El PAN presentó ayer en la Cámara de Diputados su iniciativa de reforma laboral, que contempla nuevas modalidades de contratación individual, por temporada, por hora, con personal a prueba y de capacitación inicial.
Además, pretende que los sindicatos se sometan a la votación libre y secreta de sus agremiados para la selección de sus dirigentes, y que éstos abran las cuentas de las organizaciones a los trabajadores, así como que los integrantes de cualquier sindicato decidan de manera soberana si aportan o no cuotas que hoy se les descuentan en automático.
Respecto al pago por hora, el documento no precisa los montos, pero aclara que éstos deberán ser menores a los que el trabajador pudiera percibir por una jornada completa de trabajo, ya que de lo contrario esta nueva modalidad no tendría razón de ser. Propone que el tiempo límite de una huelga sea de un máximo de 60 días hábiles, con un eficaz y expedito arbitraje, y que los salarios caídos tengan también un límite, “porque hoy resulta un gran negocio demandar a una empresa y llegar en ocasiones al extremo de llevarla a la quiebra” por el pago obligado y excesivo de esta figura.
De aprobarse en sus términos la propuesta blanquiazul, los patrones quedarán eximidos de la obligación de reinstalar al trabajador con una antigüedad menor a tres años al momento del despido.
Los coordinadores del PAN Josefina Vázquez Mota, en la Cámara de Diputados, y Gustavo Madero, en el Senado, acompañados de casi una veintena de legisladores de su partido ofrecieron una conferencia de prensa para detallar la iniciativa que minutos antes había presentado en tribuna el diputado José Gerardo de los Cobos, aunque básicamente resaltaron que “no se trata de la iniciativa del Ejecutivo; el Ejecutivo no tiene iniciativa de reforma laboral”, aseguró Vázquez Mota.
La iniciativa del PAN propone modificar 419 artículos de los mil 010 que tiene actualmente la Ley Federal del Trabajo, lo que implica que se trata de una reforma de fondo tanto por su volumen como por su contenido.
Por lo que hace al derecho de huelga, la oferta panista propone que se declare la inexistencia de aquella “si el sindicato no cumple con los requisitos para el emplazamiento previstos en sus propios estatutos”, además de que plantea que la huelga, antes de estallarla, deberá ser votada por mayoría en una asamblea notariada.
Al respecto, señala también que se podrá negar el trámite o emplazamiento a huelga “por incumplimiento al contrato colectivo o contrato ley cuando no se precisen las violaciones y su forma de reparación”.
Plantea, por otra parte, eliminar las Juntas Federales y Locales de Conciliación, ya que en la actualidad, señala, prácticamente no existen en razón de que en casi todas las localidades funcionan Juntas de Conciliación y Arbitraje.
En una de las partes medulares de la iniciativa, que son los sindicatos, la propuesta blanquiazul establece que se deberá fortalecer la democracia en el seno de las organizaciones de los trabajadores, “sin violar los principios de autonomía y libertad sindical”.
De acuerdo al principio de libre disposición del salario, agrega, se propone suprimir la posibilidad de que se puedan efectuar descuentos en el pago a los trabajadores para cubrir las cuotas sindicales.
Como parte de la transparencia a que deberán sujetarse los sindicatos, según esta iniciativa, se plantea que las dirigencias informen a sus trabajadores todo lo relativo a las cuentas de la administración del patrimonio sindical.
Además, si el sindicato lo conforman más de 150 agremiados, las cuentas deberán ser dictaminadas por un auditor externo, pero además los estatutos deberán establecer los tiempos para la presentación del manejo de esos recursos y las sanciones a sus directivas en caso de incumplimiento.
La iniciativa panista plantea, de igual forma, lugares comunes o ya previstos en diversas leyes como la prohibición al sector patronal a exigir a las mujeres certificados de ingravidez, protección a discapacitados y castigo al acoso sexual.
Además, pretende que los sindicatos se sometan a la votación libre y secreta de sus agremiados para la selección de sus dirigentes, y que éstos abran las cuentas de las organizaciones a los trabajadores, así como que los integrantes de cualquier sindicato decidan de manera soberana si aportan o no cuotas que hoy se les descuentan en automático.
Respecto al pago por hora, el documento no precisa los montos, pero aclara que éstos deberán ser menores a los que el trabajador pudiera percibir por una jornada completa de trabajo, ya que de lo contrario esta nueva modalidad no tendría razón de ser. Propone que el tiempo límite de una huelga sea de un máximo de 60 días hábiles, con un eficaz y expedito arbitraje, y que los salarios caídos tengan también un límite, “porque hoy resulta un gran negocio demandar a una empresa y llegar en ocasiones al extremo de llevarla a la quiebra” por el pago obligado y excesivo de esta figura.
De aprobarse en sus términos la propuesta blanquiazul, los patrones quedarán eximidos de la obligación de reinstalar al trabajador con una antigüedad menor a tres años al momento del despido.
Los coordinadores del PAN Josefina Vázquez Mota, en la Cámara de Diputados, y Gustavo Madero, en el Senado, acompañados de casi una veintena de legisladores de su partido ofrecieron una conferencia de prensa para detallar la iniciativa que minutos antes había presentado en tribuna el diputado José Gerardo de los Cobos, aunque básicamente resaltaron que “no se trata de la iniciativa del Ejecutivo; el Ejecutivo no tiene iniciativa de reforma laboral”, aseguró Vázquez Mota.
La iniciativa del PAN propone modificar 419 artículos de los mil 010 que tiene actualmente la Ley Federal del Trabajo, lo que implica que se trata de una reforma de fondo tanto por su volumen como por su contenido.
Por lo que hace al derecho de huelga, la oferta panista propone que se declare la inexistencia de aquella “si el sindicato no cumple con los requisitos para el emplazamiento previstos en sus propios estatutos”, además de que plantea que la huelga, antes de estallarla, deberá ser votada por mayoría en una asamblea notariada.
Al respecto, señala también que se podrá negar el trámite o emplazamiento a huelga “por incumplimiento al contrato colectivo o contrato ley cuando no se precisen las violaciones y su forma de reparación”.
Plantea, por otra parte, eliminar las Juntas Federales y Locales de Conciliación, ya que en la actualidad, señala, prácticamente no existen en razón de que en casi todas las localidades funcionan Juntas de Conciliación y Arbitraje.
En una de las partes medulares de la iniciativa, que son los sindicatos, la propuesta blanquiazul establece que se deberá fortalecer la democracia en el seno de las organizaciones de los trabajadores, “sin violar los principios de autonomía y libertad sindical”.
De acuerdo al principio de libre disposición del salario, agrega, se propone suprimir la posibilidad de que se puedan efectuar descuentos en el pago a los trabajadores para cubrir las cuotas sindicales.
Como parte de la transparencia a que deberán sujetarse los sindicatos, según esta iniciativa, se plantea que las dirigencias informen a sus trabajadores todo lo relativo a las cuentas de la administración del patrimonio sindical.
Además, si el sindicato lo conforman más de 150 agremiados, las cuentas deberán ser dictaminadas por un auditor externo, pero además los estatutos deberán establecer los tiempos para la presentación del manejo de esos recursos y las sanciones a sus directivas en caso de incumplimiento.
La iniciativa panista plantea, de igual forma, lugares comunes o ya previstos en diversas leyes como la prohibición al sector patronal a exigir a las mujeres certificados de ingravidez, protección a discapacitados y castigo al acoso sexual.
Luciano Franco, Crónica, 19 de marzo.
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