El presidente de Costa Rica, Óscar Arias, se convirtió ayer en el primer mandatario latinoamericano que se atrevió a condenar con dureza la represión del régimen castrista contra la disidencia y el único en alzar claramente la voz a favor de los presos políticos.
El premio Nobel de la Paz lamentó la muerte del disidente Orlando Zapata y exhortó al presidente Raúl Castro a que libere a los presos políticos.
“Los presos políticos no existen en las democracias. En ningún país verdaderamente libre uno va a prisión por pensar distinto —dijo—. Cuba puede hacer todos los esfuerzos de oratoria que desee para vender la idea de que es una democracia especial, pero cada preso político niega en la práctica esa afirmación. Cada preso político es una prueba irrefutable de autoritarismo”.
Para Arias, que dejará el poder en dos meses, “Cuba tiene en sus manos la oportunidad de demostrarle al mundo los primeros signos de esa transición democrática que desde hace mucho tiempo esperamos; de demostrar que puede aprender a respetar los derechos humanos, sobre todo los derechos de sus opositores”.
Según Arias, “si Cuba liberara a sus presos políticos tendría más autoridad para reclamar respeto a su régimen”.
Explicó que pretende sumar su voz “a ese coro de indignación que recorre buena parte de nuestra América y del mundo”, en contra de “un régimen que se vanagloria de su solidaridad, pero que en la práctica aplica esa solidaridad únicamente a sus simpatizantes”.
El presidente concluyó su declaración afirmando estar consciente de que con sus palabras será objeto de “todo tipo de acusaciones de parte del gobierno cubano.
“Me acusarán de inmiscuirme en asuntos internos, de irrespetar su soberanía y, casi con certeza, de ser un lacayo del imperio”, pero agregó que a pesar de eso no podía guardar silencio.
“No voy a callarme cuando se vulneran los derechos humanos, cuando la sola existencia de un régimen como el de Cuba es una afrenta a la democracia, cuando se pone en jaque la vida de seres humanos por defender a ultranza una causa ideológica que prescribió hace años. He vivido lo suficiente para saber que no hay nada peor que tener miedo a decir la verdad”, aseguró Arias.
Para Lula, Bandidos. El presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva sigue a la defensiva desde que hace dos semanas se le vio en La Habana bromeando con Fidel Castro y su hermano Raúl el mismo día en que fallecía por huelga de hambre el preso político Orlando Zapata.
Ayer, coincidiendo con el recibo de una carta de disidentes cubanos que desde hace meses le piden que interceda por los disidentes, en especial por Guillermo Fariñas, quien está en huelga de hambre desde hace 15 días, Lula pidió “respeto” para las autoridades cubanas.
“Tenemos que respetar la determinación del gobierno cubano de detener personas según la legislación de Cuba”, aseguró, y agregó que “la huelga de hambre no puede ser utilizada como un pretexto de derechos humanos para liberar personas”, prosiguió. “Imagine si todos los bandidos que están presos en Sao Paulo entraran en huelga de hambre y pidieran su libertad”.
Por su parte, el canciller Celso Amorim remató la alianza de Lula con los Castro al afirmar que “si alguien está interesado en que haya una evolución política en Cuba, hay una receta que es muy rápida: acabar con el embargo” de EU a ese país.
El parlamentario Raúl Jungmann, del opositor Partido Popular Socialista, criticó con dureza a Lula al señalar que “toda persona comprometida con los derechos humanos denuncia la situación de los presos en Cuba”. Ayer presentó una moción de censura contra “las violaciones de los derechos humanos en Cuba”, pero el mayoritario Partido de los Trabajadores (PT), de Lula, vetó la propuesta.
“Es lamentable que la base parlamentaria del gobierno se niegue a ver las flagrantes violaciones de los derechos humanos en Cuba, como si no bastase con las tan desastradas declaraciones del presidente Lula”, declaró.
El diputado del PT Mauricio Rands trató de justificar las palabras de Lula al señalar que “se expresó mal o no fue comprendido, pues él sabe la diferencia entre un preso político y un preso común”.
Rands aclaró además que, en el partido fundado por Lula en 1980, “no se acepta que una persona sea presa porque se opone a un gobierno y sin haber cometido un crimen”.
“Nunca más permitamos que nuestro silencio se convierta en complicidad”
Parlamento Europeo condena con dureza represión en Cuba y exige libertad a presos políticos
El Parlamento de la Unión Europea (UE) aprobó ayer su condena más dura al régimen castrista, al que reclama la liberación inmediata de todos los presos políticos.
Hubo una insólita unanimidad en la Eurocámara, donde todo el arco político, desde la extrema derecha a la extrema izquierda, votó a favor de una condena por la muerte del preso político Orlando Zapata, tras pasar 85 días en huelga de hambre. También todos los grupos, esta vez con la excepción de los radicales de Izquierda Unitaria Europea, agregaron en la resolución de condena la liberación inmediata de todos los presos políticos.
“Espeso silencio”. Antes de enredarse en sus diferencias respecto a la política que la UE debe seguir con La Habana, el grueso de los diputados que intervinieron en el debate sobre Cuba prefirió lanzar un mensaje claro en favor de la libertad y los derechos de los cubanos.
“Nunca más permitamos que nuestro silencio se convierta en complicidad con los liberticidas, nunca más permitamos que una persona que luchaba por sus derechos y los de todos muera en la cárcel cubana o de cualquier otro lugar sin que se levante nuestra voz fuerte y firme exigiendo su salvación”, señaló el español Luis Yáñez en nombre del grupo socialista.
El europarlamentario socialista español recordó que Zapata “sólo pedía la mejora de las condiciones carcelarias” y criticó el “espeso silencio de la comunidad internacional” durante su huelga de hambre.
La excepción. El único grupo que se negó a condenar al régimen cubano fue Izquierda Unitaria, por la que tomó la palabra el español Willy Meyer para denunciar la “instrumentalización” de los debates sobre derechos humanos y criticar que, por ejemplo, que el PE no condenase en su día el golpe militar en Honduras.
En cualquier caso, para haber logrado este amplio consenso los dos grandes partidos, el socialista y el conservador, dejaron de lado sus diferencias en torno a si se mantiene vigente la Posición Común, que condiciona las relaciones de la UE con Cuba a que haya avances en materia de derechos humanos. Los grupos de izquierda, encabezados por el presidente español José Luis Rodríguez Zapatero, prefiere un acercamiento sin condiciones previas.
El premio Nobel de la Paz lamentó la muerte del disidente Orlando Zapata y exhortó al presidente Raúl Castro a que libere a los presos políticos.
“Los presos políticos no existen en las democracias. En ningún país verdaderamente libre uno va a prisión por pensar distinto —dijo—. Cuba puede hacer todos los esfuerzos de oratoria que desee para vender la idea de que es una democracia especial, pero cada preso político niega en la práctica esa afirmación. Cada preso político es una prueba irrefutable de autoritarismo”.
Para Arias, que dejará el poder en dos meses, “Cuba tiene en sus manos la oportunidad de demostrarle al mundo los primeros signos de esa transición democrática que desde hace mucho tiempo esperamos; de demostrar que puede aprender a respetar los derechos humanos, sobre todo los derechos de sus opositores”.
Según Arias, “si Cuba liberara a sus presos políticos tendría más autoridad para reclamar respeto a su régimen”.
Explicó que pretende sumar su voz “a ese coro de indignación que recorre buena parte de nuestra América y del mundo”, en contra de “un régimen que se vanagloria de su solidaridad, pero que en la práctica aplica esa solidaridad únicamente a sus simpatizantes”.
El presidente concluyó su declaración afirmando estar consciente de que con sus palabras será objeto de “todo tipo de acusaciones de parte del gobierno cubano.
“Me acusarán de inmiscuirme en asuntos internos, de irrespetar su soberanía y, casi con certeza, de ser un lacayo del imperio”, pero agregó que a pesar de eso no podía guardar silencio.
“No voy a callarme cuando se vulneran los derechos humanos, cuando la sola existencia de un régimen como el de Cuba es una afrenta a la democracia, cuando se pone en jaque la vida de seres humanos por defender a ultranza una causa ideológica que prescribió hace años. He vivido lo suficiente para saber que no hay nada peor que tener miedo a decir la verdad”, aseguró Arias.
Para Lula, Bandidos. El presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva sigue a la defensiva desde que hace dos semanas se le vio en La Habana bromeando con Fidel Castro y su hermano Raúl el mismo día en que fallecía por huelga de hambre el preso político Orlando Zapata.
Ayer, coincidiendo con el recibo de una carta de disidentes cubanos que desde hace meses le piden que interceda por los disidentes, en especial por Guillermo Fariñas, quien está en huelga de hambre desde hace 15 días, Lula pidió “respeto” para las autoridades cubanas.
“Tenemos que respetar la determinación del gobierno cubano de detener personas según la legislación de Cuba”, aseguró, y agregó que “la huelga de hambre no puede ser utilizada como un pretexto de derechos humanos para liberar personas”, prosiguió. “Imagine si todos los bandidos que están presos en Sao Paulo entraran en huelga de hambre y pidieran su libertad”.
Por su parte, el canciller Celso Amorim remató la alianza de Lula con los Castro al afirmar que “si alguien está interesado en que haya una evolución política en Cuba, hay una receta que es muy rápida: acabar con el embargo” de EU a ese país.
El parlamentario Raúl Jungmann, del opositor Partido Popular Socialista, criticó con dureza a Lula al señalar que “toda persona comprometida con los derechos humanos denuncia la situación de los presos en Cuba”. Ayer presentó una moción de censura contra “las violaciones de los derechos humanos en Cuba”, pero el mayoritario Partido de los Trabajadores (PT), de Lula, vetó la propuesta.
“Es lamentable que la base parlamentaria del gobierno se niegue a ver las flagrantes violaciones de los derechos humanos en Cuba, como si no bastase con las tan desastradas declaraciones del presidente Lula”, declaró.
El diputado del PT Mauricio Rands trató de justificar las palabras de Lula al señalar que “se expresó mal o no fue comprendido, pues él sabe la diferencia entre un preso político y un preso común”.
Rands aclaró además que, en el partido fundado por Lula en 1980, “no se acepta que una persona sea presa porque se opone a un gobierno y sin haber cometido un crimen”.
“Nunca más permitamos que nuestro silencio se convierta en complicidad”
Parlamento Europeo condena con dureza represión en Cuba y exige libertad a presos políticos
El Parlamento de la Unión Europea (UE) aprobó ayer su condena más dura al régimen castrista, al que reclama la liberación inmediata de todos los presos políticos.
Hubo una insólita unanimidad en la Eurocámara, donde todo el arco político, desde la extrema derecha a la extrema izquierda, votó a favor de una condena por la muerte del preso político Orlando Zapata, tras pasar 85 días en huelga de hambre. También todos los grupos, esta vez con la excepción de los radicales de Izquierda Unitaria Europea, agregaron en la resolución de condena la liberación inmediata de todos los presos políticos.
“Espeso silencio”. Antes de enredarse en sus diferencias respecto a la política que la UE debe seguir con La Habana, el grueso de los diputados que intervinieron en el debate sobre Cuba prefirió lanzar un mensaje claro en favor de la libertad y los derechos de los cubanos.
“Nunca más permitamos que nuestro silencio se convierta en complicidad con los liberticidas, nunca más permitamos que una persona que luchaba por sus derechos y los de todos muera en la cárcel cubana o de cualquier otro lugar sin que se levante nuestra voz fuerte y firme exigiendo su salvación”, señaló el español Luis Yáñez en nombre del grupo socialista.
El europarlamentario socialista español recordó que Zapata “sólo pedía la mejora de las condiciones carcelarias” y criticó el “espeso silencio de la comunidad internacional” durante su huelga de hambre.
La excepción. El único grupo que se negó a condenar al régimen cubano fue Izquierda Unitaria, por la que tomó la palabra el español Willy Meyer para denunciar la “instrumentalización” de los debates sobre derechos humanos y criticar que, por ejemplo, que el PE no condenase en su día el golpe militar en Honduras.
En cualquier caso, para haber logrado este amplio consenso los dos grandes partidos, el socialista y el conservador, dejaron de lado sus diferencias en torno a si se mantiene vigente la Posición Común, que condiciona las relaciones de la UE con Cuba a que haya avances en materia de derechos humanos. Los grupos de izquierda, encabezados por el presidente español José Luis Rodríguez Zapatero, prefiere un acercamiento sin condiciones previas.
La Crónica, 11 de marzo.
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