El líder cubano Fidel Castro salió ayer al paso de las críticas internacionales y de la oposición por las supuestas torturas y la muerte del prisionero de conciencia Orlando Zapata Tamayo, fallecido la semana pasada al cabo de una huelga de hambre de 85 días.
“En nuestro país jamás se torturó a nadie, jamás se ordenó el asesinato de un adversario, jamás se mintió al pueblo”, aseguró el ex presidente Castro, primer secretario del gobernante Partido Comunista, bajo cuyo mandato, durante casi medio siglo, se ejecutó a compañeros caídos en desgracia o dirigentes anticastristas.
También defendió al mandatario brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, ante quienes le acusan de ignorar en su reciente visita a La Habana el caso de Zapata.
“Algunos envidiosos de su prestigio y de su gloria, y peor aún, los que están al servicio del imperio lo criticaron por visitar Cuba. Utilizaron para ello las viles calumnias que desde hace medio siglo se usan contra Cuba”, escribió Castro.
“Era un delincuente común”. A su vez, la televisión estatal —no hay otra permitida en la isla— emitió un extenso reportaje en el que se acusa a “la contrarrevolución” de una “campaña de difamación” para ocultar las atenciones médicas que recibió Zapata antes de morir el martes de la semana pasada.
El informe insiste en que el disidente, que estaba preso desde 2003, fue atendido “con todo el rigor médico”.
Por su parte, el diario Granma acusó a Zapata de delincuente común que “adoptó un perfil político cuando ya su biografía penal era extensa”.
“Ahora, asesinato moral”. La organización de exiliados en Miami Directorio Democrático Cubano (DDC) repudió ayer las justificaciones de Granma sobre que Zapata era un “delincuente”.
“La dictadura militar y totalitaria de los hermanos Fidel y Raúl Castro no solamente ha asesinado al prisionero de conciencia Orlando Zapata Tamayo, ahora pretende asesinar moralmente su memoria”, denunció el DDC, que recordó que el régimen castrista “usualmente acusa de mercenario, gusano, bandido y asalariado a todo aquel que levanta su voz contra las injusticias.
“Los que asesinaron a Orlando Zapata Tamayo lo han hecho por 51 años con los mejores hijos de la nación cubana. Es hora de decir basta a estos criminales que controlan por la fuerza nuestro país. ¡Basta, Cuba quiere libertad!”, denunció el DDC.
“Hay momentos en que tiene que haber mártires”
El psicólogo y periodista disidente Guillermo Fariñas, de 48 años (11 y medio de los cuales los pasó en la cárcel) se encuentra en su vigésimo tercera huelga de hambre, todas para protestar por la falta de libertades bajo la dictadura castrista, y en esta ocasión para denunciar que el régimen cubano deja morir a los que se oponen, como el preso político Orlando Zapata, que murió para exigir que el gobierno le reconociera el estatus de preso de conciencia.
En entrevista a El País, Fariñas dijo que no le importa el martirio, que ve a su cuerpo, muy delicado ya tras siete días en huelga de hambre y sed, como “un instrumento más para alcanzar la libertad en Cuba”: “Hay momentos en la historia en que tiene que haber mártires”.
“Si muero –concluye–, que el mundo se percate de que el gobierno deja morir a sus opositores y de que lo que ocurrió con Orlando no es un caso aislado”. En la imagen, Fariñas con otros dos disidentes, René Gómez y Francisco Chaviano, en su casa de Santa Clara.
La Crónica, 3 de marzo.
“En nuestro país jamás se torturó a nadie, jamás se ordenó el asesinato de un adversario, jamás se mintió al pueblo”, aseguró el ex presidente Castro, primer secretario del gobernante Partido Comunista, bajo cuyo mandato, durante casi medio siglo, se ejecutó a compañeros caídos en desgracia o dirigentes anticastristas.
También defendió al mandatario brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, ante quienes le acusan de ignorar en su reciente visita a La Habana el caso de Zapata.
“Algunos envidiosos de su prestigio y de su gloria, y peor aún, los que están al servicio del imperio lo criticaron por visitar Cuba. Utilizaron para ello las viles calumnias que desde hace medio siglo se usan contra Cuba”, escribió Castro.
“Era un delincuente común”. A su vez, la televisión estatal —no hay otra permitida en la isla— emitió un extenso reportaje en el que se acusa a “la contrarrevolución” de una “campaña de difamación” para ocultar las atenciones médicas que recibió Zapata antes de morir el martes de la semana pasada.
El informe insiste en que el disidente, que estaba preso desde 2003, fue atendido “con todo el rigor médico”.
Por su parte, el diario Granma acusó a Zapata de delincuente común que “adoptó un perfil político cuando ya su biografía penal era extensa”.
“Ahora, asesinato moral”. La organización de exiliados en Miami Directorio Democrático Cubano (DDC) repudió ayer las justificaciones de Granma sobre que Zapata era un “delincuente”.
“La dictadura militar y totalitaria de los hermanos Fidel y Raúl Castro no solamente ha asesinado al prisionero de conciencia Orlando Zapata Tamayo, ahora pretende asesinar moralmente su memoria”, denunció el DDC, que recordó que el régimen castrista “usualmente acusa de mercenario, gusano, bandido y asalariado a todo aquel que levanta su voz contra las injusticias.
“Los que asesinaron a Orlando Zapata Tamayo lo han hecho por 51 años con los mejores hijos de la nación cubana. Es hora de decir basta a estos criminales que controlan por la fuerza nuestro país. ¡Basta, Cuba quiere libertad!”, denunció el DDC.
“Hay momentos en que tiene que haber mártires”
El psicólogo y periodista disidente Guillermo Fariñas, de 48 años (11 y medio de los cuales los pasó en la cárcel) se encuentra en su vigésimo tercera huelga de hambre, todas para protestar por la falta de libertades bajo la dictadura castrista, y en esta ocasión para denunciar que el régimen cubano deja morir a los que se oponen, como el preso político Orlando Zapata, que murió para exigir que el gobierno le reconociera el estatus de preso de conciencia.
En entrevista a El País, Fariñas dijo que no le importa el martirio, que ve a su cuerpo, muy delicado ya tras siete días en huelga de hambre y sed, como “un instrumento más para alcanzar la libertad en Cuba”: “Hay momentos en la historia en que tiene que haber mártires”.
“Si muero –concluye–, que el mundo se percate de que el gobierno deja morir a sus opositores y de que lo que ocurrió con Orlando no es un caso aislado”. En la imagen, Fariñas con otros dos disidentes, René Gómez y Francisco Chaviano, en su casa de Santa Clara.
La Crónica, 3 de marzo.
1 comentarios:
Es increíble semejante mentira luego de los asesinatos al triunfo de la mal llamada revolución. Eso además de que Fidel será recordado como el creador del mejor asesinato de todo el siglo XX, sin discusión. Esa obra maestra fue la muerte de Camilo Cienfuegos, al cual eliminó sin dejar casi ningún rastro y se llevará probablemente el secreto a la tumba.
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