Advierten 'guerra sucia' del sindicato

MÉRIDA.- El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) utiliza argumentos falsos contra la reforma educativa con la intención de confundir e iniciar una guerra sucia, advirtió ayer el diputado federal Julio César Moreno.

El presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara baja negó que la reforma pretenda restar derechos laborales del magisterio.

"El argumento de que la reforma educativa está atacando los derechos de los trabajadores es una falsedad que el sindicato está manejando para confundir a la base trabajadora y poder iniciar toda una guerra sucia a esta reforma", señaló.

Los derechos de los trabajadores de la educación, precisó el legislador perredista, están a salvo en el apartado B del artículo 123 constitucional.

"Tienen derecho a ampararse, como cualquier ciudadano, pero es mentira que ataque los derechos laborales de los trabajadores", explicó.

"Se reformó fue el Artículo Tercero Constitucional y ahí quedó plasmada la autonomía del Instituto para la Evaluación, algo a lo que siempre se oponían.

"Esto obliga a que si algún trabajador de la educación quiere tener un mayor nivel, debe pasar por este tipo de evaluación, pero esta es una reforma es un primer paso", expuso.

Sin embargo, reconoció que los cambios legales afectan intereses del sindicato que encabeza Elba Esther Gordillo.

"¿Qué es a lo que sí le pega esta reforma constitucional? Pues a esas canonjías que tenía el sindicato como mandar a los famosos comisionados con 'sueldazos' de 30, 40 mil pesos por tiempo indefinido y, mientras, miles o cientos de maestros andan con un sueldo muy bajo.

"Cómo es posible que México sea de los países que más dinero invierte en educación y todo se vaya a salarios, a comisiones y no al progreso educativo", abundó.

Moreno descartó que la campaña del SNTE en contra de la reforma pueda desacreditar o limitar la aplicación de los cambios.

"De ninguna manera. Es una reforma constitucional. Lo demás que le quieran cambiar o le quieran agregar, pues para eso están las leyes reglamentarias como la Ley General de Educación. Ahí se pueden hacer modificaciones secundarias que están haciendo eco en algunas cuestiones para confundir", insistió
Sin embargo, reconoció que los agremiados del sindicato que comanda Gordillo están en su derecho de ampararse e inconformarse.

"¿Que no les vas a gustar? ¿A quién le gusta que le quiten canonjías? A nadie, ¿verdad? Pero ni modo, esta es una reforma importante, de fondo, es estructural", aseveró.

Pedro Diego Tzuc corresponsal, Reforma, 13 de enero.