Guillermo Fariñas, a las puertas de otro shock

El opositor cubano Guillermo Fariñas cumplió ayer medio mes de huelga de hambre en demanda de la libertad de “26 presos políticos enfermos”, situándose en el umbral de un segundo shock hipoglucémico, sin que su protesta alcance en la isla la repercusión generada en el resto del mundo.

“Por tanto ayuno el organismo hace como un ajuste, su estado de debilidad es generalizado, ha perdido 28 libras, hoy tuvo mucha taquicardia y en caso de otro shock (el primero fue el miércoles pasado) lo llevaremos al hospital, pero cuando entre en coma nadie sabe cómo reaccionará su organismo”, dijo a MILENIO el médico Ismel Iglesias.

Reveló que tres médicos del ministerio de Salud también lo reconocieron ayer y propusieron ingresarlo en la sala de terapia del hospital, pero que Fariñas se niega a hacerlo mientras esté consciente. Iglesias, asimismo opositor al gobierno y en “desacuerdo” con el ayuno, acompaña al huelguista en el apartamento de éste en la ciudad de Santa Clara (centro), y no permitió que Fariñas hablara ayer con sus partidarios y redujo los contactos telefónicos con la prensa. “El riesgo aumenta, porque él insiste en que está haciendo poco por los presos políticos”, dijo.

El diario oficial Granma descartó el lunes cualquier negociación acerca de los presos, sobre la base de que “Cuba no acepta presiones ni chantajes”. Ésa fue la primera y hasta ahora única referencia al tema de un medio local.

Empero, si la primera reacción entre muchos isleños fue de curiosidad por esa nota oficial —inusual en los medios locales—, el asunto pareció caer después en el olvido, de acuerdo con indagaciones hechas por este diario. La mayor parte de los cubanos tampoco está al tanto de las reacciones en el resto del mundo.

Solo en el segmento de la oposición, que el veterano disidente Elizardo Sánchez calcula “entre cinco y ocho mil en todo el país”, la huelga de Fariñas es seguida permanentemente, pero sin esperanzas de resultados.

En ese contexto, el opositor Félix Bonne, ingeniero de 70 años, dijo ayer estar “dispuesto a continuar la huelga”, si su compañero muere, en tanto otro vocero de ese sector, Oswaldo Payá, instó a Fariñas a finalizar la protesta.

Ola de críticas a Lula en Brasil

La posición del presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, a favor del gobierno cubano en su choque con la disidencia del país caribeño, le generó una andanada de críticas. Con esa actitud, Lula “demuestra su compromiso con la tiranía de los Castro y su desprecio con los presos políticos”, declaró Guillermo Fariñas en una entrevista divulgada por Folha de Sao Paulo. “El presidente está siendo incoherente con su pasado”, denunció el opositor presidente de la comisión de Exteriores del Senado, Eduardo Azeredo, recordando que Lula fue preso político contra la dictadura e hizo huelga de hambre. Lula viajó a Cuba a fines de febrero durante el cual se reunió con los hermanos Castro y no recibió a la oposición. La visita coincidió con la muerte del disidente Orlando Zapata tras una huelga de hambre de más de 80 días.

La Habana. Manuel Juan Somoza /Brasilia. AFP, Milenio, 11 de marzo.

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