Pretenden reforzar derechos humanos

En medio de la polémica por la relación México-Cuba, el Senado aprobó en comisiones una reforma a la Constitución que obliga al Presidente de la República a defender los derechos humanos como parte de su política exterior.

Los legisladores de todos los partidos avalaron modificaciones al Artículo 89 de la Carta Magna para incorporar una nueva obligación al titular del Ejecutivo.

"En la conducción de tal política (exterior) el titular del Ejecutivo observará los siguientes principios normativos (...) el respeto, la protección y la promoción de los derechos humanos", señala el dictamen.

Apenas el jueves, el plano de la Cámara alta criticó al Embajador de Cuba en México, Manuel Aguilera, por presionar al Senado para tratar de frenar una condena contra la isla, tras la muerte del activista Orlando Zapata.

Senadores y diputados del PAN han acusado al Gobierno cubano de violar derechos humanos, incluso la dirigencia nacional presionó al Presidente Felipe Calderón para que defienda las garantías individuales en la isla.

En entrevista, el senador panista Santiago Creel aseguró que se trata de un giro en la política exterior mexicana, ordenado desde la Constitución.

"En política exterior, vamos a aumentar un principio más que deberá regir la política exterior del País y eso tendrá que ver precisamente con los derechos humanos.

"Esta reforma va a hacer que la política exterior, de acuerdo con el listado de principios, contemple una política de derechos humanos. En donde México participe en los foros internacionales o sean sus posiciones de carácter internacional, deben de contemplar a los derechos humanos", afirmó.

El presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, el priista Pedro Joaquín Coldwell, aseguró que la reforma no se contrapone con el principio de no intervención y adelantó que también coloca a México bajo el escrutinio directo de la comunidad internacional.

"La reforma no tiene dedicatoria para ningún país en específico. Se trata de modernizar los principios de la política exterior mexicana y de establecer la promoción de los derechos humanos, que son universales "No necesariamente representa una intromisión en asuntos de otros países, pero si representa un compromiso de México de promover en foros internacionales la vigencia de los derechos humanos, pero también compromete a México a aceptar supervisión internacional en materia de derechos humanos. Creo que es bueno para el avance de los derechos humanos", indicó.

Fuentes de la bancada panista aseguraron que el Gobierno federal objetó la posibilidad de equiparar los tratados internacionales con la Constitución.

Como consecuencia, el dictamen entrará de primera lectura al pleno del Senado hasta el próximo 5 de abril.

Claudia Guerrero y Érika Hernández, Reforma 25 de marzo.

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