Ando quitando miedos', dice AMLO

Andrés Manuel López Obrador reconoció ayer que al terminar la campaña de 2006 tenía un rechazo mayor que el de su principal adversario político: el ex Presidente Carlos Salinas de Gortari.

Durante una reunión con empresarios inmobiliarios, el tabasqueño dijo que tras la campaña de desprestigio de que era un "peligro para México", terminó con muchos negativos por lo que ahora está en una labor de limpiarlos.

"Ando quitando miedos. Ando ahora en una labor, le llaman los encuestólogos quitar negativos. Yo traía, después de 2006, un rechazo de casi 40 por ciento, más que Elba Esther, más que Salinas porque nadie ha sido tan atacado como yo desde hace muchos años", expresó.

Expuso que los ataques no eran sólo por la elección de 2006 sino para acabar políticamente con él. Sin embargo, dijo, el tiempo le ha dado la razón y aunque señaló que estos negativos ya han bajado, admitió que no ha sido fácil sacar de la cabeza de la gente la idea que le metieron sobre él.

"Anímicamente, moralmente, me siento muy bien, muy fortalecido", expuso ante alrededor de 40 integrantes de la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios (ADI).

Sin embargo, más adelante reconoció que ya no tiene el mismo vigor y que ya está cansado.

"Tengo más experiencia ahora que antes. Tengo menos vigor, eso sí, ya estoy muy cansado y ahora yo creo que sí ya va a ser", expresó.

También recordó una anécdota de hace seis años.

"Te acuerdas que en tu casa, te dije que si la elección (de 2006) era limpia y libre me iba a ir a la chingada. Sí, ahora, sí, tengo una quinta que me dieron...", dijo el tabasqueño al dirigirse a uno de los invitados al encuentro nocturno.

Más tarde, su equipo de prensa recordó que la finca que López Obrador tiene en Palenque, Chiapas, se llama "La chingada".

Al salir de la reunión, López Obrador no quiso abundar sobre la expresión que utilizó y dijo que, de ganar la elección, gobernará sin ideología de izquierda o derecha sino con juicio práctico, buscando actuar con justicia y honestidad.

Entre los empresarios que acudieron a la cita destacan el presidente de Danhos, Salvador Daniel Kabbazz, y Jorge Gamboa de Buen, director de la firma que intentó construir la Torre Bicentenario.

También llegaron Gaspar Rivera Torres, de Grupo Frisa; Marcos Fastlicht, padre de la esposa de Emilio Azcárraga Jean; Jaime Alverde, de Grupo Gigante; Alejandro Allende, de Grupo Copri, constructores de la Supervía, y Germán Ahumada, del Grupo ARA.

El presidente de la ADI, Elías Fasja, recibió a López Obrador como "un viejo amigo" y recordó las obras que realizaron en el DF para reactivar esa industria.

"Necesitamos la guía de un buen gobierno y deshacernos de la burocracia improductiva. No tenemos ninguna duda en el futuro de nuestro país. Queremos ser parte de un proyecto de nación claro, seguro de sí mismo, de largo plazo, que nos permita resolver los graves problemas sociales de México y construir la Nación justa y próspera que todos queremos", señaló Fasja.


Mariel Ibarra, Reforma, 16 de febrero.

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