Enferma sanidad cubana

LA HABANA.- Aunque Cuba sigue mostrando la esperanza de vida más alta de la región y un sistema de salud pública superior al de muchos países desarrollados, sus habitantes resienten el deterioro que sufren hospitales, policlínicos y servicios médicos en toda la Isla.

Manuel Rodríguez, un plomero habanero de 47 años, requería de una intervención proctológica de las que exigen una serie de preparativos molestos la noche anterior.

El hombre llegó temprano al hospital Calixto García, un centro de referencia en la capital.

La intervención, prevista para las 8:00 horas, se demoraba sin que el paciente, mal dormido e incómodo, recibiera una explicación.

Pasaron las horas y con ellas varias camillas manchadas de sangre y excrementos, en las que tumbaban a nuevos enfermos sin cambiar la sábana.

Cuando Manuel no aguantó más el hedor, preguntó a una enfermera que salía de un quirófano. Así supo que no lo iban a intervenir.

"Una bacteria ha inutilizado el salón que te correspondía, mi amor", le explicó la enfermera, vestida con una bata semi abrochada.

Una semana después, el plomero repitió los preparativos, llegó puntual y esperó que lo nombraran. Tampoco tuvo suerte.

"Hoy no hay agua", le dijeron en el hospital.

Cinco días más tarde, Manuel volvió a realizar la escatológica liturgia nocturna y acudió al hospital encomendándose a la Caridad del Cobre y a Eleggua, una deidad Yoruba.

Ni así. La cirujana ese día faltó al trabajo.

Por fin, una semana después Manuel fue operado por otra doctora que lo dejó "nuevo de paquete", sin sufrir y, por supuesto, ni gastar un centavo.

"Así es Cuba", concluyó el hombre.

"Tú sabes, la culpa es de los yanquis que nos maltratan", agregó, entre burlón y resignado.

Un especialista en medicina infantil fue más contundente sobre el sistema de salud.

"Está gravemente enfermo", diagnosticó.

El doctor trabaja en el Hospital Pediátrico Williams Soler, donde, según dijo, los empleados roban comida de los enfermos.

"Es un desfalco permanente de todo lo que puedas imaginar, sin la menor consideración a los protocolos, al paciente, a la jerarquía profesional", añadió.

Como otros colegas, este especialista trabaja muchas horas y se siente desmoralizado por las condiciones laborales.

El pediatra no parecía sorprendido por lo sucedido en el Hospital Psiquiátrico de La Habana, donde en enero murieron 26 personas a causa de las bajas temperaturas, la desatención y la comida insuficiente que recibían los enfermos. La ilegal Comisión Cubana de Derechos Humanos asegura que a la fecha los muertos son más de 50.

Habaneros han dicho a REFORMA que este episodio es sólo la punta de lanza de la profunda crisis del sistema de salud que, junto a la educación, es la conquista de la Revolución que más aprecian los cubanos.

La crisis en el rubro, opinan, es estructural. Las soluciones realistas, si existen, se manejan como secretos de Estado.

Algunos medios isleños han hecho eco del problema.

En un sondeo realizado por el semanario Bohemia, los cubanos valoraron positivamente la gratuidad, la capacidad del personal y equipamiento tecnológico de hospitales y policlínicos.

No obstante, se quejaron de la desorganización, el deterioro de las instalaciones y la ausencia de higiene.

También denunciaron la excesiva familiaridad con que los auxiliares tratan a los pacientes.

"La enfermera que atendió a mi suegro llevaba las uñas más largas que he visto y algo lleno de manchas, que pudo ser una bata. ¿Cómo es posible que pase esto en Cuba?", se preguntaba una científica.

"Y encima, lo llamaba 'puro' y 'pipo', como si (fuera) su papá", añadió.

Actualmente, unos 135 mil profesionales cubanos del sector trabajan en más de 100 países de todo el mundo. La exportación de personal y de servicios de salud se ha convertido en una de las principales fuentes de ingresos para la Isla.

Muchos cubanos atribuyen también a esa causa el deterioro del sector.

Sin embargo, investigadores afirman que obedece más a ineficiencias administrativas, desorganización, y robo de suministros, que al personal en el extranjero, los problemas financieros o las limitaciones impuestas por Washington.

"Está bueno ya de atribuir al bloqueo los males de nuestra salud pública. Estados Unidos tiene su parte, y nosotros la nuestra. Nos falta seriedad y responsabilidad", opinó el doctor del pediátrico.




Cobertura amplia

El servicio de salud es una de las conquistas de la Revolución que más aprecian los cubanos, aunque reconocen que también tiene fallas.


11.2 millones de personas habitan en la nación caribeña.

74,552 médicos hay en la Isla, uno por cada 151 habitantes.

11,234 dentistas laboran actualmente, uno por cada mil isleños.

217 hospitales operan en todo el territorio nacional.

571 policlínicos dan atención, 17 en zonas rurales.

10,000 consultorios de familia dan servicio a la población cubana.


Yolanda Martínez corresponsal, Reforma, 8 de marzo.

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