El secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, apuesta por una gobernabilidad de largo plazo, más allá de los vaivenes electorales; espera que la reforma política sea aprobada antes de los comicios del 4 de julio y afirma que “en política, la única muerte absoluta es la ceguera”. Estas son algunas de sus afirmaciones en el marco de una reunión de trabajo con directivos y colaboradores de Crónica, en la que abordó no sólo los puntos de la coyuntura, sino también una visión de largo plazo de la política.
Con respuestas profundas y a la vez ingeniosas, Gómez Mont habló de su misión de “pasar del desmantelamiento del autoritarismo a la reconstrucción de la autoridad, desde la democracia”. Estos son los puntos principales de la plática:
El secretario de Gobernación inicia con una rápida y bien enlazada exposición sobre las razones por las que considera necesaria la reforma política.
Gómez Mont ubicó su accionar en un contexto en el que se da un cierto “agotamiento, en la alternancia, de los gobiernos divididos”, sin mayoría parlamentaria, que se expresa en que la gente no quiere estar sometida a los tiempos de los políticos y a la falta de incentivos para que los sujetos políticos lleguen a acuerdos sustantivos. Al mismo tiempo, dice, al ver las experiencias de otros países, “asumimos que no estamos condenados” y que puede haber soluciones.
Por eso, señala, los políticos deben reconocer el poder que la ciudadanía tiene sobre ellos y modificar el sistema de incentivos hacia uno de cooperación. Afirma que entre las distintas fuerzas hay consenso en muchos puntos del diagnóstico y también en la necesidad de que haya más participación ciudadana y de que exista un acuerdo base para mejorar los mecanismos de gobernabilidad, para acabar con situaciones como las que se han visto recientemente. “Echarle la culpa a los demás precipita lo peor de la política”.
Concluye su introducción recordando que este año se celebran “dos gestas violentas: una que nos dio identidad y otra que expresó el deseo de mayor justicia social”, y que “la mejor manera de honrarlas es haciéndolo con renovación institucional”. Por ello, afirmó, “el 2010 debe tapar al 2012”.
Cuestionado sobre las posibilidades de que la reforma sea aprobada, Gómez Mont muestra optimismo. “Hay muchas perspectivas, muchas lógicas de poder, pero se comparte el diagnóstico, y eso es muy importante”, responde, y luego explica: “la diferencia entre el autoritarismo y el pasaje a la democracia es la misma que hay entre el cinismo y la hipocresía… la hipocresía es la mejor aliada de la reforma”, porque la ciudadanía ve a los políticos, éstos quieren quedar bien y les preocupa “que la mezquindad se cobre, se facture y sea cara”.
Respecto a los tiempos, pondera: “Si tú quieres que la reforma no quede de rehén de las elecciones tiene que salir antes de julio”, aunque acota que esto no necesariamente significa que vayan a hacerlo antes de abril.
Al llegar al tema electoral, es obligado preguntar sobre las previsiones de una baja de la votación de Acción Nacional. El titular de Gobernación no titubea. “No me espantan los vaivenes electorales. Lo que hoy se cae se va a volver a levantar y viceversa”. Comenta que cuando hay crisis los partidos en el gobierno salen golpeados. “Le pasó al PRI. Al PAN le va a pasar lo mismo”. Reitera que no hay que espantarse de ello.
De ahí resulta lógico pasar a distintos temas del momento: la posición del secretario frente a las alianzas, su renuncia al PAN y su relación con los partidos. Gómez Mont los va desmenuzando uno a uno.
Sobre las alianzas, dice que debe “articular claridades”: ser transparente y tener propósitos claros. Entiende que hay razones para enfrentar el poder brutal de algunos gobernadores para reproducirse, pero que siempre ha manifestado su oposición a alianzas que no generen un discurso político coherente. Remata con una reflexión sobre la reforma política: “el acotamiento al poder del presidente debería traducirse igual para los gobernadores”.
Sobre su renuncia al PAN, afirma que lo primero es la lealtad a la tarea que le encomendó el presidente Calderón y que es generar acuerdos para que un gobierno con minoría parlamentaria tenga viabilidad. Por eso, aclara, “no me bajo cuando se está hundiendo el bote”. También revisa su historia personal, como abogado independiente: “Yo no me hice en la militancia, a mí me trajeron de otra parte. Eso también me explica”. Concluye señalando que “el PAN es una opción necesaria en el sistema político y tendrá que vivir su propia crisis”.
Sobre su relación con los partidos, Gómez Mont deja claro que mantiene la interlocución con todos, dice que seguirá buscando acuerdos, construyendo espacios de gobernabilidad.
Los recientes sainetes en la Cámara de Diputados dan lugar a una pregunta sobre el fuero parlamentario.
El secretario Gómez Mont afirma que tiene clara una circunstancia en la que el fuero no se justifica y es una eventual ruptura de la confidencialidad en asuntos de seguridad nacional. “Cualquier revelación de esa información confidencial debe dar lugar a responsabilidades”, dice.
Pasamos, entonces, al último tema, que es el de la seguridad.
Gómez Mont inicia con un diagnóstico. Señala que el proceso de transición democrática ha ido modificando las coberturas que tenía el crimen organizado, un arbitraje desde distintos puestos de poder político que movía la competencia entre los cárteles, y que hemos llegado al momento en que ya no existen estos árbitros, con los resultados de violencia que vivimos. Por eso, afirma que “hay que actuar antes de que se colapsen las instituciones”, y asegura que se ha avanzado mucho en ese terreno, recuperando zonas que controlaba el crimen y que el siguiente paso toca a los estados de la república, que es reconstruir su capacidad de fuerza.
© Su renuncia al PAN
Afirma que lo primero es la lealtad a la tarea que le encomendó el presidente Calderón y que es generar acuerdos para que un gobierno con minoría parlamentaria tenga viabilidad
© Seguridad
“Hay que actuar antes de que se colapsen las instituciones”, y asegura que se ha avanzado mucho en ese terreno, recuperando zonas que controlaba el crimen.
Con respuestas profundas y a la vez ingeniosas, Gómez Mont habló de su misión de “pasar del desmantelamiento del autoritarismo a la reconstrucción de la autoridad, desde la democracia”. Estos son los puntos principales de la plática:
El secretario de Gobernación inicia con una rápida y bien enlazada exposición sobre las razones por las que considera necesaria la reforma política.
Gómez Mont ubicó su accionar en un contexto en el que se da un cierto “agotamiento, en la alternancia, de los gobiernos divididos”, sin mayoría parlamentaria, que se expresa en que la gente no quiere estar sometida a los tiempos de los políticos y a la falta de incentivos para que los sujetos políticos lleguen a acuerdos sustantivos. Al mismo tiempo, dice, al ver las experiencias de otros países, “asumimos que no estamos condenados” y que puede haber soluciones.
Por eso, señala, los políticos deben reconocer el poder que la ciudadanía tiene sobre ellos y modificar el sistema de incentivos hacia uno de cooperación. Afirma que entre las distintas fuerzas hay consenso en muchos puntos del diagnóstico y también en la necesidad de que haya más participación ciudadana y de que exista un acuerdo base para mejorar los mecanismos de gobernabilidad, para acabar con situaciones como las que se han visto recientemente. “Echarle la culpa a los demás precipita lo peor de la política”.
Concluye su introducción recordando que este año se celebran “dos gestas violentas: una que nos dio identidad y otra que expresó el deseo de mayor justicia social”, y que “la mejor manera de honrarlas es haciéndolo con renovación institucional”. Por ello, afirmó, “el 2010 debe tapar al 2012”.
Cuestionado sobre las posibilidades de que la reforma sea aprobada, Gómez Mont muestra optimismo. “Hay muchas perspectivas, muchas lógicas de poder, pero se comparte el diagnóstico, y eso es muy importante”, responde, y luego explica: “la diferencia entre el autoritarismo y el pasaje a la democracia es la misma que hay entre el cinismo y la hipocresía… la hipocresía es la mejor aliada de la reforma”, porque la ciudadanía ve a los políticos, éstos quieren quedar bien y les preocupa “que la mezquindad se cobre, se facture y sea cara”.
Respecto a los tiempos, pondera: “Si tú quieres que la reforma no quede de rehén de las elecciones tiene que salir antes de julio”, aunque acota que esto no necesariamente significa que vayan a hacerlo antes de abril.
Al llegar al tema electoral, es obligado preguntar sobre las previsiones de una baja de la votación de Acción Nacional. El titular de Gobernación no titubea. “No me espantan los vaivenes electorales. Lo que hoy se cae se va a volver a levantar y viceversa”. Comenta que cuando hay crisis los partidos en el gobierno salen golpeados. “Le pasó al PRI. Al PAN le va a pasar lo mismo”. Reitera que no hay que espantarse de ello.
De ahí resulta lógico pasar a distintos temas del momento: la posición del secretario frente a las alianzas, su renuncia al PAN y su relación con los partidos. Gómez Mont los va desmenuzando uno a uno.
Sobre las alianzas, dice que debe “articular claridades”: ser transparente y tener propósitos claros. Entiende que hay razones para enfrentar el poder brutal de algunos gobernadores para reproducirse, pero que siempre ha manifestado su oposición a alianzas que no generen un discurso político coherente. Remata con una reflexión sobre la reforma política: “el acotamiento al poder del presidente debería traducirse igual para los gobernadores”.
Sobre su renuncia al PAN, afirma que lo primero es la lealtad a la tarea que le encomendó el presidente Calderón y que es generar acuerdos para que un gobierno con minoría parlamentaria tenga viabilidad. Por eso, aclara, “no me bajo cuando se está hundiendo el bote”. También revisa su historia personal, como abogado independiente: “Yo no me hice en la militancia, a mí me trajeron de otra parte. Eso también me explica”. Concluye señalando que “el PAN es una opción necesaria en el sistema político y tendrá que vivir su propia crisis”.
Sobre su relación con los partidos, Gómez Mont deja claro que mantiene la interlocución con todos, dice que seguirá buscando acuerdos, construyendo espacios de gobernabilidad.
Los recientes sainetes en la Cámara de Diputados dan lugar a una pregunta sobre el fuero parlamentario.
El secretario Gómez Mont afirma que tiene clara una circunstancia en la que el fuero no se justifica y es una eventual ruptura de la confidencialidad en asuntos de seguridad nacional. “Cualquier revelación de esa información confidencial debe dar lugar a responsabilidades”, dice.
Pasamos, entonces, al último tema, que es el de la seguridad.
Gómez Mont inicia con un diagnóstico. Señala que el proceso de transición democrática ha ido modificando las coberturas que tenía el crimen organizado, un arbitraje desde distintos puestos de poder político que movía la competencia entre los cárteles, y que hemos llegado al momento en que ya no existen estos árbitros, con los resultados de violencia que vivimos. Por eso, afirma que “hay que actuar antes de que se colapsen las instituciones”, y asegura que se ha avanzado mucho en ese terreno, recuperando zonas que controlaba el crimen y que el siguiente paso toca a los estados de la república, que es reconstruir su capacidad de fuerza.
© Su renuncia al PAN
Afirma que lo primero es la lealtad a la tarea que le encomendó el presidente Calderón y que es generar acuerdos para que un gobierno con minoría parlamentaria tenga viabilidad
© Seguridad
“Hay que actuar antes de que se colapsen las instituciones”, y asegura que se ha avanzado mucho en ese terreno, recuperando zonas que controlaba el crimen.
Guillermo Ortega Ruiz, La Crónica, 12 de marzo.
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