A las preguntas de la consulta popular sobre la reforma energética, que se llevará a cabo el 27 de julio, les falta claridad y precisión, consideró el sociólogo Raúl Rojas Soriano.
En una carta dirigida a MILENIO, el profesor de la UNAM advirtió que los problemas de claridad y precisión en la redacción de las preguntas “afectará seriamente la confiabilidad de los resultados”.
Sobre la primera pregunta: “Actualmente la explotación, transporte, distribución, almacenamiento y refinamiento de los hidrocarburos (petróleo y gas) son actividades exclusivas del gobierno. ¿Está usted de acuerdo o no está de acuerdo que en esas actividades puedan ahora participar empresas privadas?”, el profesor destacó que se hace referencia al vocablo gobierno, cuando debería aclararse que es el gobierno federal, pues en la Ciudad de México y los estados de la República hay también un gobierno.
Esta confusión, añadió, será más notable cuando dichas preguntas se apliquen en las entidades federativas, pues las preguntas serán las mismas para todo el país.
“Así, en un estado gobernado, por ejemplo, por el PRI, los simpatizantes o militantes de otros partidos pensarán que será dicho partido el que tiene la facultad para la explotación y transporte de los hidrocarburos. Ello originará, sin duda, confusión e inducirá la respuesta en uno u otro sentidos, según la tendencia partidista de los ciudadanos”, señaló.
Mientras que en la segunda parte de la pregunta, Rojas, dijo que la palabra “ahora” debe suprimirse, pues la gente podría entender que si ahora no “pueden participar empresas privadas”, mañana (dentro de uno, dos o tres años) sí podrían.
“También recomiendo cambiar el vocablo puedan por deban, ya que este último remite al espíritu del mandato constitucional respecto al asunto de los energéticos. Asimismo, recomiendo poner énfasis en la palabra participar, ya que la pregunta es relativamente grande, y la gente podría perderse en la lectura”, detalló.
En una carta dirigida a MILENIO, el profesor de la UNAM advirtió que los problemas de claridad y precisión en la redacción de las preguntas “afectará seriamente la confiabilidad de los resultados”.
Sobre la primera pregunta: “Actualmente la explotación, transporte, distribución, almacenamiento y refinamiento de los hidrocarburos (petróleo y gas) son actividades exclusivas del gobierno. ¿Está usted de acuerdo o no está de acuerdo que en esas actividades puedan ahora participar empresas privadas?”, el profesor destacó que se hace referencia al vocablo gobierno, cuando debería aclararse que es el gobierno federal, pues en la Ciudad de México y los estados de la República hay también un gobierno.
Esta confusión, añadió, será más notable cuando dichas preguntas se apliquen en las entidades federativas, pues las preguntas serán las mismas para todo el país.
“Así, en un estado gobernado, por ejemplo, por el PRI, los simpatizantes o militantes de otros partidos pensarán que será dicho partido el que tiene la facultad para la explotación y transporte de los hidrocarburos. Ello originará, sin duda, confusión e inducirá la respuesta en uno u otro sentidos, según la tendencia partidista de los ciudadanos”, señaló.
Mientras que en la segunda parte de la pregunta, Rojas, dijo que la palabra “ahora” debe suprimirse, pues la gente podría entender que si ahora no “pueden participar empresas privadas”, mañana (dentro de uno, dos o tres años) sí podrían.
“También recomiendo cambiar el vocablo puedan por deban, ya que este último remite al espíritu del mandato constitucional respecto al asunto de los energéticos. Asimismo, recomiendo poner énfasis en la palabra participar, ya que la pregunta es relativamente grande, y la gente podría perderse en la lectura”, detalló.
Vicente Hernández Elías, Milenio, 18 de julio.
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