Una operación con infiltrados y paciencia

Con engaño y labores de inteligencia previos se logró rescatar a 15 secuestrados por la guerrilla de las FARC. De acuerdo a las fuerzas militares de Colombia, desde principios de junio se realizaron diversas prácticas para infiltrar dentro del grupo guerrillero a personal del Ejército y convencer a uno de los jefes de trasladarlos a ver a Alfonso Cano. Fue Juan Manuel Santos, ministro de la Defensa, quien detalló que, originalmente los secuestrados estaban divididos en tres grupos, pero gracias a la operación se logró que se reunieran en un solo sitio.

Al respecto, Ingrid Betancourt narró que a ella le hicieron pensar que una organización ficticia pasaría por ellos y que, incluso al subir al helicóptero, los esposaron.

“Nos subimos con mucha dificultad al helicóptero, porque nos ataron las manos y esto fue muy humillante; nos subieron al helicóptero, nos ataron los pies, nos ataron las manos. Yo le rogaba a Dios que me diera fuerza para soportar esa y otras tantas humillaciones que pensaba que iban a venir, cuando de pronto, un golpe y de pronto vi al comandante tirado en el suelo.”

Por su parte, el comandante de las Fuerzas Armadas, Fredy Padilla, informó que la primera fase de la operación consistió en la ubicación en las selvas del Guaviare, de tres grupos de secuestrados, gracias a una operación de Inteligencia que permitió infiltrar al secretariado de las FARC.

Detalló que la segunda fase consistió en una operación especial de Inteligencia para realizar el rescate planeado. Ésta se desarrolló en un sitio ubicado entre los ríos Apoporis, Vaupés y Guaviare, a 72 kilómetros al suroriente de San José del Guaviare, capital del departamento, y 58 kilómetros al noroccidente del municipio de Tomachipan.

El comandante de las fuerzas militares señaló que gracias a fotografías satelitales, uno de los dos helicópteros destinados para la operación llegó al sitio y recogió a los secuestrados y a dos de sus captores, entre ellos al alias César.

Finalmente, el general Padilla aseguró que la fuerza pública había dispuesto de una tercera fase, consistente en crear un cerco humanitario, si la segunda etapa hubiera fallado.
Omar Sánchez de Tagle, enviado, Milenio, 3 de julio.

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