Bogotá, 13 de marzo. A menos de 24 horas de que se inicien las elecciones legislativas, el gobierno de Colombia anunció el cierre de sus pasos fronterizos, en medio de denuncias oficialistas sobre un supuesto intento de Venezuela de influir en las votaciones del domingo y de nuevas acusaciones de vínculos entre políticos y grupos paramilitares.
La medida estará vigente de las 4 de la mañana a las 4 de la tarde con el objetivo de “garantizar el transcurso normal de los comicios”, y se impondrá en todos los cruces terrestres con Brasil, Ecuador, Panamá, Perú y Venezuela.
En medio del reforzamiento de la seguridad en todo el país, acción el que participarán más de 440 mil soldados, el gobierno reiteró su advertencia sobre los supuestos intentos extranjeros de influir en las votaciones colombianas, en alusión a Venezuela.
Desde inicios de la semana pasada, el presidente Álvaro Uribe pidió a sus compatriotas “no dejar que desde el extranjero se les presione para elegir un candidato presidencial”.
El diario local El Tiempo hizo eco de las denuncias del mandatario, y en su edición de este sábado dijo que en un documento oficial del gobierno venezolano se evalúa la posibilidad de “influir” de alguna manera en los comicios del país vecino, para eventualmente mejorar las relaciones bilaterales.
Aunque el texto no menciona entrega de apoyos a la campaña de algún candidato, sí habla de la posibilidad de tener mejores nexos con Bogotá si triunfa algún aspirante distinto a Juan Manuel Santos –correligionario de Uribe–, y señala la conveniencia de “profundizar canales de diálogo” con actores políticos como “sindicatos, movimientos indígenas y de derechos humanos.”
Durante la semana, el candidato del izquierdista Polo Democrático Alternativo, Gustavo Petro, criticó que algunos candidatos de su movimiento hayan solicitado apoyo a las autoridades venezolanas en zonas fronterizas.
También el presidente fue cuestionado por tratar de influir en el resultado de los comicios. La procuraduría solicitó el viernes a Uribe que “se abstenga de realizar insinuaciones o críticas que den a entender a los ciudadanos sus preferencias políticas”.
El ambiente previo a la apertura de urnas se enrareció también porque hace unos días fueron arrestados 30 políticos cercanos a Uribe, por su presunta relación con paramilitares. A principios de la semana, una organización no gubernamental dedicada a la observación electoral denunció que unos 80 candidatos están vinculados a esos grupos armados ilegales.
Para las elecciones de este domingo fueron convocados unos 30 millones de votantes, quienes deberán elegir a 102 senadores, 166 representantes de la Cámara y cinco miembros del Parlamento Andino, en un ejercicio que podría esbozar el escenario en las presidenciales de mayo, de acuerdo con analistas.
La medida estará vigente de las 4 de la mañana a las 4 de la tarde con el objetivo de “garantizar el transcurso normal de los comicios”, y se impondrá en todos los cruces terrestres con Brasil, Ecuador, Panamá, Perú y Venezuela.
En medio del reforzamiento de la seguridad en todo el país, acción el que participarán más de 440 mil soldados, el gobierno reiteró su advertencia sobre los supuestos intentos extranjeros de influir en las votaciones colombianas, en alusión a Venezuela.
Desde inicios de la semana pasada, el presidente Álvaro Uribe pidió a sus compatriotas “no dejar que desde el extranjero se les presione para elegir un candidato presidencial”.
El diario local El Tiempo hizo eco de las denuncias del mandatario, y en su edición de este sábado dijo que en un documento oficial del gobierno venezolano se evalúa la posibilidad de “influir” de alguna manera en los comicios del país vecino, para eventualmente mejorar las relaciones bilaterales.
Aunque el texto no menciona entrega de apoyos a la campaña de algún candidato, sí habla de la posibilidad de tener mejores nexos con Bogotá si triunfa algún aspirante distinto a Juan Manuel Santos –correligionario de Uribe–, y señala la conveniencia de “profundizar canales de diálogo” con actores políticos como “sindicatos, movimientos indígenas y de derechos humanos.”
Durante la semana, el candidato del izquierdista Polo Democrático Alternativo, Gustavo Petro, criticó que algunos candidatos de su movimiento hayan solicitado apoyo a las autoridades venezolanas en zonas fronterizas.
También el presidente fue cuestionado por tratar de influir en el resultado de los comicios. La procuraduría solicitó el viernes a Uribe que “se abstenga de realizar insinuaciones o críticas que den a entender a los ciudadanos sus preferencias políticas”.
El ambiente previo a la apertura de urnas se enrareció también porque hace unos días fueron arrestados 30 políticos cercanos a Uribe, por su presunta relación con paramilitares. A principios de la semana, una organización no gubernamental dedicada a la observación electoral denunció que unos 80 candidatos están vinculados a esos grupos armados ilegales.
Para las elecciones de este domingo fueron convocados unos 30 millones de votantes, quienes deberán elegir a 102 senadores, 166 representantes de la Cámara y cinco miembros del Parlamento Andino, en un ejercicio que podría esbozar el escenario en las presidenciales de mayo, de acuerdo con analistas.
La Jornada, 14 de marzo.
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