Protegidas, y al mismo tiempo aisladas, por un cordón de policías desarmados, en medio del rechazo de alrededor de un centenar de partidarios del gobierno que las siguió en casi todo momento, 52 Damas de Blanco volvieron a recorrer ayer zonas populosas de La Habana y se disponen a cerrar este día una semana de protestas públicas por la detención de familiares presos.
No obstante, esta vez MILENIO Diario constató una proporción mayor de “damas de apoyo”, como se denominan a mujeres que sin tener a ningún familiar preso forman parte del grupo, y registró dos desmayadas, que fueron socorridas por una de las ambulancias que siguió a la manifestación de poco más de tres horas.
Laura Pollán, cuyo esposo Héctor Maceda cumple 20 años de prisión desde 2003, volvió a encabezar la protesta, que recorrió unos 25 minutos sin cordón policial y sin gente abucheándolas, hasta que en las proximidades de la Plaza de la Revolución, decenas de cubanos comenzaron a sumarse en una manifestación en contra, que nunca dejó de gritar consignas revolucionarias.
Aunque Pollán marcaba el rumbo —nadie más sabía hacia dónde se dirigirían las manifestantes— y así, mientras la policía cerraba el tránsito en alguna avenida suponiendo que las Damas de Blanco irían por ahí, la líder del grupo marcaba un rumbo contrario.
La única parada fue en la iglesia católica Cristo Rey, conocida porque en ella ofició el padre Sardiña, cura-comandante de la guerrilla de Fidel Castro —ahora lo hace un párroco mexicano—, y finalizó en su punto de partida, la casa de Pollán.
Salvo los dos desmayos, no hubo más incidentes, pese a la rabia visible de los partidarios del gobierno porque, según decían algunos, “estas mujeres están haciendo lo que les da la gana para joder”, y aunque hubo momentos de tensión por griterías de los dos bandos, no pasó de ahí, a no ser por un raro incidente, ya finalizada la marcha, cuando policías de civil detuvieron y sacaron del frente de la casa de Pollán a un desconocido, que al parecer intentaba ingresar en el departamento.
Por su parte, el disidente Guillermo Fariñas, en huelga de hambre desde hace más de tres semanas, pidió al presidente de Chile, Sebastián Piñera, que solicite la intervención de la ONU para mediar en la situación de los presos políticos en la isla.
“Al presidente de Chile le pediría que convocara al Consejo de Seguridad de la ONU para analizar la violación de los derechos humanos en Cuba, y también para lograr que se analicen los asesinatos de Estado que están ocurriendo con los oponentes pacíficos dentro y fuera de prisión”, dijo Fariñas en una entrevista telefónica con el diario chileno El Mercurio publicada ayer.
Fariñas reclamó al nuevo mandatario chileno que realice un pronunciamiento caracterizado por la “condena y el repudio a la situación de los derechos humanos” en Cuba.
Temblor
Un sismo de magnitud 5.6 y una réplica ocurrida 90 minutos después sacudieron ayer las casas del este de Cuba, cerca de la base naval estadunidense de la Bahía de Guantánamo.
El epicentro de ambos temblores se registró a unos 60-65 kilómetros de Santiago de Cuba, la principal ciudad en el este de la isla.
Residentes y medios cubanos no reportaron heridos o daños serios pese a que la zona se encuentra separada por un estrecho de agua de Haití, que sufrió un terremoto el 12 de enero que dejó más de 200 mil muertos.
La Habana/Santiago de Chile/Manuel Juan Somoza/Agencias, Milenio, 21 de marzo.
No obstante, esta vez MILENIO Diario constató una proporción mayor de “damas de apoyo”, como se denominan a mujeres que sin tener a ningún familiar preso forman parte del grupo, y registró dos desmayadas, que fueron socorridas por una de las ambulancias que siguió a la manifestación de poco más de tres horas.
Laura Pollán, cuyo esposo Héctor Maceda cumple 20 años de prisión desde 2003, volvió a encabezar la protesta, que recorrió unos 25 minutos sin cordón policial y sin gente abucheándolas, hasta que en las proximidades de la Plaza de la Revolución, decenas de cubanos comenzaron a sumarse en una manifestación en contra, que nunca dejó de gritar consignas revolucionarias.
Aunque Pollán marcaba el rumbo —nadie más sabía hacia dónde se dirigirían las manifestantes— y así, mientras la policía cerraba el tránsito en alguna avenida suponiendo que las Damas de Blanco irían por ahí, la líder del grupo marcaba un rumbo contrario.
La única parada fue en la iglesia católica Cristo Rey, conocida porque en ella ofició el padre Sardiña, cura-comandante de la guerrilla de Fidel Castro —ahora lo hace un párroco mexicano—, y finalizó en su punto de partida, la casa de Pollán.
Salvo los dos desmayos, no hubo más incidentes, pese a la rabia visible de los partidarios del gobierno porque, según decían algunos, “estas mujeres están haciendo lo que les da la gana para joder”, y aunque hubo momentos de tensión por griterías de los dos bandos, no pasó de ahí, a no ser por un raro incidente, ya finalizada la marcha, cuando policías de civil detuvieron y sacaron del frente de la casa de Pollán a un desconocido, que al parecer intentaba ingresar en el departamento.
Por su parte, el disidente Guillermo Fariñas, en huelga de hambre desde hace más de tres semanas, pidió al presidente de Chile, Sebastián Piñera, que solicite la intervención de la ONU para mediar en la situación de los presos políticos en la isla.
“Al presidente de Chile le pediría que convocara al Consejo de Seguridad de la ONU para analizar la violación de los derechos humanos en Cuba, y también para lograr que se analicen los asesinatos de Estado que están ocurriendo con los oponentes pacíficos dentro y fuera de prisión”, dijo Fariñas en una entrevista telefónica con el diario chileno El Mercurio publicada ayer.
Fariñas reclamó al nuevo mandatario chileno que realice un pronunciamiento caracterizado por la “condena y el repudio a la situación de los derechos humanos” en Cuba.
Temblor
Un sismo de magnitud 5.6 y una réplica ocurrida 90 minutos después sacudieron ayer las casas del este de Cuba, cerca de la base naval estadunidense de la Bahía de Guantánamo.
El epicentro de ambos temblores se registró a unos 60-65 kilómetros de Santiago de Cuba, la principal ciudad en el este de la isla.
Residentes y medios cubanos no reportaron heridos o daños serios pese a que la zona se encuentra separada por un estrecho de agua de Haití, que sufrió un terremoto el 12 de enero que dejó más de 200 mil muertos.
La Habana/Santiago de Chile/Manuel Juan Somoza/Agencias, Milenio, 21 de marzo.
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