La operación de Satmex no ha resultado un buen negocio para el gobierno federal, que mantiene una participación accionaria de 20% en la firma, pues además de haber recibido menos dinero por la deuda que mantenía la empresa con el Estado, ahora recibiría también una cantidad menor cuando la compañía se venda, indican.
De acuerdo con Luis Manuel Brown, especialista en la industria satelital, en los últimos diez años por lo menos, no ha dado como resultado un buen negocio para el gobierno federal, lo que se confirma debido a que será seguramente vendida a un precio inferior al que ya ha costado.
“Además hay que preguntarse si la vocación del gobierno es mantener participación en empresas de carácter comercial o su vocación es generar las condiciones para que las empresas participen en mejor forma en los diferentes mercados”.
Destacó que además de las acciones que tiene el Estado en la concesionaria del sistema satelital mexicano, hay compromisos de la empresa para proveer capacidad al gobierno mexicano hasta el año 2017. Brown dijo que al momento no hay la certeza de cómo quedaron estos compromisos dentro de la eventual venta a MVS-Echostar.
Sin embargo, dijo, es un hecho que cuando Satmex era operada por el gobierno mexicano, a través de Telecomm, era una empresa rentable, pero después de octubre de 1997, en que fue vendida, se juntaron varios problemas como las dificultades para el pago de la deuda que les dejó el alto precio de su compra, fallas en sus satélites y algunas relacionadas con la administración de la empresa.
Estos factores, dijo, dieron como resultado que el valor de la firma Satmex, al igual que su flota, se vieran disminuidos en gran medida.
Browm dijo que lo que ha pasado a Satmex también ha sucedido a otras empresas de telecomunicaciones, no necesariamente satelitales, que han tenido dificultades principalmente por los altos precios que han debido de pagar para obtener la autorización para prestar sus servicios.
Esto ha ocasionado una falta de liquidez que les complica la prestación óptima de sus servicios, señaló el experto en la industria satelital.
Privatización en 1997
Satmex se privatizó en 1997, a través de adjudicar 75% de las acciones al consorcio formado por Principia y Loral Space, que fue el único postor , quien ofreció 647 millones de dólares por la concesión del sistema, conformada por tres posiciones orbitales e igual número de satélites. El gobierno federal conservó 25% de las acciones de Satmex y además 7% de la capacidad satelital, lo que se conoce como la reserva del Estado.
En ese momento, el gobierno federal otorgó un crédito por 125 millones de dólares que se constituyó como un pagaré, conocido como el menoscabo, y que al no ser pagado en 2004 como se comprometió, generó intereses.
Luego del concurso mercantil que llevó Satmex en 2006, se pagó al gobierno una parte de esa cantidad.
Ahora MVS-Echostar hicieron una propuesta de compra por 100% de Satmex, por 374 millones de dólares, es decir, también adquirían acciones del gobierno federal. Pero hace dos años se pretendía obtener más de 500 millones de dólares por la venta.
La operación de compra se ha complicado por la falta de consentimiento de acreedores con 50% de las notas senior garantizadas. Esta semana acaba el plazo para que decidan si aceptan la oferta de MVS-Echostar.
De acuerdo con Luis Manuel Brown, especialista en la industria satelital, en los últimos diez años por lo menos, no ha dado como resultado un buen negocio para el gobierno federal, lo que se confirma debido a que será seguramente vendida a un precio inferior al que ya ha costado.
“Además hay que preguntarse si la vocación del gobierno es mantener participación en empresas de carácter comercial o su vocación es generar las condiciones para que las empresas participen en mejor forma en los diferentes mercados”.
Destacó que además de las acciones que tiene el Estado en la concesionaria del sistema satelital mexicano, hay compromisos de la empresa para proveer capacidad al gobierno mexicano hasta el año 2017. Brown dijo que al momento no hay la certeza de cómo quedaron estos compromisos dentro de la eventual venta a MVS-Echostar.
Sin embargo, dijo, es un hecho que cuando Satmex era operada por el gobierno mexicano, a través de Telecomm, era una empresa rentable, pero después de octubre de 1997, en que fue vendida, se juntaron varios problemas como las dificultades para el pago de la deuda que les dejó el alto precio de su compra, fallas en sus satélites y algunas relacionadas con la administración de la empresa.
Estos factores, dijo, dieron como resultado que el valor de la firma Satmex, al igual que su flota, se vieran disminuidos en gran medida.
Browm dijo que lo que ha pasado a Satmex también ha sucedido a otras empresas de telecomunicaciones, no necesariamente satelitales, que han tenido dificultades principalmente por los altos precios que han debido de pagar para obtener la autorización para prestar sus servicios.
Esto ha ocasionado una falta de liquidez que les complica la prestación óptima de sus servicios, señaló el experto en la industria satelital.
Privatización en 1997
Satmex se privatizó en 1997, a través de adjudicar 75% de las acciones al consorcio formado por Principia y Loral Space, que fue el único postor , quien ofreció 647 millones de dólares por la concesión del sistema, conformada por tres posiciones orbitales e igual número de satélites. El gobierno federal conservó 25% de las acciones de Satmex y además 7% de la capacidad satelital, lo que se conoce como la reserva del Estado.
En ese momento, el gobierno federal otorgó un crédito por 125 millones de dólares que se constituyó como un pagaré, conocido como el menoscabo, y que al no ser pagado en 2004 como se comprometió, generó intereses.
Luego del concurso mercantil que llevó Satmex en 2006, se pagó al gobierno una parte de esa cantidad.
Ahora MVS-Echostar hicieron una propuesta de compra por 100% de Satmex, por 374 millones de dólares, es decir, también adquirían acciones del gobierno federal. Pero hace dos años se pretendía obtener más de 500 millones de dólares por la venta.
La operación de compra se ha complicado por la falta de consentimiento de acreedores con 50% de las notas senior garantizadas. Esta semana acaba el plazo para que decidan si aceptan la oferta de MVS-Echostar.
Angelina Mejía Guerrero, El Universal, 16 de marzo.
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