Íngrid: hora de cambiar los fusiles por rosas

PARÍS.— A los pies de la torre Eiffel, en la explanada de Trocadero se escuchó ayer un mensaje claro y preciso que salía desde las entrañas de una mujer que estuvo secuestrada en la densa selva colombiana durante casi siete años.

“Terminó ya el tiempo de derramar sangre, no más secuestros”, gritó Íngrid Betancourt frente a 8 mil personas presentes antes de iniciar el concierto que movilizó a decenas de artistas en favor de la liberación de los rehenes aún en manos de las FARC en Colombia.

Betancourt le rogó y exigió al jefe de la guerrilla colombiana: “Vea a esta Colombia, vea la mano tendida del presidente (Álvaro) Uribe. Entienda que ya no es hora de derramar más sangre. Ha llegado el momento de abandonar los fusiles y reemplazarlos por rosas”.

En la manifestación de blanco, organizada el mismo día que el de la celebración de independencia de Colombia, la ex rehén francesa-colombiana mencionó que en este 20 de julio el grito de independencia sería también el grito por la libertad.

Al iniciar el evento, Íngrid estuvo acompañada por el alcalde de París, Bernard Delanoe, quien sobre su traje blanco tenía una bandera de Colombia. A solo 18 días de su liberación, Betancourt convocó y obtuvo respuesta no sólo de centenas de colombianos que viven en Francia, sino de la población francesa, los mismos que durante más de seis años se manifestaron por las calles de París exigiendo la libertad de Íngrid.


Adriana Valais, El Universal, 21 de julio.

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