En tres años, 3.2 millones más de pobres: Coneval

El número de personas en situación de pobreza aumentó 3.2 millones entre 2008 y 2010 y se registró principalmente en las áreas urbanas, pero el mayor crecimiento se dio en la pobreza alimentaria, que llegó a 4.2 millones, se asegura en el informe del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

Se explica que la canasta básica se incrementó 46 por ciento de enero de 2005 a septiembre de 2011 y el deterioro del poder adquisitivo fue todavía mayor debido a la crisis financiera que tuvo un efecto sobre el mercado laboral y la falta de crecimiento económica,

El informe que entregó la Coneval a la Presidencia de la República, señala que de acuerdo con 550 evaluaciones a los programas y políticas sociales, “la población en situación de pobreza ascendió de 44.5 en 2008 a 46.2 por ciento en 2010, lo que representa 52 millones de personas (…) No obstante, el número promedio de carencias de la población en pobreza disminuyó de 2.7 a 2.5”.

Este incremento se debe a que las personas en pobreza por carencia en el acceso a la alimentación subieron 4.2 millones, al pasar de 23.8 en 2008 a 28 millones en 2010. En todos los demás ámbitos de los indicadores, es decir, educación, salud, seguridad social, calidad y acceso a la vivienda, el número de personas con carencias decreció.

De acuerdo con el índice nacional de precios y cotizaciones hasta antes de abril de 2010 la canasta básica tuvo un valor más alto que la inflación promedio, “lo cual reduce el valor de compra del ingreso”, es decir, el poder adquisitivo.

“Debido a que el precio de los salarios se ajusta con la canasta básica, cada vez que el crecimiento del precio de los alimentos es mayor que la inflación hay una pérdida importante del poder adquisitivo del ingreso respecto a los alimentos”, se explica.

El valor de la canasta alimentaria rural en poblaciones con menos de 2 mil 500 habitantes, pasó de 492.64 pesos mensuales per cápita en enero de 2005 a 723.32 pesos mensuales en septiembre de 2011, mientras que en el ámbito urbano pasó de un valor de 711.46 pesos mensuales per cápita en enero de 2005 a mil 30.19 pesos en septiembre de 2011”.

“La reducción del poder adquisitivo del ingreso tiene repercusiones importantes sobre el desarrollo social de la población, especialmente sobre la pobreza”, expone el documento.

Respecto del crecimiento de la economía se enuncia que en la coyuntura 2008-2009 la crisis financiera internacional y la volatilidad de los alimentos fueron los posibles causantes de la reducción del poder adquisitivo.

Pero en materia de empleo se presentó una recuperación de la tasa de desocupación durante 2010 y 2011, no obstante no logró tener el mismo nivel de antes de la crisis.

Tras un comparativo del producto interno bruto con otras naciones se indica que en la pérdida del poder adquisitivo también repercutió la lentitud del crecimiento económico del largo plazo y que las condiciones del país no mejorarán sino se realizan cambios profundos que propicien el crecimiento de la productividad, la inversión y al generación de empleos.

Milenio, 9 de febrero.