Granma libra a su suerte a Fariñas

El gobierno cubano advirtió ayer que no negociará con el opositor Guillermo Fariñas, quien lleva 13 días de huelga de hambre en demanda de la libertad de 26 de presos políticos, en el entendido de que “Cuba no acepta presiones ni chantajes”, según advirtió el oficial diario Granma.

“Las consecuencias del ayuno serán de su única y entera responsabilidad”, agregó el periódico en la primera referencia al tema de un medio local.

Fariñas declaró que el gobierno “está preparando a la opinión pública” ante cualquier desenlace fatal. Granma dijo que “en este caso, no es la medicina la que debe resolver el problema intencionalmente creado con el propósito de desacreditar el sistema político cubano, sino el propio Fariñas. Su hoja de servicios es amplia también en la asistencia a actividades de todo tipo en la SINA (sede de la diplomacia estadunidense) y algunas sedes diplomáticas europeas de las que recibe instrucciones, dinero”, denunció.

Fariñas, no obstante, desestimó las acusaciones. “El gobierno siempre hace lo mismo, difamar y tergiversar, es la misma propaganda utilizada cuando Orlando Zapata Tamayo”, quien murió el 23de febrero tras otra huelga de hambre de 85 días, dijo. El órgano informativo del Partido Comunista afirmó que si Fariñas “está vivo es gracias a la atención médica calificada que ha recibido”. Granma añadió que los presos, cuya liberación demanda Fariñas, son “contrarrevolucionarios, sancionados con todas las garantías procesales por nuestros tribunales, por actuar al servicio de intereses extranjeros, contra la independencia y el orden institucional”. Asimismo, dijo que en 1995 Fariñas agredió físicamente a una mujer por lo que cumplió una primera sentencia de tres años de cárcel y realizó también su primera huelga de hambre. En 2002, continuó el diario, atacó a bastonazos a un anciano “que había impedido un acto terrorista”, por lo que fue sancionado a cinco años de prisión e hizo su segundo ayuno.

En respuesta al texto, Fariñas acusó al gobierno de Raúl Castro de buscar “desacreditar” su imagen y “preparar su muerte”, e informó que había rechazado una oferta de España para exiliarse en ese país. “El consejero político de la embajada de España, Carlos Pérez-Desoy, me informó que el gobierno cubano le había solicitado al español que me acogiera en España, y que si yo estaba dispuesto a viajar a España. Yo me negué”, dijo Fariñas, que mantiene el ayuno en su casa en la ciudad de Santa Clara (280 km al este de La Habana). El viernes Fariñas también rechazó el pedido de Pérez-Desoy para deponer el ayuno que inició el 24 de febrero, tras la muerte de Zapata, en reclamo de la libertad de 26 presos políticos enfermos.

La Habana/Manuel Juan Somoza, Milenio, 9 de marzo.

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