Salamanca, Gto., 17 de julio. Tras hacer un llamado a los mexicanos a ponerse de acuerdo en una reforma petrolera que reúna diferentes puntos de vista, el presidente Felipe Calderón prometió que estos cambios servirán también para dar un golpe a la contaminación.
Acompañado por el dirigente del sindicato petrolero, Carlos Romero Deschamps, prometió que la paraestatal además podrá competir con las grandes industrias petroleras mundiales garantizando plena estabilidad laboral, respeto absoluto a los derechos de los trabajadores y con mayores oportunidades de empleo en ese sector.
“Esto no puede seguir así”, señaló en relación con la dependencia que tiene México a causa de la importación de gasolina de India y otras naciones distantes.
La presentación de un programa de calidad del aire en el estado de Guanajuato fue la ocasión para que el michoacano volviera a abogar por la aprobación de su iniciativa energética. En el presidium, además de Romero Deschamps, uno de los principales involucrados en el Pemexgate, se encontraban la secretaria de Energía, Georgina Kessel, y el director de Petróleos Mexicanos, Jesús Reyes Heroles.
Porras de afiliados al STPRM
Luego de recorrer una parte del auditorio, en el que destacaban los gritos de “¡Petroleros, Calderón!”, provenientes del graderío ocupado por cientos de trabajadores de Pemex, el Presidente se quejó de la existencia de recursos limitados para reconfigurar las refinerías.
“Sé que podríamos ir más rápido, amigas y amigos guanajuatenses, si los mexicanos lográramos ponernos de acuerdo y lográramos también ponernos de acuerdo en una reforma que fortalezca a Petróleos Mexicanos y que reúna los puntos de vista diferentes de todas las partes”, afirmó.
En su defensa de la reforma petrolera, dijo que permitirá atender necesidades prioritarias, como la reconfiguración de las refinerías, y elevar con ello su rentabilidad y reducir su impacto ambiental. Señaló que México, por ejemplo, podría dar un “golpe categórico y definitivo a la contaminación” al producir combustible que emita 30 partículas por millón, en vez de las actuales 500 partículas por un millón.
La reforma, argumentó, también busca revertir la dependencia energética que tiene México con el exterior al importar cuatro de cada diez litros de gasolina que se usa en los autos.
Fue cuando señaló que esta situación no puede seguir así. “Si verdaderamente queremos soberanía energética necesitamos cambiar esa realidad, necesitamos dejar de depender del exterior y volver a ser nuevamente autosuficientes en la producción de gasolina y otros petrolíferos. Esa es la verdadera soberanía energética que estamos buscando”, advirtió.
En la presentación del programa, a la que no asistió el premio Nobel de Química, Mario Molina, aun cuando estaba incluido como orador, Calderón prometió que en esta ciudad, donde se asientan instalaciones de Pemex, se reducirán cuando menos a la mitad las emisiones de dióxido de azufre, una de las principales causas de los elevados índices de contaminación y de las enfermedades respiratorias.
Gobernador retoma consigna
Entusiasmado con el anuncio, el gobernador de Guanajuato, el panista Juan Manuel Oliva, señaló: “Se ve y se siente la mano de usted, señor Presidente”, para mejorar la calidad del aire en la ciudad de Salamanca.
Acompañado por el dirigente del sindicato petrolero, Carlos Romero Deschamps, prometió que la paraestatal además podrá competir con las grandes industrias petroleras mundiales garantizando plena estabilidad laboral, respeto absoluto a los derechos de los trabajadores y con mayores oportunidades de empleo en ese sector.
“Esto no puede seguir así”, señaló en relación con la dependencia que tiene México a causa de la importación de gasolina de India y otras naciones distantes.
La presentación de un programa de calidad del aire en el estado de Guanajuato fue la ocasión para que el michoacano volviera a abogar por la aprobación de su iniciativa energética. En el presidium, además de Romero Deschamps, uno de los principales involucrados en el Pemexgate, se encontraban la secretaria de Energía, Georgina Kessel, y el director de Petróleos Mexicanos, Jesús Reyes Heroles.
Porras de afiliados al STPRM
Luego de recorrer una parte del auditorio, en el que destacaban los gritos de “¡Petroleros, Calderón!”, provenientes del graderío ocupado por cientos de trabajadores de Pemex, el Presidente se quejó de la existencia de recursos limitados para reconfigurar las refinerías.
“Sé que podríamos ir más rápido, amigas y amigos guanajuatenses, si los mexicanos lográramos ponernos de acuerdo y lográramos también ponernos de acuerdo en una reforma que fortalezca a Petróleos Mexicanos y que reúna los puntos de vista diferentes de todas las partes”, afirmó.
En su defensa de la reforma petrolera, dijo que permitirá atender necesidades prioritarias, como la reconfiguración de las refinerías, y elevar con ello su rentabilidad y reducir su impacto ambiental. Señaló que México, por ejemplo, podría dar un “golpe categórico y definitivo a la contaminación” al producir combustible que emita 30 partículas por millón, en vez de las actuales 500 partículas por un millón.
La reforma, argumentó, también busca revertir la dependencia energética que tiene México con el exterior al importar cuatro de cada diez litros de gasolina que se usa en los autos.
Fue cuando señaló que esta situación no puede seguir así. “Si verdaderamente queremos soberanía energética necesitamos cambiar esa realidad, necesitamos dejar de depender del exterior y volver a ser nuevamente autosuficientes en la producción de gasolina y otros petrolíferos. Esa es la verdadera soberanía energética que estamos buscando”, advirtió.
En la presentación del programa, a la que no asistió el premio Nobel de Química, Mario Molina, aun cuando estaba incluido como orador, Calderón prometió que en esta ciudad, donde se asientan instalaciones de Pemex, se reducirán cuando menos a la mitad las emisiones de dióxido de azufre, una de las principales causas de los elevados índices de contaminación y de las enfermedades respiratorias.
Gobernador retoma consigna
Entusiasmado con el anuncio, el gobernador de Guanajuato, el panista Juan Manuel Oliva, señaló: “Se ve y se siente la mano de usted, señor Presidente”, para mejorar la calidad del aire en la ciudad de Salamanca.
Claudia Herrera Beltrán, enviada, La Jornada, 18 de julio.
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