Tendremos una ley del trabajo más cercana a la realidad en el siglo XXI, afirma el Presidente

El artículo 123 constitucional no debe modificarse ni en su letra ni en su espíritu, aseveró el presidente Felipe Calderón Hinojosa al respaldar la iniciativa de reforma laboral que presentó el Partido Acción Nacional (PAN) en la Cámara de Diputados, la cual calificó de impostergable para lograr mayor certeza jurídica y acelerar la competitividad del país a escala internacional.

Puntualizó que la productividad y la competitividad no se deben obtener a costa de los derechos fundamentales de los trabajadores; es decir, sin dejar de reconocer y respetar el derecho de huelga, la contratación colectiva o la autonomía sindical, también se tiene que otorgar certidumbre a quien contrata y a quien es contratado.

Es necesario agilizar la procuración de justicia laboral y dotar de más instrumentos de supervisión para propiciar condiciones dignas, higiénicas y seguras en los centros de trabajo, apuntó.

Calderón encabezó ayer la ceremonia de clausura de la 92 asamblea general ordinaria de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), a la que asistieron los dirigentes de los organismos empresariales más importantes del país, ante quienes explicó que el marco laboral debe adecuarse con el fin de permitir el acceso al empleo a los jóvenes, las mujeres y los grupos vulnerables de la sociedad que ahora no lo tienen.

En el caso de los jóvenes, señaló, la excusa para negarles un puesto es su falta de experiencia, pero no la pueden adquirir porque las condiciones laborales lo impiden. Sobre la situación del género femenino, planteó que a pesar de ser mayoría en términos de población, tiene una participación de apenas 36 a 38 por ciento entre las personas con empleo.

Se busca que exista armonía entre el trabajo y las tareas que la población femenina desempeña por tradición en el cuidado de la familia y en la búsqueda del sustento para el hogar, sobre todo cuando son jefas de familia, como es el caso de 5 millones.

Tendrán que darse las condiciones para garantizar el derecho al empleo de este grupo, indicó.

La iniciativa panista involucra también la erradicación de la desigualdad salarial entre hombres y mujeres, pues por disposición constitucional y por principio de justicia y derecho, a trabajo igual corresponde salario igual, apuntó.

Sin mencionar las críticas que de inicio han hecho los legisladores de partidos de oposición, Calderón confió en que la propuesta se discutirá y modificará, pero a final de cuentas México tendrá una Ley Federal del Trabajo renovada y más cercana a la realidad del país en el siglo XXI.

Subrayó que aunque la economía muestra claros signos de recuperación que se reflejan en un mayor número de puestos de trabajo, el ritmo de crecimiento que se puede dar “en condiciones estrictamente inerciales no serán suficientes si no aceleramos el paso de las reformas y si no aceleramos la agenda de competitividad que el país tanto necesita”.

El reto está en armonizar una mayor capacitación y habilidad para el trabajo, una mejor productividad en las relaciones laborales y, al mismo tiempo, facilitar el acceso al mercado laboral con pleno respeto a los derechos individuales y colectivos de los trabajadores.

También se busca erradicar la explotación infantil, así como aprovechar el talento y energía de grupos que son discriminados por su discapacidad.

Antes, Calderón escuchó el reclamo del presidente de Concamin, Salomón Presburger, quien calificó de injusto que la economía esté condenada a crecer de 3 a 4 por ciento y no a 8 o 9 por ciento como en otras naciones, sobre todo por la posición geográfica del país, la cual es estratégica, “con un clima privilegiado y más de 100 millones de mexicanos con gran potencial de desarrollo y todo para ganar”.

Los empresarios rechazan, dijo, “ser rehenes de unos cuantos que han privilegiado intereses personales y no permiten avanzar hacia un mejor futuro” para el país.

Subrayó que sólo una industria fuerte y en crecimiento permitirá a México crecer a la velocidad necesaria, generar empleos y disminuir la pobreza. También advirtió que de no actuar a tiempo, con una estrategia pactada, “pasaremos de la recesión al estancamiento, o al avance inercial, lento y poco útil para el progreso del país”.

El empresario confió en que la agenda política no obstaculice la definición de acuerdos y que más bien los tiempos electorales incentiven la discusión de propuestas y la concreción de compromisos para el desarrollo nacional.

En su turno, Calderón retomó los datos que por la mañana presentaron los secretarios de Hacienda, Economía y del Trabajo, para resaltar el crecimiento de la economía, lo cual fue posible por las reformas impulsadas en su gobierno, como la de Pemex, el ISSSTE e incluso las de seguridad y procuración de justicia. Está pendiente la fiscal, para distribuir equitativamente la carga tributaria y se facilite a los ciudadanos realizar su contribución al gasto público, dijo.
Ángeles Cruz Martínez, El Universal, 20 de marzo.

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