'De nosotros, sólo Chávez se ocupa'

CARACAS.- En Venezuela, una amplia gama de "misiones", las cuales brindan a barrios y zonas rurales del país alimentos a precios subsidiados y servicio en clínicas con médicos cubanos, han cimentado a lo largo de 13 años la popularidad del Presidente Hugo Chávez entre los sectores de menos recursos.

Durante este tiempo, el militar retirado, de 57 años, ha conseguido desatar temores de que sus programas de ayuda sean desmantelados en caso de que la Oposición gane las elecciones presidenciales el 7 de octubre.

"Si gana la Oposición, perdemos todos estos servicios que Chávez nos ha dado. Volvemos a cero. Por eso, estamos 100 por ciento con Chávez", asegura Laura de Pernalete, residente del barrio caraqueño de La Vega, donde los residentes aseguran que hasta los gatos y los perros aman al Mandatario debido a proyectos como las esterilizaciones subsidiadas.

Pese a la euforia que la Oposición ha mostrado tras haber elegido al Gobernador Henrique Capriles como el candidato que enfrentará al Presidente en los comicios, saben que no será fácil ganarle, pues la inyección de dinero para planes sociales ha mantenido a Chávez a la cabeza de las intenciones de voto.

Sin embargo, en favor de los disidentes, algunas encuestas muestran que un tercio de los venezolanos no ha decidido aún a quién apoyar.

Capriles se ha confesado admirador del modelo brasileño que impulsa la economía de libre mercado con acento social y ha insistido en que mantendrá los subsidios a los más necesitados y hasta los impulsará.

"Quiero extender los programas, pero dejando de lado la corrupción y la ineficiencia que los caracteriza", ha sostenido Capriles.

No obstante, ese mensaje no ha llegado a quienes viven en La Vega, por ejemplo, e insisten en las bondades de estar con Chávez.

"La Oposición quiere acabar con esto. Los gobiernos del pasado no hicieron nada por los pobres. Sólo él se ha preocupado por nosotros", comenta preocupada Hilda Jiménez.

La parafernalia antichavista abunda en zonas de clase media de Caracas, pero desaparece en barrios pobres, dando paso al color rojo del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y a imágenes del "Comandante- Presidente".

En ellos, cientos de personas hacen sus compras de alimentos en el Mercal, una central de abasto manejada por el Gobierno, donde los productos básicos son hasta cuatro veces más económicos.

Los trabajadores de Mercal se burlan de las fotos que publican medios opositores en las que los anaqueles de la tienda aparecen casi vacíos.

"Cuando llegan los productos, la gente los compra enseguida porque los precios son increíbles. Es de risa que la derecha presente eso como algo malo", explican.

Los chavistas ven a los miembros de la disidencia como representantes de la vieja y desacreditada política que nunca tuvo interés en la mayoría pobre de Venezuela, por lo que se han encargado de enfocarse en resaltar el pasado "burgués" de Capriles contra la crianza humilde que recibió Chávez de su abuela en un hogar rural.


Reforma, 15 de febrero.

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