México y Estados Unidos arrancaron una nueva etapa de cooperación bilateral contra la delincuencia organizada, la cual ya no sólo incluye la transferencia de equipo, sino proyectos socioeconómicos con énfasis especial en jóvenes y empresarios.
Patricia Espinosa, secretaria de Relaciones Exteriores de México, y Hillary Clinton, secretaria de Estado estadunidense, llamaron a esta fase "una visión estratégica a largo plazo".
Contempla, como otro de sus puntos fundamentales, la investigación sobre lavado de dinero, vía el intercambio de inteligencia financiera, y el empleo de recursos técnicos para detener a personas dedicadas a operaciones con recursos de procedencia ilícita.
"Estamos expandiendo la Iniciativa Mérida más allá de lo que tradicionalmente fue su consideración, porque no es sólo la seguridad, también tiene que ver con construir instituciones, hacer un trabajo de inclusión para las comunidades y trabajar juntos en temas de desarrollo social, economía, educación y salud", dijo Clinton.
Estados Unidos se comprometió a reducir la demanda de droga -de sus ciudadanos- con la puesta en marcha de una nueva política antinarcóticos que prevé una inversión inicial de cinco mil 600 millones de dólares, los cuales ya han sido solicitados al Congreso de aquel país.
"Hemos revisado los avances de la Iniciativa Mérida e identificado áreas en que debemos superar obstáculos para su plena instrumentación. La delegación de Estados Unidos mostró su clara voluntad por eliminar los cuellos de botella que han retrasado la entrega de equipo que se requiere hoy y no en unos años", resumió la canciller Espinosa.
La nueva etapa comprende cuatro áreas estratégicas: desarticulación de las organizaciones delictivas que actúan en ambos países, fortalecimiento de instituciones públicas responsables del combate al crimen, con observancia en los derechos humanos; desarrollo de una frontera segura que facilite el flujo legítimo de mercancías y personas y el impulso de la cohesión social de las comunidades de los dos países, con el objetivo de "atender las causas de raíz del crimen, promover la cultura de la legalidad y reducir el uso de estupefacientes".
En la declaración conjunta se habla de la juventud como una de las prioridades: "La idea es cerrar el flujo de posibles asociados a los cárteles al promover alternativas legales y constructivas para la gente joven".
Y con respecto a los empresarios, se señala: "Hemos acordado desarrollar un plan con una visión inclusiva en el manejo de la frontera en común, para incrementar la seguridad y la competitividad económica… Nuestro plan se basará en el interés compartido de reducir los costos que enfrentan las empresas, el sector privado y otros actores".
A partir de ahora, el trabajo bilateral para combatir el tráfico ilegal de armas y dinero a México tendrá objetivos concretos e indicadores de avance que serán evaluados periódicamente.
"Estamos haciendo todo lo que podemos, dentro de nuestra ley, para tratar de impedir, de interceptar, de arrestar, de judicializar y encarcelar a aquellos que tengan que ver con armas ilegales, y nuestro gobierno sigue velando por el cumplimiento de la ley federal en contra del consumo de la mariguana", dijo Clinton.
Y enfatizó: "Aceptamos nuestra responsabilidad compartida… A final de cuentas, no tiene que ver con discusiones o reuniones, se trata de resultados".
Añadió que el reto es que "ambos gobiernos trabajen mano en mano, no sólo a nivel ministerial, sino hasta abajo, en toda la burocracia", al tiempo que calificó la reciente ejecución en Juárez de tres personas relacionadas con el consulado estadunidense "como un terrible recordatorio de lo mucho que tenemos que hacer juntos".
ESTUDIO. La secretaria Espinosa anunció la realización de un estudio binacional sobre consumo de drogas ilícitas en ambos países "para que contemos con información completa, confiable y plenamente comparable sobre la demanda de drogas". En éste participarán por México el Consejo Nacional Contra las Adicciones y la Secretaría de Salud.
Daniel Blancas Madrigal, Crónica, 24 de marzo.
Patricia Espinosa, secretaria de Relaciones Exteriores de México, y Hillary Clinton, secretaria de Estado estadunidense, llamaron a esta fase "una visión estratégica a largo plazo".
Contempla, como otro de sus puntos fundamentales, la investigación sobre lavado de dinero, vía el intercambio de inteligencia financiera, y el empleo de recursos técnicos para detener a personas dedicadas a operaciones con recursos de procedencia ilícita.
"Estamos expandiendo la Iniciativa Mérida más allá de lo que tradicionalmente fue su consideración, porque no es sólo la seguridad, también tiene que ver con construir instituciones, hacer un trabajo de inclusión para las comunidades y trabajar juntos en temas de desarrollo social, economía, educación y salud", dijo Clinton.
Estados Unidos se comprometió a reducir la demanda de droga -de sus ciudadanos- con la puesta en marcha de una nueva política antinarcóticos que prevé una inversión inicial de cinco mil 600 millones de dólares, los cuales ya han sido solicitados al Congreso de aquel país.
"Hemos revisado los avances de la Iniciativa Mérida e identificado áreas en que debemos superar obstáculos para su plena instrumentación. La delegación de Estados Unidos mostró su clara voluntad por eliminar los cuellos de botella que han retrasado la entrega de equipo que se requiere hoy y no en unos años", resumió la canciller Espinosa.
La nueva etapa comprende cuatro áreas estratégicas: desarticulación de las organizaciones delictivas que actúan en ambos países, fortalecimiento de instituciones públicas responsables del combate al crimen, con observancia en los derechos humanos; desarrollo de una frontera segura que facilite el flujo legítimo de mercancías y personas y el impulso de la cohesión social de las comunidades de los dos países, con el objetivo de "atender las causas de raíz del crimen, promover la cultura de la legalidad y reducir el uso de estupefacientes".
En la declaración conjunta se habla de la juventud como una de las prioridades: "La idea es cerrar el flujo de posibles asociados a los cárteles al promover alternativas legales y constructivas para la gente joven".
Y con respecto a los empresarios, se señala: "Hemos acordado desarrollar un plan con una visión inclusiva en el manejo de la frontera en común, para incrementar la seguridad y la competitividad económica… Nuestro plan se basará en el interés compartido de reducir los costos que enfrentan las empresas, el sector privado y otros actores".
A partir de ahora, el trabajo bilateral para combatir el tráfico ilegal de armas y dinero a México tendrá objetivos concretos e indicadores de avance que serán evaluados periódicamente.
"Estamos haciendo todo lo que podemos, dentro de nuestra ley, para tratar de impedir, de interceptar, de arrestar, de judicializar y encarcelar a aquellos que tengan que ver con armas ilegales, y nuestro gobierno sigue velando por el cumplimiento de la ley federal en contra del consumo de la mariguana", dijo Clinton.
Y enfatizó: "Aceptamos nuestra responsabilidad compartida… A final de cuentas, no tiene que ver con discusiones o reuniones, se trata de resultados".
Añadió que el reto es que "ambos gobiernos trabajen mano en mano, no sólo a nivel ministerial, sino hasta abajo, en toda la burocracia", al tiempo que calificó la reciente ejecución en Juárez de tres personas relacionadas con el consulado estadunidense "como un terrible recordatorio de lo mucho que tenemos que hacer juntos".
ESTUDIO. La secretaria Espinosa anunció la realización de un estudio binacional sobre consumo de drogas ilícitas en ambos países "para que contemos con información completa, confiable y plenamente comparable sobre la demanda de drogas". En éste participarán por México el Consejo Nacional Contra las Adicciones y la Secretaría de Salud.
Daniel Blancas Madrigal, Crónica, 24 de marzo.
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