El Embajador de Estados Unidos en México, Carlos Pascual, aseguró ayer que ninguna agencia de seguridad estadounidense llevará a cabo operativos en Ciudad Juárez, luego del asesinato de tres personas relacionadas con el Consulado de su país en esa ciudad.
Durante una visita a dicha representación, señaló que en México las agencias estadounidenses sólo apoyan a las autoridades mexicanas, que son las que tienen la jurisdicción del caso.
"Continuaremos trabajando conjuntamente contra esta amenaza a nuestras comunidades en espíritu de respeto mutuo. Ningún oficial de las agencias de la ley de Estados Unidos llevará a cabo operativos en México", afirmó.
Por la tarde, en la Cámara baja, diputados del PRI, PRD y PT habían rechazado la presencia en territorio mexicano de miembros del Buró Federal de Investigación (FBI, por sus siglas en inglés) para investigar los asesinatos.
"No es permisible que haya agentes armados en territorio mexicano o agentes haciendo una investigación en territorio mexicano, sin estar en un tratado internacional de cooperación bilateral", sostuvo el priista Alfonso Navarrete Prida.
En tanto, Carlos Pascual dijo a los trabajadores del Consulado que el impacto por la pérdida de vidas en Ciudad Juárez se sintió desde enero pasado, con la muerte de 15 estudiantes, pero esto, agregó, se ha sentido de manera intensa en Tijuana, Nuevo Laredo, Matamoros y en otras ciudades de la frontera.
"Miles más han sido impactados por ese dolor en comunidades lejos de ella, especialmente en Sinaloa, en Michoacán y en Guerrero", dijo.
El diplomático hizo un llamado a no perder la sensibilidad ante los actos de violencia y sobre todo para no dejar de lado la indignación ante las absurdas e injustas acciones de las organizaciones de narcotraficantes y sus sicarios.
"Seguiremos trabajando conjuntamente para reconstruir comunidades desmoralizadas. Lo haremos con un nuevo espíritu de responsabilidad compartida al enfrentar de manera igualmente compartida las amenazas comunes que nos aquejan", apuntó.
Mexicanos y estadounidenses, agregó, comparten dolor e indignación, pero también tienen la determinación de confrontar y poner fin a la violencia generada por las organizaciones de narcotraficantes que matan a familiares y amigos pero que, sobre todo, socavan el entramado social de las comunidades.
Durante una visita a dicha representación, señaló que en México las agencias estadounidenses sólo apoyan a las autoridades mexicanas, que son las que tienen la jurisdicción del caso.
"Continuaremos trabajando conjuntamente contra esta amenaza a nuestras comunidades en espíritu de respeto mutuo. Ningún oficial de las agencias de la ley de Estados Unidos llevará a cabo operativos en México", afirmó.
Por la tarde, en la Cámara baja, diputados del PRI, PRD y PT habían rechazado la presencia en territorio mexicano de miembros del Buró Federal de Investigación (FBI, por sus siglas en inglés) para investigar los asesinatos.
"No es permisible que haya agentes armados en territorio mexicano o agentes haciendo una investigación en territorio mexicano, sin estar en un tratado internacional de cooperación bilateral", sostuvo el priista Alfonso Navarrete Prida.
En tanto, Carlos Pascual dijo a los trabajadores del Consulado que el impacto por la pérdida de vidas en Ciudad Juárez se sintió desde enero pasado, con la muerte de 15 estudiantes, pero esto, agregó, se ha sentido de manera intensa en Tijuana, Nuevo Laredo, Matamoros y en otras ciudades de la frontera.
"Miles más han sido impactados por ese dolor en comunidades lejos de ella, especialmente en Sinaloa, en Michoacán y en Guerrero", dijo.
El diplomático hizo un llamado a no perder la sensibilidad ante los actos de violencia y sobre todo para no dejar de lado la indignación ante las absurdas e injustas acciones de las organizaciones de narcotraficantes y sus sicarios.
"Seguiremos trabajando conjuntamente para reconstruir comunidades desmoralizadas. Lo haremos con un nuevo espíritu de responsabilidad compartida al enfrentar de manera igualmente compartida las amenazas comunes que nos aquejan", apuntó.
Mexicanos y estadounidenses, agregó, comparten dolor e indignación, pero también tienen la determinación de confrontar y poner fin a la violencia generada por las organizaciones de narcotraficantes que matan a familiares y amigos pero que, sobre todo, socavan el entramado social de las comunidades.
Reforma, 17 de marzo.
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