La primera fase de la consulta nacional sobre la reforma energética no alcanzó las expectativas de sus organizadores, quienes esperaban por los menos un millón 300 mil votos en el DF.
A lo largo del día las casillas recibieron escasa afluencia. Por la noche, Manuel Camacho Solís, coordinador nacional de la consulta, culpó al gobierno federal y al PAN de haber inhibido la participación ciudadana.
“Si hubiéramos tenido más recursos y si el PAN y el gobierno federal no hubieran utilizado los medios para desacreditar la consulta, la votación se hubiera duplicado”, dijo.
Insistió que tuvieron pocos recursos económicos y escaso acceso a la televisión para contrarrestar la campaña oficial. “Si no tienes acceso a la televisión y ahí te están diciendo todo el tiempo que va a ser una consulta sesgada, partidista, sucia, pues mucha gente se inhibe, sobre todo si es un partido político el que la estaba llevando, entonces mucha gente que pensaba ir a votar, no lo hará”.
En los estados donde también se realizó la consulta también se notó baja participación. En Lázaro Cárdenas, Michoacán, donde se esperaba recibir 20 mil votos, el dirigente local, Belisario Domínguez, calificó la consulta como “un fracaso”.
En zonas donde el PRD no gobierna, como San Luis Potosí, sólo la capital del estado tuvo participación.
En el bastión perredista, el DF, el músculo del partido apenas se notó. Al transcurrir las horas el sol azteca tuvo que recurrir a diversas estrategias: ingresar a plazas comerciales, regalar playeras y hasta la “invitación” de un párroco a votar. “Todo se vale”, dijo Mario Delgado, secretario de Finanzas del Distrito Federal, al comentar el sermón.
En Iztapalapa, donde se esperaban 200 mil sufragios, la afluencia en las mesas receptoras de opinión fue apenas de entre 10% y 15%.
La votación fue desigual, de acuerdo con Silvia Oliva, coordinadora de la Consulta Ciudadana por los diputados federales perredistas. “Hasta las 17:15 horas, había casillas con un rango de entre 80 y 100 boletas en las urnas, mientras en otras se contabilizan entre 200 y 300”, explicó.
En la Cuauhtémoc, en el Zócalo, la ex delegada y ahora funcionaria de la Secretaría de Educación del DF, Virginia Jaramillo, reunió a un numeroso grupo de personas, desde menores de edad hasta adultos mayores, quienes repartieron volantes, playeras y gorras alusivos a la consulta.
En la Benito Juárez, locatarios señalaron que desde hace dos semanas recibieron despensas a cambio de votar ayer.
En Coyoacán, los brigadistas tuvieron que ingresar a plazas comerciales para invitar a los paseantes para que emitieran su opinión.
Aunque se denunció el acarreo de adultos mayores en el distrito 20 Iztapalapa no se apreció a grupos de comerciantes, taxistas o beneficiarios de programas sociales.
Se cae el optimismo
Al emitir su voto al mediodía, Marcelo Ebrard, jefe de Gobierno del DF, aseguró estar “muy optimista” porque en el ejercicio habría una participación “importante de la ciudadanía”. El funcionario no hizo más declaraciones durante el día.
En el mismo sentido, el secretario de Gobierno, José Ángel Ávila, dijo que se esperaba una alta participación en el ejercicio. Por la mañana anunció que se había instalado 92% de las casillas —5 mil 600— por lo que confiaban en una votación copiosa. (Con informacvión de corresponsales).
A lo largo del día las casillas recibieron escasa afluencia. Por la noche, Manuel Camacho Solís, coordinador nacional de la consulta, culpó al gobierno federal y al PAN de haber inhibido la participación ciudadana.
“Si hubiéramos tenido más recursos y si el PAN y el gobierno federal no hubieran utilizado los medios para desacreditar la consulta, la votación se hubiera duplicado”, dijo.
Insistió que tuvieron pocos recursos económicos y escaso acceso a la televisión para contrarrestar la campaña oficial. “Si no tienes acceso a la televisión y ahí te están diciendo todo el tiempo que va a ser una consulta sesgada, partidista, sucia, pues mucha gente se inhibe, sobre todo si es un partido político el que la estaba llevando, entonces mucha gente que pensaba ir a votar, no lo hará”.
En los estados donde también se realizó la consulta también se notó baja participación. En Lázaro Cárdenas, Michoacán, donde se esperaba recibir 20 mil votos, el dirigente local, Belisario Domínguez, calificó la consulta como “un fracaso”.
En zonas donde el PRD no gobierna, como San Luis Potosí, sólo la capital del estado tuvo participación.
En el bastión perredista, el DF, el músculo del partido apenas se notó. Al transcurrir las horas el sol azteca tuvo que recurrir a diversas estrategias: ingresar a plazas comerciales, regalar playeras y hasta la “invitación” de un párroco a votar. “Todo se vale”, dijo Mario Delgado, secretario de Finanzas del Distrito Federal, al comentar el sermón.
En Iztapalapa, donde se esperaban 200 mil sufragios, la afluencia en las mesas receptoras de opinión fue apenas de entre 10% y 15%.
La votación fue desigual, de acuerdo con Silvia Oliva, coordinadora de la Consulta Ciudadana por los diputados federales perredistas. “Hasta las 17:15 horas, había casillas con un rango de entre 80 y 100 boletas en las urnas, mientras en otras se contabilizan entre 200 y 300”, explicó.
En la Cuauhtémoc, en el Zócalo, la ex delegada y ahora funcionaria de la Secretaría de Educación del DF, Virginia Jaramillo, reunió a un numeroso grupo de personas, desde menores de edad hasta adultos mayores, quienes repartieron volantes, playeras y gorras alusivos a la consulta.
En la Benito Juárez, locatarios señalaron que desde hace dos semanas recibieron despensas a cambio de votar ayer.
En Coyoacán, los brigadistas tuvieron que ingresar a plazas comerciales para invitar a los paseantes para que emitieran su opinión.
Aunque se denunció el acarreo de adultos mayores en el distrito 20 Iztapalapa no se apreció a grupos de comerciantes, taxistas o beneficiarios de programas sociales.
Se cae el optimismo
Al emitir su voto al mediodía, Marcelo Ebrard, jefe de Gobierno del DF, aseguró estar “muy optimista” porque en el ejercicio habría una participación “importante de la ciudadanía”. El funcionario no hizo más declaraciones durante el día.
En el mismo sentido, el secretario de Gobierno, José Ángel Ávila, dijo que se esperaba una alta participación en el ejercicio. Por la mañana anunció que se había instalado 92% de las casillas —5 mil 600— por lo que confiaban en una votación copiosa. (Con informacvión de corresponsales).
Jorge Octavio Ochoa, El Universal, 28 de julio.
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