario.
Los insólitos relatos rompieron la confidencialidad de aquella etapa. El 30 de diciembre pasado Santos escribió un artículo en el diario El Espectador.Jaramillo le contestó con un texto fechado el 5 de enero y que difundió esta semana la agencia de la guerrilla, Anncol.
Después del tramo exploratorio, el diálogo empezó en octubre con un acto público en Oslo y las sesiones arrancaron en noviembre, en La Habana. En diciembre las partes tomaron un receso y volverán a la mesa aquí el lunes próximo. Ni Santos ni Jaramillo están ahora en la mesa.
A pesar de la rispidez y las discrepancias de fondo, los dos protagonistas reflejan el compromiso con el diálogo. Enrique Santos recuerda que entró de manera irreversible en este proceso en el cual creo, porque lo considero una obligación moral y política. Jaramillo dice que me conmovió y agradó esa frase.
El jefe guerrillero reconoce que el proceso estuvo a punto de morir por la disputa sobre la sede. Santos dice que los rebeldes insistían en Colombia o Venezuela, mientras el gobierno rehusaba hacerlo en su país. Nos decidimos por Cuba, por seguridad y, sobre todo, porque garantizaba confidencialidad.
Pero Jaramillo descubre, a su vez, que la primera reunión entre las partes fue en territorio colombiano, en la región de Catatumbo (oriente) lo que demostraba que eso no era imposible.
Otro episodio áspero y que puso al proceso al borde del colapso fue porhondas diferencias e infinidad de problemas de lenguaje y semántica, según Santos. La palabra desmovilización para las FARC significa humillación, traición a sus ideales. Dejar las armas era para ellos algo inconcebible.
Jaramillo replica que el gobierno siempre esperó la firma de nuestra rápida y sumisa desmovilización, por lo que haber logrado sobrepasar esa inamovible muralla tras seis meses de discusiones puede considerarse de verdad un logro importante. La agenda incluye los puntos de cese del fuego y de hostilidades bilateral y definitivo y dejación de las armas, reincorporación de las FARC a la vida civil.
Sobre la forma de sacar a Jaramillo de la selva y traerlo a Cuba, Santos dice que era muy difícil convencer a las FARC para que un jefe de ese rango subiera a un helicóptero oficial, después de la Operación Jaque (2008, cuando la inteligencia militar rescató secuestrados de la guerrilla).
Jaramillo dice que el problema era que querían moverlo por tierra para cruzar el país de norte a sur y luego sacarlo a Venezuela. Al final salió en helicóptero.
Santos cuenta que el acuerdo para el diálogo se firmó el 27 de agosto en una casa de protocolo del gobierno cubano, en el oeste de La Habana. Fue de tarde. Estuvo el canciller Bruno Rodríguez. Hubo una mesa con mantel, fotos y video, nerviosismo y carreras de última hora, pero al final una gran alegría.Nos habíamos quitado 17 pianos de encima.
Rebeldes descartan prolongar cese del fuego
El grupo armado de las FARC decidió este miércoles que no prolongará el cese del fuego unilateral que decretó a mediados de noviembre pasado, por lo que se mantendrá hasta el 20 de enero, como estaba anunciado, informó la agencia Reuters.
Gerardo Arreola, La Jornada, 10 de enero.

0 Responses to "Gobierno y FARC estuvieron a punto de romper los contactos"