El Embajador de Cuba en México, Manuel Aguilera, presionó al Senado para tratar de frenar una condena contra la isla, tras la muerte del activista Orlando Zapata.
En un hecho sin precedente, el diplomático advirtió en una carta a los legisladores mexicanos que sería improcedente aprobar un resolutivo relacionado con la política interna de otra nación.
"Considero improcedente someter a la aprobación del Senado un proyecto de punto de acuerdo sobre un asunto concerniente a la política interna de otro Estado, que de ser aprobado, puede incidir negativamente en las relaciones entre nuestros dos países (...) Porque exhortaría al Gobierno de los Estados Unidos Mexicanos a inmiscuirse en los asuntos internos de Cuba", señaló.
La misiva fue enviada a los presidentes de la Mesa Directiva del Senado, el perredista Carlos Navarrete; de la Junta de Coordinación Política, el panista Gustavo Madero, y al senador del blanquiazul, Rubén Camarillo.
Este último exhibió la carta desde la tribuna y denunció la presión del diplomático, a quien acusó de intentar frenar un punto de acuerdo en el que el Senado lamenta y condena la muerte de Zapata, además de exhortar al Gobierno del Presidente Felipe Calderón a dialogar con la disidencia del régimen castrista y solicitar la liberación de los "presos de conciencia" encarcelados en Cuba.
En el documento, fechado el pasado 3 de marzo, Aguilera asegura que quienes impulsan la condena contra Cuba lo hacen basados en información inexacta, producto de informaciones "tendenciosas, tergiversadas y calumniosas" de la prensa internacional y mexicana.
En medio de la lucha que el Gobierno de México mantiene contra la delincuencia organizada y las polémicas por presuntas violaciones a los derechos humanos, el diplomático sostuvo que en Cuba no existen la tortura, las desapariciones, los asesinatos políticos y nadie muere a manos de la policía y el Ejército.
"En Cuba nunca nadie ha muerto en una manifestación y jamás la policía cubana ha reprimido al pueblo con armas, cascos, escudos, carros de agua y perros, como es frecuente en otros países considerados democráticos", advirtió.
Enoja misiva
El envío del documento, enojó a los senadores del PAN, PRI y PRD. Los legisladores no sólo decidieron dar entrada al punto de acuerdo que critica la violación a los derechos humanos en la isla, sino que incluso solicitaron una visa para reunirse con los disidentes al régimen de Castro.
"Quiero desde esta tribuna rechazar, contundentemente, los términos en los que se expresa el Embajador cubano con respecto a que considera improcedente someter a esta asamblea por parte de su servidor este punto de acuerdo", condenó Camarillo.
Antes de la sesión, el presidente del Senado, el perredista Carlos Navarrete, defendió el derecho de la Cámara alta de discutir cualquier tema relacionado con la política exterior de México.
Ya en la sesión, el senador del PRD, Graco Ramírez, hizo pública una comunicación enviada al Embajador Aguilera en la que solicita la autorización de una visa para viajar a la isla y reunirse con los disidentes cubanos, los presos políticos y sus familiares.
La ex Canciller y senadora del PRI, Rosario Green, se sumó a la petición del perredista y exigió al Gobierno mexicano asumir una definición ante el problema que vive la isla, tras considerar que los pronunciamientos emitidos hasta el momento reflejan una posición ambigua.
Exigencia
Esta es la carta enviada por el Embajador cubano a los senadores, la cual causó molestia en la Cámara alta.
En un hecho sin precedente, el diplomático advirtió en una carta a los legisladores mexicanos que sería improcedente aprobar un resolutivo relacionado con la política interna de otra nación.
"Considero improcedente someter a la aprobación del Senado un proyecto de punto de acuerdo sobre un asunto concerniente a la política interna de otro Estado, que de ser aprobado, puede incidir negativamente en las relaciones entre nuestros dos países (...) Porque exhortaría al Gobierno de los Estados Unidos Mexicanos a inmiscuirse en los asuntos internos de Cuba", señaló.
La misiva fue enviada a los presidentes de la Mesa Directiva del Senado, el perredista Carlos Navarrete; de la Junta de Coordinación Política, el panista Gustavo Madero, y al senador del blanquiazul, Rubén Camarillo.
Este último exhibió la carta desde la tribuna y denunció la presión del diplomático, a quien acusó de intentar frenar un punto de acuerdo en el que el Senado lamenta y condena la muerte de Zapata, además de exhortar al Gobierno del Presidente Felipe Calderón a dialogar con la disidencia del régimen castrista y solicitar la liberación de los "presos de conciencia" encarcelados en Cuba.
En el documento, fechado el pasado 3 de marzo, Aguilera asegura que quienes impulsan la condena contra Cuba lo hacen basados en información inexacta, producto de informaciones "tendenciosas, tergiversadas y calumniosas" de la prensa internacional y mexicana.
En medio de la lucha que el Gobierno de México mantiene contra la delincuencia organizada y las polémicas por presuntas violaciones a los derechos humanos, el diplomático sostuvo que en Cuba no existen la tortura, las desapariciones, los asesinatos políticos y nadie muere a manos de la policía y el Ejército.
"En Cuba nunca nadie ha muerto en una manifestación y jamás la policía cubana ha reprimido al pueblo con armas, cascos, escudos, carros de agua y perros, como es frecuente en otros países considerados democráticos", advirtió.
Enoja misiva
El envío del documento, enojó a los senadores del PAN, PRI y PRD. Los legisladores no sólo decidieron dar entrada al punto de acuerdo que critica la violación a los derechos humanos en la isla, sino que incluso solicitaron una visa para reunirse con los disidentes al régimen de Castro.
"Quiero desde esta tribuna rechazar, contundentemente, los términos en los que se expresa el Embajador cubano con respecto a que considera improcedente someter a esta asamblea por parte de su servidor este punto de acuerdo", condenó Camarillo.
Antes de la sesión, el presidente del Senado, el perredista Carlos Navarrete, defendió el derecho de la Cámara alta de discutir cualquier tema relacionado con la política exterior de México.
Ya en la sesión, el senador del PRD, Graco Ramírez, hizo pública una comunicación enviada al Embajador Aguilera en la que solicita la autorización de una visa para viajar a la isla y reunirse con los disidentes cubanos, los presos políticos y sus familiares.
La ex Canciller y senadora del PRI, Rosario Green, se sumó a la petición del perredista y exigió al Gobierno mexicano asumir una definición ante el problema que vive la isla, tras considerar que los pronunciamientos emitidos hasta el momento reflejan una posición ambigua.
Exigencia
Esta es la carta enviada por el Embajador cubano a los senadores, la cual causó molestia en la Cámara alta.
Claudia Guerrero y Érika Hernández, Reforma, 19 de marzo.
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