SANTA CLARA.- "En esta ciudad hay cerca de 300 opositores y muchos que lo son, pero no actúan por miedo. Aquí hay mucho miedo", aseguró a REFORMA, Licet Zamora, vocera del disidente Guillermo Fariñas.
Junto a ella, el médico Ismel Iglesias, y Carlos Díaz, redactor en el blog que dirige Fariñas, hablaron de la atención a su jefe, quien desde la unidad de cuidados intensivos del hospital, sigue liderando al grupo.
"Fariñas nos ordenó que siguiéramos escribiendo", indicó Zamora. "También ordenó que dejáramos de visitarlo porque aquello está lleno de agentes encubiertos y debemos evitar sus provocaciones".
Tanto Zamora como Iglesias perciben amenazas en "la actitud provocadora" de los agentes de vigilancia, que abundan en pasillos y ascensores. "El hospital está tomado por la Seguridad del Estado", aseguran.
También subrayan la dificultad para entrar a internet y colgar los posts. "Tenemos que viajar casi 600 kilómetros por nuestros medios, y conectarnos a través de embajadas amigas en La Habana", explicó Carlos.
Pese a todo, por Twitter les llega lo último que se dice en La Habana. Zamora lee en voz alta un mensaje reciente: "Se ha destapado un escándalo de corrupción enorme que involucra a altas figuras del Gobierno. La prensa guarda silencio".
"No debemos hacernos eco de estas cosas", opina.
"El Gobierno hará cualquier cosa por distraer la atención de la prensa y reprimirnos".
Junto a ella, el médico Ismel Iglesias, y Carlos Díaz, redactor en el blog que dirige Fariñas, hablaron de la atención a su jefe, quien desde la unidad de cuidados intensivos del hospital, sigue liderando al grupo.
"Fariñas nos ordenó que siguiéramos escribiendo", indicó Zamora. "También ordenó que dejáramos de visitarlo porque aquello está lleno de agentes encubiertos y debemos evitar sus provocaciones".
Tanto Zamora como Iglesias perciben amenazas en "la actitud provocadora" de los agentes de vigilancia, que abundan en pasillos y ascensores. "El hospital está tomado por la Seguridad del Estado", aseguran.
También subrayan la dificultad para entrar a internet y colgar los posts. "Tenemos que viajar casi 600 kilómetros por nuestros medios, y conectarnos a través de embajadas amigas en La Habana", explicó Carlos.
Pese a todo, por Twitter les llega lo último que se dice en La Habana. Zamora lee en voz alta un mensaje reciente: "Se ha destapado un escándalo de corrupción enorme que involucra a altas figuras del Gobierno. La prensa guarda silencio".
"No debemos hacernos eco de estas cosas", opina.
"El Gobierno hará cualquier cosa por distraer la atención de la prensa y reprimirnos".
Yolanda Martínez enviada, Reforma, 17 de marzo.
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