Mi lucha no es un suicidio, dice Fariñas

“Nadie quiere morir. Esto no es un suicidio. Esto es un reclamo, pero hay momentos en la historia de las naciones y en la coyuntura personal de los ciudadanos de cada país, en que se requiere de mártires”, dijo ayer Guillermo Fariñas, disidente cubano en huelga de hambre desde el 24 de febrero, en una conversación telefónica con EL UNIVERSAL.

La muerte del opositor Orlando Zapata el 23 de febrero pasado, tras una huelga de hambre de 85 días, demuestra que “el régimen cubano mata a sus oponentes dentro de las prisiones”, aseguró. “No es una casualidad sino una generalidad; es la esencia criminal de los hermanos Fidel y Raúl Castro”, dijo.

Fariñas, quien se declaró en huelga de hambre tras la muerte de Zapata, advirtió que otros 26 presos de conciencia no resistirán las difíciles condiciones carcelarias por las enfermedades que sufren.

Las condiciones carcelarias en Cuba han empeorado, dijo. Explicó que de ser un país con 5 millones de habitantes que tenía 11 prisiones, ahora tiene 246 para 11 millones de personas. No existe un programa de reinserción social y la falta de higiene y medicamentos se conjuga con la crueldad de los oficiales carcelarios que torturan, golpean y chantajean, subrayó.

“Utilizan matones para subordinar a la masa penitenciaria”, expresó desde el área de terapia intensiva del hospital Arnaldo Milián Castro de Santa Clara, a unos 270 kilómetros al este de La Habana, donde se encuentra grave, pero estable.

Fariñas dijo que el acoso a los presos políticos aumenta por enfrentamiento público contra el régimen y “eso trae como consecuencia la represalia con golpizas, torturas, manipulación a los familiares, amenazas. Se quitan visitas reglamentarias, conyugales y la asistencia médica, porque se convierten en los portavoces de la situación precaria que viven todos los presos”. “A los oponentes al régimen los están asesinando de manera planificada y deliberada. No se puede permitir un asesinato más como el de Zapata. Se está jugando la dignidad de la disidencia cubana”.

El disidente cubano, periodista de profesión, cree que las agencias de prensa independiente y los blogueros, como Yoani Sánchez, podrán publicitar más las opiniones distintas al oficialismo y romper con la falsa unanimidad que se supone persiste en la isla, pues “Cuba no es una finca particular de la familia Castro”. “La situación es de un nivel que si la opinión pública mundial no se moviliza, con el grado de desesperación en que se encuentra el gobierno cubano va a haber más de un muerto”, aseguró.

Fariñas pidió al gobierno mexicano que condene pública y explícitamente la muerte de Zapata, como lo hizo el Parlamento Europeo. “Este es un momento de ahora o nunca: o se está con la víctima o se está con los victimarios. No se puede hacer ningún tipo de silencio cómplice”, dijo. El disidente reconoció que por fin Europa dejó de ser cómplice del régimen cubano, al condenar las violaciones a los derechos humanos que provocaron la muerte de Zapata.

Las llamadas “Damas de blanco”, un grupo de madres y esposas de presos políticos cubanos, fueron increpadas ayer por simpatizantes del gobierno en el barrio de Vedado, donde se manifestaban en conmemoración de la llamada “Primavera Negra”, operativo en el que resultaron encarcelados 75 disidentes cubanos el 18 de marzo del 2003. Fariñas comparó el ataque a las manifestantes con los realizados por grupos represivos hitlerianos.

Las “Damas de blanco” visitaron a Fariñas luego de los primeros siete días del ayuno y le pidieron que depusiera la protesta, por considerar que su actividad como periodista independiente es más necesaria. Sin embargo, Fariñas dijo que llevará hasta las últimas consecuencias su ayuno y enfatizó dos casos muy críticos de los 26 presos de conciencia: los de Ariel Siglera Maya y José Luis García, quienes de acuerdo con el propio Ministerio de salud no resistirán las condiciones carcelarias.
Renata Sánchez, El Universal, 17 de marzo.

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