La Habana, 6 de julio. El grupo religioso estadunidense Pastores por la Paz, que hace casi dos décadas realiza una caravana anual con donaciones a Cuba como forma simbólica de rechazar el bloqueo económico de Washington contra la isla, inició el sábado una nueva misión.
La comitiva, encabezada como es habitual por el reverendo Lucius Walker, trajo esta vez cien toneladas en ayuda material como computadoras, equipo médico, material educativo, artístico y deportivo y ocho autobuses.
La caravana religiosa se realiza desde 1992 y suele enfrentarse a episodios de conflicto al cruzar la frontera sur de Estados Unidos, rumbo a México, pues sus acciones son ilegales, según las normas del bloqueo, y no cuentan con los permisos de excepción que otorga el Departamento del Tesoro.
Esta vez el grupo afrontó obstáculos en el control aduanal del puente fronterizo de Pharr, en el estado de Texas, aledaño a la ciudad mexicana de Reynosa, Tamaulipas. Los caravanistas realizaron un plantón, interrumpiendo el tránsito en uno de los carriles de acceso, hasta que fueron autorizados a pasar a territorio mexicano.
La carga se embarcó en Tampico y los integrantes de la columna viajaron por vía aérea a Cuba.
Sólo la formación de la caravana es un permanente alegato contra la política estadunidense, porque la recolección de las donaciones se realiza en 12 ciudades canadienses y 125 de Estados Unidos.
En el grupo viajan activistas estadunidenses, canadienses, europeos y mexicanos.
La comitiva, encabezada como es habitual por el reverendo Lucius Walker, trajo esta vez cien toneladas en ayuda material como computadoras, equipo médico, material educativo, artístico y deportivo y ocho autobuses.
La caravana religiosa se realiza desde 1992 y suele enfrentarse a episodios de conflicto al cruzar la frontera sur de Estados Unidos, rumbo a México, pues sus acciones son ilegales, según las normas del bloqueo, y no cuentan con los permisos de excepción que otorga el Departamento del Tesoro.
Esta vez el grupo afrontó obstáculos en el control aduanal del puente fronterizo de Pharr, en el estado de Texas, aledaño a la ciudad mexicana de Reynosa, Tamaulipas. Los caravanistas realizaron un plantón, interrumpiendo el tránsito en uno de los carriles de acceso, hasta que fueron autorizados a pasar a territorio mexicano.
La carga se embarcó en Tampico y los integrantes de la columna viajaron por vía aérea a Cuba.
Sólo la formación de la caravana es un permanente alegato contra la política estadunidense, porque la recolección de las donaciones se realiza en 12 ciudades canadienses y 125 de Estados Unidos.
En el grupo viajan activistas estadunidenses, canadienses, europeos y mexicanos.
Gerardo Arreola, corresponsal, La Jornada, 7 de julio.
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