BUENOS AIRES.— Los colombianos elegirán hoy al nuevo Congreso que los representará los próximos cuatro años, en unas elecciones ensombrecidas por denuncias de injerencia del narcotráfico y de la presunta presión del gobierno venezolano, Hugo Chávez.
Los comicios servirán, además, como una probadita de lo que puede ocurrir en las presidenciales de mayo y, principalmente, de la gobernabilidad con la que contará el sucesor de Álvaro Uribe.
Días pasados la Misión de Observación Electoral (MOE) advirtió sobre la presencia de dinero del narcotráfico y el paramilitarismo respaldando la campaña de varios candidatos al Congreso.
Claudia López, coordinadora del MOE, dijo que “el mayor riesgo de que el narco financie a candidatos se da en la región norte y suroccidental del país”, donde están registrados candidatos investigados por presuntos nexos con paramilitares.
Según el MOE, son por lo menos 200 municipios en alerta por inyección de dinero ilícito, mientras otros 420 podrían registrar escenas de violencia por ataques de la guerrilla colombiana de las FARC.
Enrique Correa, jefe de la misión de la Organización de Estados Americanos (OEA) que vigilará las parlamentarias colombianas, se sumó a esta advertencia, al señalar, en entrevista con el periódico colombiano El Tiempo, que la mayoría de las opiniones coinciden en que “sigue habiendo grupos de perfil delictivo, y que no son los mismos paramilitares, que están vinculados de manera más directa al narcotráfico, y que buscan influir de manera perversa en la política”. Sin embargo, el presidente Uribe garantizó ayer que estos comicios “serán transparentes”.
El Tiempo aludió además a un documento venezolano, un análisis del gobierno de Chávez sobre las elecciones colombianas, los candidatos presidenciales y el futuro de las relaciones entre los dos países.
El texto, llamado “Hoja de ruta 2010. Relaciones bilaterales Colombia-Venezuela”, plantea posibilidades para influir en el cambio político en Bogotá que favorezca a Caracas. “La estrategia no menciona, en ninguna de sus partes, entrega de dineros o apoyos a las campañas políticas, pero sí plantea la posibilidad de incidir a mediano plazo en el cambio de Colombia”, indicó el diario colombiano.
Casi 30 millones de personas están habilitadas para elegir a 102 senadores, 166 representantes a la Cámara, diputados al parlamento andino y las autoridades de los partidos Verde y Conservador, que realizan en simultáneos sus comicios internos. Más de 2 mil 500 candidatos se presentan en estos comicios, incluyendo la ex rehén de las FARC, Clara Rojas.
La jornada previa a los comicios estuvo marcada también por dos intentos fallidos de atentados presuntamente perpetrados por las FARC en la ciudad de Cali y en la sureña San Vicente del Caguán, donde la policía, en sendos allanamientos, detuvo a por lo menos seis personas e incautó decenas de kilos de explosivos. El Ejército dijo asimismo que logró desactivar un balón-bomba que supuestos miembros de las FARC dejaron en el municipio de Neiva. Pese a todo, las autoridades avizoran estos comicios como los “más tranquilos en 25 años” y Uribe lanzó un llamado a desoír las amenazas de las FARC.
De ser candidato, dijo, “estaría buscando un voto más porque siempre hace falta un voto”. (Con información de agencias)
Los comicios servirán, además, como una probadita de lo que puede ocurrir en las presidenciales de mayo y, principalmente, de la gobernabilidad con la que contará el sucesor de Álvaro Uribe.
Días pasados la Misión de Observación Electoral (MOE) advirtió sobre la presencia de dinero del narcotráfico y el paramilitarismo respaldando la campaña de varios candidatos al Congreso.
Claudia López, coordinadora del MOE, dijo que “el mayor riesgo de que el narco financie a candidatos se da en la región norte y suroccidental del país”, donde están registrados candidatos investigados por presuntos nexos con paramilitares.
Según el MOE, son por lo menos 200 municipios en alerta por inyección de dinero ilícito, mientras otros 420 podrían registrar escenas de violencia por ataques de la guerrilla colombiana de las FARC.
Enrique Correa, jefe de la misión de la Organización de Estados Americanos (OEA) que vigilará las parlamentarias colombianas, se sumó a esta advertencia, al señalar, en entrevista con el periódico colombiano El Tiempo, que la mayoría de las opiniones coinciden en que “sigue habiendo grupos de perfil delictivo, y que no son los mismos paramilitares, que están vinculados de manera más directa al narcotráfico, y que buscan influir de manera perversa en la política”. Sin embargo, el presidente Uribe garantizó ayer que estos comicios “serán transparentes”.
El Tiempo aludió además a un documento venezolano, un análisis del gobierno de Chávez sobre las elecciones colombianas, los candidatos presidenciales y el futuro de las relaciones entre los dos países.
El texto, llamado “Hoja de ruta 2010. Relaciones bilaterales Colombia-Venezuela”, plantea posibilidades para influir en el cambio político en Bogotá que favorezca a Caracas. “La estrategia no menciona, en ninguna de sus partes, entrega de dineros o apoyos a las campañas políticas, pero sí plantea la posibilidad de incidir a mediano plazo en el cambio de Colombia”, indicó el diario colombiano.
Casi 30 millones de personas están habilitadas para elegir a 102 senadores, 166 representantes a la Cámara, diputados al parlamento andino y las autoridades de los partidos Verde y Conservador, que realizan en simultáneos sus comicios internos. Más de 2 mil 500 candidatos se presentan en estos comicios, incluyendo la ex rehén de las FARC, Clara Rojas.
La jornada previa a los comicios estuvo marcada también por dos intentos fallidos de atentados presuntamente perpetrados por las FARC en la ciudad de Cali y en la sureña San Vicente del Caguán, donde la policía, en sendos allanamientos, detuvo a por lo menos seis personas e incautó decenas de kilos de explosivos. El Ejército dijo asimismo que logró desactivar un balón-bomba que supuestos miembros de las FARC dejaron en el municipio de Neiva. Pese a todo, las autoridades avizoran estos comicios como los “más tranquilos en 25 años” y Uribe lanzó un llamado a desoír las amenazas de las FARC.
De ser candidato, dijo, “estaría buscando un voto más porque siempre hace falta un voto”. (Con información de agencias)
José Vales corresponsal, El Universal, 14 de marzo.
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