La Habana, 2 de marzo. Fidel Castro rechazó hoy tácitamente que el gobierno cubano haya sido responsable de la muerte del opositor Orlando Zapata Tamayo hace una semana, mientras que la televisión difundió un video en el que médicos asignados al caso afirmaron que el activista en huelga de hambre estuvo bien atendido.
El opositor, Guillermo Fariñas, quien cumplía seis días de huelga de hambre y sed en la ciudad central de Santa Clara, se mantenía consciente este martes en la noche e insistía en continuar, en protesta por la muerte de Zapata y en demanda de la liberación de los disidentes prisioneros más enfermos, informó Licet Zamora, redactora del blog antigubernamental que dirige el activista.
En la cárcel de Kilo 5 y Medio, en Pinar del Río (occidente), el opositor Nelson Molinet cesó la huelga de hambre que inició la semana pasada con Diosdado González y Eduardo Díaz, quienes volvieron a alimentarse, dijo Elizardo Sánchez, de la ilegal pero tolerada Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional. Quedaba en ayuno Fidel Suárez, en la cárcel de Kilo 8, en la misma provincia.
En su habitual comentario de prensa, publicado el martes, Castro dijo que en Cuba “jamás se torturó a nadie, jamás se ordenó el asesinato de un adversario, jamás se mintió al pueblo”, una idea que su hermano Raúl había transmitido a periodistas brasileños la semana anterior, durante la visita del presidente Luiz Inacio Lula.
Más de 80 días de ayuno
La televisión difundió una filmación de casi 10 minutos replicando a “algunos medios y determinados gobiernos” que acusaron a las autoridades cubanas “de no hacer nada” para salvar la vida de Zapata, quien ayunó durante más de 80 días en demanda de mejores condiciones carcelarias.
Las autoridades expusieron a Zapata el riesgo que corría y la forma de “buscar otras vías” para plantear sus peticiones, pero él “siempre mantuvo la misma conducta”, dijo en el video María Esther Hernández, jefa del Departamento de Sicología del Ministerio del Interior en la provincia oriental de Camagüey.
Zapata ingresó a terapia intensiva en el Hospital Amalia Simoni de Camagüey, donde recibió alimentación artificial por vía endovenosa y después fue enviado al Hospital Nacional de Internos (HNI) de la prisión Combinado del Este de La Habana, según el médico Dalié Burgos.
El médico Gimel Sosa Martín, del HNI, dijo a su vez que en este trance la relación de las autoridades con la familia de Zapata fue “totalmente cordial” y “muy cooperativa”. Sin precisar las fechas, el video mostró imágenes de la madre del prisionero, Reina Luisa Tamayo, cuando, según la narración, visitaba el Combinado del Este, con agentes de civil. En un tramo la señora agradece a las autoridades la atención a su hijo.
De acuerdo con fuentes opositoras, Zapata inició la huelga de hambre que resultaría fatal el 3 de diciembre de 2009, cuando fue trasladado de la Prisión Provincial de Holguín a la de Kilo 8, en la vecina Camagüey, y en principio en protesta por ese cambio.
Según las fuentes, mantuvo el ayuno unos 40 días en una celda de castigo, semidesnudo, al rehusarse a usar el uniforme de reo.
Cerca del 10 de enero fue atendido en el puesto médico del penal y a mediados del 20 de enero ingresó al Simoni. Por carretera lo enviaron al HNI cerca del 16 de febrero y finalmente al Hermanos Ameijeiras el 22 de febrero, un día antes de morir.
El opositor, Guillermo Fariñas, quien cumplía seis días de huelga de hambre y sed en la ciudad central de Santa Clara, se mantenía consciente este martes en la noche e insistía en continuar, en protesta por la muerte de Zapata y en demanda de la liberación de los disidentes prisioneros más enfermos, informó Licet Zamora, redactora del blog antigubernamental que dirige el activista.
En la cárcel de Kilo 5 y Medio, en Pinar del Río (occidente), el opositor Nelson Molinet cesó la huelga de hambre que inició la semana pasada con Diosdado González y Eduardo Díaz, quienes volvieron a alimentarse, dijo Elizardo Sánchez, de la ilegal pero tolerada Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional. Quedaba en ayuno Fidel Suárez, en la cárcel de Kilo 8, en la misma provincia.
En su habitual comentario de prensa, publicado el martes, Castro dijo que en Cuba “jamás se torturó a nadie, jamás se ordenó el asesinato de un adversario, jamás se mintió al pueblo”, una idea que su hermano Raúl había transmitido a periodistas brasileños la semana anterior, durante la visita del presidente Luiz Inacio Lula.
Más de 80 días de ayuno
La televisión difundió una filmación de casi 10 minutos replicando a “algunos medios y determinados gobiernos” que acusaron a las autoridades cubanas “de no hacer nada” para salvar la vida de Zapata, quien ayunó durante más de 80 días en demanda de mejores condiciones carcelarias.
Las autoridades expusieron a Zapata el riesgo que corría y la forma de “buscar otras vías” para plantear sus peticiones, pero él “siempre mantuvo la misma conducta”, dijo en el video María Esther Hernández, jefa del Departamento de Sicología del Ministerio del Interior en la provincia oriental de Camagüey.
Zapata ingresó a terapia intensiva en el Hospital Amalia Simoni de Camagüey, donde recibió alimentación artificial por vía endovenosa y después fue enviado al Hospital Nacional de Internos (HNI) de la prisión Combinado del Este de La Habana, según el médico Dalié Burgos.
El médico Gimel Sosa Martín, del HNI, dijo a su vez que en este trance la relación de las autoridades con la familia de Zapata fue “totalmente cordial” y “muy cooperativa”. Sin precisar las fechas, el video mostró imágenes de la madre del prisionero, Reina Luisa Tamayo, cuando, según la narración, visitaba el Combinado del Este, con agentes de civil. En un tramo la señora agradece a las autoridades la atención a su hijo.
De acuerdo con fuentes opositoras, Zapata inició la huelga de hambre que resultaría fatal el 3 de diciembre de 2009, cuando fue trasladado de la Prisión Provincial de Holguín a la de Kilo 8, en la vecina Camagüey, y en principio en protesta por ese cambio.
Según las fuentes, mantuvo el ayuno unos 40 días en una celda de castigo, semidesnudo, al rehusarse a usar el uniforme de reo.
Cerca del 10 de enero fue atendido en el puesto médico del penal y a mediados del 20 de enero ingresó al Simoni. Por carretera lo enviaron al HNI cerca del 16 de febrero y finalmente al Hermanos Ameijeiras el 22 de febrero, un día antes de morir.
Gerardo Arreola, La Jornada, 3 de marzo.
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