Activistas y familiares de las víctimas de la lucha contra el narcotráfico en Ciudad Juárez consideraron como una farsa la estrategia que presentó el Presidente Felipe Calderón para lograr la recomposición social en ese municipio fronterizo.
Indicaron que el plan "Todos somos Juárez", que presentó hace 40 días, no ha cambiado en nada la situación de inseguridad y violencia.
"¿Estrategia o toda esta farsa? Él se reúne con la gente alta, con los que tienen puestos políticos. A nosotros no nos han dejado acercarnos a menos de una cuadra. ¿Sabes qué hemos recibido? Golpes, eso hemos recibido.
"Él no se ha puesto a platicar con nosotros. ¿Para qué va? No nos resuelve nada. ¿A qué va, a burlarse de nosotros solamente?", señala Marisela Reyes, hermana de Josefina, derechos de humanos asesinada en enero por denunciar abusos militares, al referirse a la tercera visita que hará Calderón a ese municipio este martes.
La activista Cipriana Jurado, quien también ha sido amenazada por las denuncias por abusos de militares, dijo dudar de la estrategia del Presidente para cambiar las cosas en Juárez, sobretodo cuando evita acercarse a los defensores de derechos humanos.
"El mismo día que estaba él en Ciudad Juárez, afuera estaban violentando y golpeando a los estudiantes. Esa es la política de Calderón, una política represora, una política de 'te veo pero no te escucho. Te veo cuando me conviene y si me conviene paso por encima de ti'", acusó.
Madres de jóvenes ejecutados, desaparecidos e inculpados rechazaron la visita de Calderón.
Y es que el reclamo de los ciudadanos continúa siendo la salida del Ejército, el respeto a los derechos humanos, el fin de la impunidad y la reconstrucción social.
"Ya lastimó demasiado a Juárez porque no hace nada. No sé a qué va otra vez", señaló Bertha García, madre de Brenda, quien desapareció en enero del 2009.
Pese a la presentación del plan, días después de la masacre de 17 jóvenes en el fraccionamiento Villas de Salvárcar, se desató una ola de ejecuciones en Juárez. Incluso otros seis jóvenes fueron asesinados cuando velaban a un compañero y tres personas vinculadas al consulado estadounidense en la ciudad murieron en medio de un tiroteo.
"Le ha resultado más fácil una bala que una escuela y han acabado con muchos jóvenes estudiantes", lamenta Patricia Dávila.
Por eso consideraron la visita de Calderón como un gesto de cinismo para las víctimas.
"Siempre ha sido lo mismo, nada más que ahora ya es el colmo de la desfachatez de tanta impunidad. Ahorita todos nomás andan preocupándose por ellos mismos", reclama Guadalupe Meléndez, madre de Israel, un joven de 24 años acusado de participar en la masacre de Villas de Salvárcar.
Indicaron que el plan "Todos somos Juárez", que presentó hace 40 días, no ha cambiado en nada la situación de inseguridad y violencia.
"¿Estrategia o toda esta farsa? Él se reúne con la gente alta, con los que tienen puestos políticos. A nosotros no nos han dejado acercarnos a menos de una cuadra. ¿Sabes qué hemos recibido? Golpes, eso hemos recibido.
"Él no se ha puesto a platicar con nosotros. ¿Para qué va? No nos resuelve nada. ¿A qué va, a burlarse de nosotros solamente?", señala Marisela Reyes, hermana de Josefina, derechos de humanos asesinada en enero por denunciar abusos militares, al referirse a la tercera visita que hará Calderón a ese municipio este martes.
La activista Cipriana Jurado, quien también ha sido amenazada por las denuncias por abusos de militares, dijo dudar de la estrategia del Presidente para cambiar las cosas en Juárez, sobretodo cuando evita acercarse a los defensores de derechos humanos.
"El mismo día que estaba él en Ciudad Juárez, afuera estaban violentando y golpeando a los estudiantes. Esa es la política de Calderón, una política represora, una política de 'te veo pero no te escucho. Te veo cuando me conviene y si me conviene paso por encima de ti'", acusó.
Madres de jóvenes ejecutados, desaparecidos e inculpados rechazaron la visita de Calderón.
Y es que el reclamo de los ciudadanos continúa siendo la salida del Ejército, el respeto a los derechos humanos, el fin de la impunidad y la reconstrucción social.
"Ya lastimó demasiado a Juárez porque no hace nada. No sé a qué va otra vez", señaló Bertha García, madre de Brenda, quien desapareció en enero del 2009.
Pese a la presentación del plan, días después de la masacre de 17 jóvenes en el fraccionamiento Villas de Salvárcar, se desató una ola de ejecuciones en Juárez. Incluso otros seis jóvenes fueron asesinados cuando velaban a un compañero y tres personas vinculadas al consulado estadounidense en la ciudad murieron en medio de un tiroteo.
"Le ha resultado más fácil una bala que una escuela y han acabado con muchos jóvenes estudiantes", lamenta Patricia Dávila.
Por eso consideraron la visita de Calderón como un gesto de cinismo para las víctimas.
"Siempre ha sido lo mismo, nada más que ahora ya es el colmo de la desfachatez de tanta impunidad. Ahorita todos nomás andan preocupándose por ellos mismos", reclama Guadalupe Meléndez, madre de Israel, un joven de 24 años acusado de participar en la masacre de Villas de Salvárcar.
Silvia Garduño y Daniela Rea, Reforma, 16 de marzo.
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