La bloguera opositora Yoani Sánchez, reconocida internacionalmente por sus críticas al gobierno, y Juan Juan Almeida, uno de los hijos del fallecido líder histórico de la revolución cubana Juan Almeida Bosque, se sumaron ayer en una iglesia de La Habana a la quinta marcha que realizaron las Damas de Blanco, en demanda de la libertad de sus familiares presos.
La demostración de ayer siguió el mismo guión de la del viernes: la policía acordonando a las manifestantes y a cada lado decenas de partidarios del gobierno coreando consignas en su contra. Esta vez, sin embargo, él número de mujeres opositoras se elevó a cerca de 60. En las marchas anteriores osciló entre 30 y 40 participantes.
Según constató MILENIO Diario en todo el recorrido, que duró casi dos horas, no hubo violencia física contra las manifestantes, aunque la gritería solo cedió cuando ellas entraron al templo católico de La Caridad, en la populosa barriada de Centro Habana, donde participaron en una misa. Afuera del templo, los partidarios del gobierno las esperaron y en cuanto ellas reaparecieron por los amplios portones de la iglesia, la policía las envolvió en un impenetrable cordón humano.
Laura Pollán, líder del grupo, encabezó también la marcha del viernes y aseguró que éstas continuarán este día y el domingo, como condena a la detención y enjuiciamiento, hace siete años, de 75 opositores, de los cuales 53 permanecen aún en prisión. “La represión del gobierno ha sido mayor este año que en años anteriores”, consideró Pollán.
En la marcha de ayer se encontraban también reporteros de la televisión estatal, que ha dedicado dos programas en sus noticieros estelares a reflejar las marchas, sobre la base de que éstas son dirigidas desde Estados Unidos, para engordar la “campaña mediática internacional” en curso contra el país.
“El pueblo sabrá responder en las calles a la contrarrevolución”, es el mensaje central de los reportes de la televisión.
Por su parte, el presidente del Parlamento cubano, Ricardo Alarcón, culpó a Estados Unidos de la actual “conjura” mediática contra la isla, en referencia a la repercusión internacional que desató la muerte del preso político Orlando Zapata, el 23 de febrero, tras una huelga de hambre de 85 días.
“Se trata, en realidad, de una colosal operación de engaño, la más prolongada, costosa y sucia que registra la historia. Cumple ya más de medio siglo”, dice Alarcón, en un artículo publicado en el sitio digital oficialista Cubadebate.
La Habana • Manuel Juan Somoza, Milenio, 20 de marzo.
La demostración de ayer siguió el mismo guión de la del viernes: la policía acordonando a las manifestantes y a cada lado decenas de partidarios del gobierno coreando consignas en su contra. Esta vez, sin embargo, él número de mujeres opositoras se elevó a cerca de 60. En las marchas anteriores osciló entre 30 y 40 participantes.
Según constató MILENIO Diario en todo el recorrido, que duró casi dos horas, no hubo violencia física contra las manifestantes, aunque la gritería solo cedió cuando ellas entraron al templo católico de La Caridad, en la populosa barriada de Centro Habana, donde participaron en una misa. Afuera del templo, los partidarios del gobierno las esperaron y en cuanto ellas reaparecieron por los amplios portones de la iglesia, la policía las envolvió en un impenetrable cordón humano.
Laura Pollán, líder del grupo, encabezó también la marcha del viernes y aseguró que éstas continuarán este día y el domingo, como condena a la detención y enjuiciamiento, hace siete años, de 75 opositores, de los cuales 53 permanecen aún en prisión. “La represión del gobierno ha sido mayor este año que en años anteriores”, consideró Pollán.
En la marcha de ayer se encontraban también reporteros de la televisión estatal, que ha dedicado dos programas en sus noticieros estelares a reflejar las marchas, sobre la base de que éstas son dirigidas desde Estados Unidos, para engordar la “campaña mediática internacional” en curso contra el país.
“El pueblo sabrá responder en las calles a la contrarrevolución”, es el mensaje central de los reportes de la televisión.
Por su parte, el presidente del Parlamento cubano, Ricardo Alarcón, culpó a Estados Unidos de la actual “conjura” mediática contra la isla, en referencia a la repercusión internacional que desató la muerte del preso político Orlando Zapata, el 23 de febrero, tras una huelga de hambre de 85 días.
“Se trata, en realidad, de una colosal operación de engaño, la más prolongada, costosa y sucia que registra la historia. Cumple ya más de medio siglo”, dice Alarcón, en un artículo publicado en el sitio digital oficialista Cubadebate.
La Habana • Manuel Juan Somoza, Milenio, 20 de marzo.
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