'Colombia necesita más inversión social'

BOGOTÁ.- Como candidato independiente a suceder al Presidente de Colombia, Álvaro Uribe, el popular ex Alcalde de Medellín Sergio Fajardo tiene claro que no puede dar marcha atrás a los avances en materia de seguridad, incluida la recuperación del territorio. "Ha sido algo positivo y es irreversible", anota. Pero también aclara que hay que cerrar la puerta de entrada al conflicto armado con más inversión social.

"¿Por qué un joven en Colombia entra al narcotráfico, al paramilitarismo, a la guerrilla o algún tipo de delincuencia? Fundamentalmente porque no tiene oportunidades", planteó Fajardo en entrevista con REFORMA. "Si no acompañamos todo esto con una política de intervenciones sociales, este conflicto nunca se va a resolver".

Fajardo, quien cobró notoriedad como Alcalde por la marcada inversión social que promovió en Medellín, advierte que, para quienes ya están en el conflicto armado, casi todas las puertas de salida pasan por la fuerza pública.

"Terminan muertos en combate, capturados, desertando o en una negociación, ésas son las formas básicas para salir del conflicto.

"Pero, por otro lado, hay una puerta abierta: la de entrada. Si no cerramos esa puerta, esto nunca va a terminar, porque usted puede sacar, pero por el otro lado va a entrar el reemplazo", expuso.

Tras su elección en 2002, Uribe lideró una amplia ofensiva militar contra la guerrilla y los grupos paramilitares que se extendió a Medellín, donde la fuerza pública buscó retomar espacios que los actores armados habían copado.

Liderando un movimiento cívico, Fajardo fue electo Alcalde de Medellín a finales de 2003. Y desde que asumió, llevó a cabo un ambicioso proyecto de intervención social y renovación urbana, que incluyó la construcción y adecuación de escuelas públicas, bibliotecas, centros de salud, parques y espacios recreativos en los sectores más conflictivos de la ciudad.

Esta agenda, basada en el uso transparente de los recursos públicos y la participación ciudadana -que hizo sostenibles los avances de la fuerza pública-, contribuyó a abatir los índices de inseguridad que aquejaban a Medellín desde mediados de los 80.

Una fórmula similar es la que este matemático y profesor universitario aspira a aplicar en el país, de llegar a la Presidencia.

No obstante, Fajardo no cae en la ingenuidad y admite que una eventual negociación con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) no puede darse mientras la guerrilla no dé claras señales de paz.

"No podemos sentarnos (a negociar) con alguien que tenga un arma en la mano a ver qué quiere, eso no puede volver a pasar", afirmó tajante.

Fajardo evoca el amargo capítulo de la "Silla Vacía": el 7 de enero de 1999, para la instalación de la mesa de diálogos, el entonces máximo jefe de las FARC, "Manuel Marulanda", dejó plantado al recién investido Presidente Andrés Pastrana en la selvática región de San Vicente del Caguán.

Fajardo aclara que cualquier negociación con las FARC debe ser producto de un consenso nacional, no iniciativa de un Presidente o un Gobierno, condición que, por el momento, no ve.

Octavio Pineda corresponsal, Reforma, 24 de marzo.