Narran penurias de su cautiverio

La comida consistía en arroz y frijoles. La cama era el suelo en sus improvisadas tiendas de campaña. Se bañaban en ríos, y cuando no estaban encadenados a árboles desde el cuello, se veían obligados a caminar largo tiempo en busca de nuevos escondites. Los rehenes de las FARC liberados el miércoles dijeron que su existencia había empeorado en meses recientes, a medida que las tropas gubernamentales se acercaban y los suministros en la selva se hacían más escasos.

“Desde hace un año los víveres llegan de manera muy difícil, hay muy escasa variación en la comida, cero frutas, cero verduras”, dijo Ingrid Betancourt, que pasó seis años en cautiverio. En sus primeras horas de libertad, los rehenes ofrecieron detalles sobre las penurias de su vida en cautiverio.

Los ex rehenes se levantaban a las 5:30 de la mañana, dijo el jueves el cabo del ejército William Pérez, uno de ellos. A las seis les daban como desayuno un panecillo de maíz, y luego pasaban a hacer una hora de ejercicios físicos.

Después escuchaban la radio y esperaban un almuerzo “de arroz, pasta y lenteja. Ese era el menú... quizá por ahí 15 veces al año un poco de carne, o vegetales”, dijo. “Pero, ¿fruta, qué fruta? Eso no se da por allá (en la selva) y lo que hacíamos era coger frutos silvestres, que ni sé cómo se llaman”, aseguró. Los rehenes normalmente pasaban el día oyendo la radio y conversando, hasta que se acostaban cerca de las seis de la tarde, relató el cabo primero. La ropa, especialmente la interior, era escasa, dijo Betancourt. Los rehenes mencionaron a menudo la crueldad de sus captores, pero ofrecieron pocos detalles. “No es el tratamiento que uno le da a un ser viviente, para no decir a un ser humano”, dijo Betancourt a la televisora France 2. “Yo no hubiera dado ese tratamiento a un animal, quizás ni siquiera a una planta. Era simplemente crueldad arbitraria”.

Opiniones
“Estoy orgulloso de nuestra relación con Colombia y estoy orgulloso de mi amigo, el presidente Uribe. Y aprecio su valor y su fuerte liderazgo en las exitosas operaciones que diseñaron”, afirmó ayer el presidente de EU, George W.Bush.

Los tres estadunidenses rescatados de las FARC están “fuertes” mental y psicológicamente, dijeron ayer los médicos militares que los atienden ya en su país. “Estoy feliz de reportar que están todos en una condición física muy buena, muy fuertes”, dijo el coronel Jackie Hayes.

Los medios de prensa colombianos propusieron ayer una marcha contra el secuestro el próximo 20 de julio, día de la Independencia de Colombia. La iniciativa fue acogida por varias organizaciones no gubernamentales (ONG), que pidieron a las personas salir a las calles con pañuelos blancos y camisas del mismo color.

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, manifestó ayer que anhela que la liberación de Ingrid Betancourt sea el inicio de un proceso de paz en Colombia. Correa reiteró el pedido de su gobierno de exigir a esas fuerzas armadas rebeldes la liberación inmediata y sin condiciones de todos los rehenes.

El conflicto colombiano “no termina aquí”, con la liberación de Ingrid Betancourt y otros 14 rehenes, advirtió ayer, en Montevideo, el argentino Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz 1980. “No es sólo Ingrid Betancourt. Quisiéramos que esta América se una, pero esta América está explotando”, agregó, y recordó que “en el caso de Colombia es una guerra interna que lleva cerca de 50 años”.
AP en Bogotá, Milenio, 4 de julio.

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