La 47 reunión Interparlamentaria México-Estados Unidos celebrada a principios del mes pasado en Monterrey, Nuevo León, costó al erario casi cuatro millones de pesos.
Los legisladores mexicanos tiraron la casa por la ventana, y, de manteles largos ofrecieron una cena privada de gala a los estadunidenses que tuvo un costo de 150 mil pesos, recursos públicos, para un festín que rubricó la amistad entre ambos congresistas.
La querencia de los diputados y senadores mexicanos fue tal que hasta un show multimedia contrataron para los estadunidenses, este de menor valor: 5 mil pesos, también de recursos públicos, de acuerdo con el reporte de Transparencia.
Fue la reunión en que los legisladores mexicanos cabildearon con sus similares de la vecina nación del norte, para cambiar el tono de la Iniciativa Mérida.
Un encuentro entre dos mundos, el cual costó al erario mexicano 3 millones 666 mil 628 pesos, según un reporte de la Unidad de Transparencia de la Cámara de Diputados, ante una solicitud de EL UNIVERSAL.
Agasajo culinario
La exclusiva cena privada del sábado 7 de junio en el Parque Fundidora a la que sólo fueron invitados legisladores de México y Estados Unidos, y personal de Comunicación Social de la Cámara de Diputados, también tuvo un costo importante para las finanzas públicas.
Esa noche los legisladores de ambos países se dirigieron, siempre escoltados por un estricto cinturón de seguridad, al Parque Fundidora, enfundados en finos trajes de gala con el fin de acercar lazos entre ambas naciones.
El acercamiento no tuvo miramientos para la austeridad y en la mesa de los congresistas se pusieron, entre otros platillos, ensalada con queso de cabra, salmón, postres y vinos Casa Madero. Una cena de casi 150 mil pesos, en cifras exactas: 149 mil 177 pesos con 20 centavos.
El convite privado la noche del sábado en el Parque Fundidora también incluyó para los legisladores —todo privado— “El Show Multimedia del horno”.
Fue la noche previa a la última jornada de la reunión, en que se abordó la Iniciativa Mérida.
La Unidad de Transparencia reportó otros gastos diversos para la reunión de los legisladores, como traducción simultánea, pero omitió detallar los costos.
Los legisladores mexicanos tiraron la casa por la ventana, y, de manteles largos ofrecieron una cena privada de gala a los estadunidenses que tuvo un costo de 150 mil pesos, recursos públicos, para un festín que rubricó la amistad entre ambos congresistas.
La querencia de los diputados y senadores mexicanos fue tal que hasta un show multimedia contrataron para los estadunidenses, este de menor valor: 5 mil pesos, también de recursos públicos, de acuerdo con el reporte de Transparencia.
Fue la reunión en que los legisladores mexicanos cabildearon con sus similares de la vecina nación del norte, para cambiar el tono de la Iniciativa Mérida.
Un encuentro entre dos mundos, el cual costó al erario mexicano 3 millones 666 mil 628 pesos, según un reporte de la Unidad de Transparencia de la Cámara de Diputados, ante una solicitud de EL UNIVERSAL.
Agasajo culinario
La exclusiva cena privada del sábado 7 de junio en el Parque Fundidora a la que sólo fueron invitados legisladores de México y Estados Unidos, y personal de Comunicación Social de la Cámara de Diputados, también tuvo un costo importante para las finanzas públicas.
Esa noche los legisladores de ambos países se dirigieron, siempre escoltados por un estricto cinturón de seguridad, al Parque Fundidora, enfundados en finos trajes de gala con el fin de acercar lazos entre ambas naciones.
El acercamiento no tuvo miramientos para la austeridad y en la mesa de los congresistas se pusieron, entre otros platillos, ensalada con queso de cabra, salmón, postres y vinos Casa Madero. Una cena de casi 150 mil pesos, en cifras exactas: 149 mil 177 pesos con 20 centavos.
El convite privado la noche del sábado en el Parque Fundidora también incluyó para los legisladores —todo privado— “El Show Multimedia del horno”.
Fue la noche previa a la última jornada de la reunión, en que se abordó la Iniciativa Mérida.
La Unidad de Transparencia reportó otros gastos diversos para la reunión de los legisladores, como traducción simultánea, pero omitió detallar los costos.
Ricardo Gómez y Andrea Merlos, El Universal, 10 de julio.
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