Madrid, 4 de marzo. El presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, no pidió “explicaciones” sino sólo “información” al gobernante venezolano Hugo Chávez sobre supuestos vínculos de Caracas con la organización armada vasca ETA y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), aseguró este jueves el ministro de Relaciones Exteriores, Miguel Ángel Moratinos.
El jefe de la diplomacia española se manifestó así un día después de que el mandatario venezolano puntualizó que no tiene “nada” que explicar al presidente del gobierno español sobre las acusaciones “irresponsables y temerarias” que hizo contra su administraión el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco.
“Le aclaro al señor presidente Rodríguez Zapatero que no tengo nada que explicarle, ni a él ni a nadie en el mundo. Que le pida explicaciones a ese juez irresponsable”, dijo Chávez. La víspera, el venezolano apuntó que el canciller Moratinos le habló, pero “no nos pidió explicación alguna, llamó para pedir una aclaración”.
“Me dijo (Moratinos), presidente, sepa usted que mi gobierno no tiene nada que ver en esto, es un juez por allá del Poder Judicial en España que es autónomo y lo entendemos; yo le dije ‘no te preocupes, ya estoy acostumbrado a eso’”, indicó Chávez.
No obstante, insistió en que no apoya ni apoyará a grupo terrorista alguno, y por tanto nada tiene que explicar porque apoya la paz.
El juez Velasco aseguró el lunes en un auto judicial que existen indicios “que ponen de manifiesto la cooperación gubernamental venezolana en la ilícita colaboración entre las FARC y ETA”.
Ese mismo día Rodríguez Zapatero aseguró desde la ciudad alemana de Hannover que su Ejecutivo había pedido “explicaciones” al del presidente Chávez.
Moratinos precisó la reacción de Chávez a las palabras del Ejecutivo español, y señaló que fue él quien habló por teléfono con Chávez y su par Nicolás Maduro. Dijo que sólo pidió una “aclaración e información” al respecto, y que “ellos negaron todo tipo de connivencia y actuaciones y me prometieron cooperar con la justicia y las autoridades españolas”.
El canciller Maduro rechazó una posible llamada al embajador venezolano en Madrid y se inclinó por zanjar el asunto mediante la colaboración con el magistrado de la Audiencia Nacional.
Concluyó que “es mucho más importante el bienestar de los 150 mil españoles que viven en Venezuela y los numerosos intereses económicos allí, que un absurdo enfrentamiento. Somos un gobierno tranquilo y sereno, y nos oponemos a las escaladas verbales”.
En contraste, el Partido Popular exigió “poner en su sitio” al presidente venezolano. El líder del partido de derecha, Mariano Rajoy, exhortó a Rodríguez Zapatero a “tener cuidado” con las “amistades peligrosas”, y entre ellas se refirió tanto a Chávez como a Fidel Castro y el presidente cubano Raúl Castro, y pidió aliarse más con “las democracias”, como “ahora lo es Honduras”.
Frank Mora, subsecretario estadunidense adjunto de Defensa para América Latina, afirmó desde Bogotá que “Venezuela debe combatir” a las FARC porque representan una amenaza para ese país, para Colombia y la región.
El jefe de la diplomacia española se manifestó así un día después de que el mandatario venezolano puntualizó que no tiene “nada” que explicar al presidente del gobierno español sobre las acusaciones “irresponsables y temerarias” que hizo contra su administraión el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco.
“Le aclaro al señor presidente Rodríguez Zapatero que no tengo nada que explicarle, ni a él ni a nadie en el mundo. Que le pida explicaciones a ese juez irresponsable”, dijo Chávez. La víspera, el venezolano apuntó que el canciller Moratinos le habló, pero “no nos pidió explicación alguna, llamó para pedir una aclaración”.
“Me dijo (Moratinos), presidente, sepa usted que mi gobierno no tiene nada que ver en esto, es un juez por allá del Poder Judicial en España que es autónomo y lo entendemos; yo le dije ‘no te preocupes, ya estoy acostumbrado a eso’”, indicó Chávez.
No obstante, insistió en que no apoya ni apoyará a grupo terrorista alguno, y por tanto nada tiene que explicar porque apoya la paz.
El juez Velasco aseguró el lunes en un auto judicial que existen indicios “que ponen de manifiesto la cooperación gubernamental venezolana en la ilícita colaboración entre las FARC y ETA”.
Ese mismo día Rodríguez Zapatero aseguró desde la ciudad alemana de Hannover que su Ejecutivo había pedido “explicaciones” al del presidente Chávez.
Moratinos precisó la reacción de Chávez a las palabras del Ejecutivo español, y señaló que fue él quien habló por teléfono con Chávez y su par Nicolás Maduro. Dijo que sólo pidió una “aclaración e información” al respecto, y que “ellos negaron todo tipo de connivencia y actuaciones y me prometieron cooperar con la justicia y las autoridades españolas”.
El canciller Maduro rechazó una posible llamada al embajador venezolano en Madrid y se inclinó por zanjar el asunto mediante la colaboración con el magistrado de la Audiencia Nacional.
Concluyó que “es mucho más importante el bienestar de los 150 mil españoles que viven en Venezuela y los numerosos intereses económicos allí, que un absurdo enfrentamiento. Somos un gobierno tranquilo y sereno, y nos oponemos a las escaladas verbales”.
En contraste, el Partido Popular exigió “poner en su sitio” al presidente venezolano. El líder del partido de derecha, Mariano Rajoy, exhortó a Rodríguez Zapatero a “tener cuidado” con las “amistades peligrosas”, y entre ellas se refirió tanto a Chávez como a Fidel Castro y el presidente cubano Raúl Castro, y pidió aliarse más con “las democracias”, como “ahora lo es Honduras”.
Frank Mora, subsecretario estadunidense adjunto de Defensa para América Latina, afirmó desde Bogotá que “Venezuela debe combatir” a las FARC porque representan una amenaza para ese país, para Colombia y la región.
La Jornada, 5 de marzo.
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