Alcanzar un cargo de elección popular en el DF, garantiza una minita de oro


Lejos de lo que afirma el PRD –y otros partidos—, de que velan por los intereses políticos, económicos y sociales de los capitalinos, “para continuar con lo realizado estos casi 15 años que hemos estado al frente de la ciudad de México”, la realidad es que la pugna por los cargos de elección popular, ya sean diputaciones locales o federales, así como de las jefaturas delegacionales, tiene más interés económico que el de servicio público.

Bien saben los perredistas –lo mismo que priistas y panistas—, que ser jefe delegacional, diputado local o federal, les representa la posibilidad de  tener dinero a manos llenas, negocios, tráfico de influencias y  nómina con jugosos salarios para amigos, conocidos y hasta familiares.

Por eso, varios personajes del PRD que actualmente ocupan algún cargo, buscan a toda costa brincar a otro, pues vivir del erario público ha hecho ricos y multimillonarios a un puñado  de quienes se dicen “la izquierda”.

Una jefatura delegacional, además de recursos presupuestales, implica un salario seguro mensual de 68 mil pesos, aunque en la estructura delegacional puede haber hasta 300 cargos, desde  el más alto, obviamente, luego del  delegado, es de dirección general, hasta el más bajo, que son enlaces administrativos.

Este personal de estructura –director general, subdirectores, jefes de departamento y enlaces—, tiene salarios mensuales que van de 65, 32, 24 y 14 mil pesos mensuales, respectivamente.

A lo anterior se suman vehículos, gasolina, telefonía celular y gastos para alimentación, durante los tres años que los “servidores” públicos se mantengan en el cargo.

Bien saben los perredistas, priistas y panistas que la nómina delegacional da para muchos allegados, familiares y compromisos políticos, pues hay puestos de asesores, analistas, supervisores y ayudantes, a quienes se les paga por honorarios; y no se diga las plazas de trabajador eventual, donde se coloca a la mayoría de los “aviadores”.

Sin embargo, el negocio más lucrativo en una delegación es en las licitaciones para la realización de obras, donde se cobran comisiones que van de 15 al 25 por ciento, dependiendo del monto de la inversión y el tiempo que requiera realizar una obra.

Consultados al respecto por Crónica, personal de las áreas de Finanzas de  algunas delegaciones, ejemplifica el esquema de comisiones por contrato: “Si se tiene un proyecto con costo de 30 millones de pesos, la empresa a quien se entrega la licitación tiene por obligación pagar una comisión de 25 por ciento ‘como agradecimiento’ por haber ganado el concurso; es decir, alrededor de siete millones de pesos van a parar directamente al bolsillo, primero del director de Obras y luego, obviamente, al jefe delegacional.

Más dinero para los bolsillos del delegado, está en las licencias de construcción, pues se piden “cooperaciones voluntarias”, de entre 600 mil y dos millones de pesos, dependiendo del tipo de construcción, extensión y zona donde se ubique.

Por ello, no es raro que de la noche a la mañana se levanten infinidad de condominios habitacionales, centros comerciales, oficinas y varios tipos de construcciones, sin importar el impacto social, urbano o ecológico que puedan ocasionar a quienes tienen la desgracia de vivir cerca de esas zonas.

Otra fuente de recursos, es el área administrativa, donde las licitaciones para la compra de bienes y servicios también generan comisiones para quienes quieran ser proveedores, así como compras a sobreprecios. Se tienen documentados casos donde se adquirieron escobas a tres mil pesos cada una o  computadoras a 20 mil.

El área encargada de la compra de bienes y servicios, es la Dirección de Recursos Materiales y Servicios Generales, donde por lo regular la ocupa una persona muy allegada al delegado, alguien de su entera confianza con quien pueda compartir el botín que, al igual que en obras, es por comisiones.

Es decir, explican las fuentes consultadas, “si tú me vas a proveer sillas, mesas y lonas por un año, te adjudico un contrato por 20 millones de pesos, de los cuales me tienes que dar un 10 por ciento de comisión”. Se tiene estimado que  en cada delegación hay un padrón de entre 300 y 800 proveedores y cada uno paga “comisiones” de entre 5, 10 y 15 por ciento.

Empero, la mina de oro para los delegados está en la Dirección General  Jurídica y de Gobierno, donde se cobra derecho de piso a ambulantes, cuotas que van de 5 a 60 mil pesos. Mientras que a las extorsiones a negocios que operan legal o ilegalmente, se les pide dinero de acuerdo, al giro, extensión o tipo de relación que tengan con el “jefe”, o el delegado para que nos vayamos entendiendo.

Trabajadores de base de dicha dirección de varias demarcaciones –“porque en todas es lo mismo, sean perredistas, panistas y en su momento priistas—, comentaron a Crónica que los encargados de esas oficinas pueden llegar a colectar entre dos y cuatro millones de pesos mensuales por concepto de extorsiones, autorización de licencias para bares y antros y cobro de piso a ambulantes, y de ese dinero, el 60 por ciento va a la cartera del jefe delegacional.

Afortunados.- Por otra parte, quienes por primera vez tienen la “suerte” de obtener una diputación local se volverán locos de alegría, pues saben por su partido que es mucho mejor que ganarse la lotería, ya que significa una cantidad millonaria durante los tres años que ocuparan una curul para sentarse y levantar la mano en el Antiguo Palacio de Donceles.

Cada diputado local cuesta a los ciudadanos la cantidad de 372 mil pesos mensuales, pues su “dieta” asciende a 68 mil 893 pesos, pero además se les asignan otros 43 mil para apoyo de sus módulos de atención ciudadana, así como 261 mil por concepto de otras prerrogativas, a lo que se suma una compensación anual (aguinaldo) de 300 mil pesos.

Federales.- En tanto que los aspirantes a diputados federales que son bendecidos por sus partidos –no por los ciudadanos, eh, que conste, porque bien sabemos que los votos para ellos es lo de menos, pues con ser calificados por sus partidos como candidatos, dan por hecho su triunfo—, su “dieta” neta mensual es de 76 mil 756 pesos, y cuentan con apoyos económicos de 45 mil 786 pesos por “asistencia legislativa” y 28 mil 722 por “atención ciudadana”.

Además, los inquilinos del Palacio de San Lázaro cuentan con un seguro de gastos médicos mayores, ante la eventualidad de un accidente o enfermedad que requiera tratamiento médico, cirugía u hospitalización.

La suma asegurada básica tiene un rango de hasta 1,500 salarios mínimos generales mensuales vigentes en el DF  (dos millones 691 mil 900 pesos), con una cobertura adicional en el extranjero por otro tanto, cuya prima es cubierta por la Cámara de Diputados.

En diciembre pasado, los legisladores federales recibieron como “gratificación de fin de año” una cantidad equivalente a 40 días de dieta; es decir, alrededor de 100 mil 841 pesos.

Pero si aún se le hace poco a los “angelitos” de San Lázaro, tienen acceso a un “fondo de ahorro”, que consiste en la aportación institucional de hasta un 12% de la dieta bruta mensual en función de la aportación del legislador, un seguro colectivo de vida y un reembolso del importe, equivalente de hasta un mes de dieta neta por los gastos funerarios por fallecimiento de sus beneficiarios.

Otras prestaciones a las que tienen acceso nuestros representantes, son 10 días hábiles de vacaciones, con una prima que equivale al 50 por ciento de 10 días de sueldo, ayuda para despensas por 76 pesos mensuales, a la que se le suma el equivalente a un mes de salario mínimo general vigente en el DF.

Asimismo, cuentan con el “seguro de separación individualizado”, que se otorga con la finalidad de fomentar el ahorro y proporcionar una seguridad económica en tanto se reincorporan, en su caso, al mercado laboral, ante la eventualidad de su separación del servicio público.
Salarios (en pesos)  en las 16 jefaturas delegacionales, de acuerdo al nivel A, B y C:

Jefe de Departamento:    18,363.90 a 30,610.38

Subdirector:    31,119.42 a 49,782.54

Director de Área:    51,199.50 a 79,733.82

Director General:    86,617.74 a 112,634.22

Contralor:    115,249.98

Secretario:    128,988.30

Secretario General:    148,367.10

Héctor Cruz López, La Crónica, 5 e febrero.

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