El presidente del Senado, Carlos Navarrete acusó que la situación en Ciudad Juárez se le salió de control al Estado, y demandó al presidente Felipe Calderón definir de manera urgente los mecanismos de atención a una situación que ya se desbordó, e impactó al personal diplomático de Estados Unidos.
Navarrete también descartó la posibilidad de que se apruebe la Ley Antisecuestro durante el actual periodo de sesiones, debido a la importancia y complejidad que representa, pues hay varios temas que se tienen que analizar a fondo para no violentar derechos humanos.
"Comparto que le demos instrumentos extras al Ejecutivo, sin embargo no comparto darle autorización para violación de garantías constitucionales, a la delincuencia y a los secuestradores hay que combatirlos con la ley en la mano, pero sin violar garantías individuales del resto de la población", atajó.
El perredista se comprometió a no permitir que la coyuntura electoral paralice el trabajo legislativo, y en ese sentido aseguró que el Senado hará un esfuerzo por aprobar las reformas política y de seguridad en este periodo.
Entrevistado en el marco de un foro de análisis sobre las izquierdas, Navarrete también se refirió al clima de violencia e inseguridad que se vive en el país, especialmente en Ciudad Juárez y Guerrero, aunque en esta última entidad lo justificó por el reacomodo de los cárteles de la droga luego de la muerte de Arturo Beltrán Leyva.
"Estamos viendo las consecuencias de un reacomodo de las bandas del narcotráfico que pretenden apoderarse del mercado de Acapulco a como dé lugar y están regando muertos, incluyendo algunos policías, como producto de este combate entre ellos", detalló.
En el caso de Ciudad Juárez, Navarrete rechazó solicitar la desaparición de poderes en esa entidad, pues lo cierto es que la situación se salió de control a los tres órdenes de gobierno en el estado.
"Me parece que la situación en Juárez se ha salido de control literalmente pese a los esfuerzos de la policía, del Ejército, de todos y hay una necesidad urgente de que el presidente Calderón redefina rápidamente los mecanismos de atención, estamos frente a una situación absolutamente desbordada, descontrolada, que tocó ya al personal del consulado de Estados Unidos", indicó.
En ese sentido confió en que el gobierno de Estados Unidos ahora sí comprenda la gravedad de no frenar el tráfico de armas que se origina en su territorio.
"Dramáticamente, el presidente Barack Obama ha visto ahora las consecuencias de no haber parado la venta de armas y las consecuencias de que en México la impunidad no haya podido ser combatida", sostuvo.
Navarrete manifestó su preocupación por la situación que prevalece en Juárez y aseguró que la indignación del presidente Obama por la muerte de sus ciudadanos en el consulado de Estados Unidos, "es un elemento extra a la gravedad" que persiste en esa ciudad fronteriza.
Sin embargo, dijo que eso no quiere decir "que porque el presidente Obama se indigne, ahora sí hay que atender Juárez, no, es casi, casi la gota que está derramando el vaso, de un vaso ya lleno de violencia, de crímenes, de impunidad, de programas fallidos".
Navarrete también descartó la posibilidad de que se apruebe la Ley Antisecuestro durante el actual periodo de sesiones, debido a la importancia y complejidad que representa, pues hay varios temas que se tienen que analizar a fondo para no violentar derechos humanos.
"Comparto que le demos instrumentos extras al Ejecutivo, sin embargo no comparto darle autorización para violación de garantías constitucionales, a la delincuencia y a los secuestradores hay que combatirlos con la ley en la mano, pero sin violar garantías individuales del resto de la población", atajó.
El perredista se comprometió a no permitir que la coyuntura electoral paralice el trabajo legislativo, y en ese sentido aseguró que el Senado hará un esfuerzo por aprobar las reformas política y de seguridad en este periodo.
Entrevistado en el marco de un foro de análisis sobre las izquierdas, Navarrete también se refirió al clima de violencia e inseguridad que se vive en el país, especialmente en Ciudad Juárez y Guerrero, aunque en esta última entidad lo justificó por el reacomodo de los cárteles de la droga luego de la muerte de Arturo Beltrán Leyva.
"Estamos viendo las consecuencias de un reacomodo de las bandas del narcotráfico que pretenden apoderarse del mercado de Acapulco a como dé lugar y están regando muertos, incluyendo algunos policías, como producto de este combate entre ellos", detalló.
En el caso de Ciudad Juárez, Navarrete rechazó solicitar la desaparición de poderes en esa entidad, pues lo cierto es que la situación se salió de control a los tres órdenes de gobierno en el estado.
"Me parece que la situación en Juárez se ha salido de control literalmente pese a los esfuerzos de la policía, del Ejército, de todos y hay una necesidad urgente de que el presidente Calderón redefina rápidamente los mecanismos de atención, estamos frente a una situación absolutamente desbordada, descontrolada, que tocó ya al personal del consulado de Estados Unidos", indicó.
En ese sentido confió en que el gobierno de Estados Unidos ahora sí comprenda la gravedad de no frenar el tráfico de armas que se origina en su territorio.
"Dramáticamente, el presidente Barack Obama ha visto ahora las consecuencias de no haber parado la venta de armas y las consecuencias de que en México la impunidad no haya podido ser combatida", sostuvo.
Navarrete manifestó su preocupación por la situación que prevalece en Juárez y aseguró que la indignación del presidente Obama por la muerte de sus ciudadanos en el consulado de Estados Unidos, "es un elemento extra a la gravedad" que persiste en esa ciudad fronteriza.
Sin embargo, dijo que eso no quiere decir "que porque el presidente Obama se indigne, ahora sí hay que atender Juárez, no, es casi, casi la gota que está derramando el vaso, de un vaso ya lleno de violencia, de crímenes, de impunidad, de programas fallidos".
Alejandro Páez, Crónica, 16 de marzo.
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