Enfrenta Uribe reto económico

BOGOTÁ.- En medio de los elevados índices de popularidad que arropan al Presidente de Colombia, Álvaro Uribe, disparados tras los duros golpes asestados a la guerrilla -incluido el exitoso rescate de Ingrid Betancourt-, los colombianos no ocultan su preocupación por el manejo de la economía.

Aunque los altos precios mundiales del petróleo y de los alimentos se han traducido, también en Colombia, en una inflación galopante que las autoridades monetarias no han podido frenar con altas tasas de interés, expertos y líderes gremiales reconocen que la economía doméstica adolece aún de fallas estructurales que vuelven más doloroso el zarpazo al bolsillo de los colombianos.

Según una encuesta reciente de Invamer-Gallup, pese a la popularidad de 85 por ciento que alcanzó Uribe tras el rescate de Betancourt, 44 por ciento de los colombianos considera que la economía es el principal problema del país, por encima de la seguridad, con 31.5 por ciento.

En 2002, Uribe llegó al poder con un discurso de mano dura contra las guerrillas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), y los paramilitares que las combatían, estos últimos ya desmantelados.

Con una férrea política de seguridad y una amplia ofensiva militar, Uribe ha logrado abatir flagelos como el secuestro, homicidios y atentados, logros que explicarían por qué los colombianos ahora se preocupan más por la economía.

Según el sondeo, 56 por ciento aprueba el manejo de la economía por parte del Gobierno, en contraste con 69 por ciento de marzo.

"Un porcentaje alto de hogares colombianos siente su economía desmejorando en los últimos seis meses", amplió para REFORMA el director de Invamer-Gallup, Jorge Londoño.

"En diciembre, 49 por ciento de los hogares sentía que su economía mejoraba, hoy, es el 34 por ciento; 21 por ciento de los hogares veía su economía empeorando, hoy es el 35 por ciento", refirió.

La percepción negativa de la economía obedece, sobre todo, a la inflación y el desempleo. El 73 por ciento considera que el costo de vida empeora y 51 por ciento opina lo mismo para el desempleo.

Disparada por los altos precios del petróleo y los alimentos, hasta junio, la inflación anual en Colombia fue de 7.18 por ciento, muy por arriba de la meta del banco central, pese a las altas tasas de interés, fijadas en 10 por ciento, que en conjunto han encarecido el costo de vida.

Las cifras oficiales muestran, además, una desaceleración del consumo en el primer semestre del año y la acentuada revaluación del peso colombiano frente al dólar tiene en vilo a los exportadores, incluidos cafeteros, floricultores y bananeros.


Mejora continua se revierte


Académicos y líderes gremiales reconocen que desde el arribo de Uribe al poder, la situación económica en general ha mejorado, con índices de pobreza y desempleo a la baja.

"En 2002, el desempleo era de 19 por ciento y hoy es cercano al 9 por ciento. Hace seis años 18 por ciento de los hogares veía su economía mejorando y en diciembre era 49 por ciento", refirió Londoño.

Pero en este primer semestre la tendencia empezó a revertirse.

"Es la primera vez en los seis años del Gobierno de Uribe que la curva de la economía es descendente; indudablemente es un campanazo de alerta", advirtió.

A la encuesta de Gallup se sumó otra que mostró un desplome de 30 a 10 puntos en la confianza del consumidor.

Para Londoño, la merma económica no se ha traducido en una pérdida de popularidad para Uribe por la "espectacularidad" de los golpes a la guerrilla.

"La gente todavía no alcanza a pasarle factura por el menor desempeño económico", acotó.

Pero reconoció, al igual que otros especialistas, que, más allá de los ciclos naturales de la economía, la inflación y las altas tasas de interés, hay fallas estructurales que impiden que los beneficios lleguen a los bolsillos de más colombianos.


Fallas estructurales


Un rezago en la infraestructura de transporte, una reducida base tributaria, baja productividad del campo, un mercado laboral poco flexible y tramitología dispendiosa son fallas estructurales de la economía colombiana que coinciden en señalar analistas y líderes gremiales.

"La infraestructura de transporte es un desastre. Las carreteras primarias son deficientes e insuficientes", advirtió Rafael Mejía, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia.

"Los puertos del Pacífico y el Atlántico están mal, los aeropuertos son un desastre, el ferrocarril se dejó acabar y la navegabilidad en los ríos no existe", abundó.

"En infraestructura no hemos avanzado a la velocidad necesaria. Tenemos un rezago de 25 años que resta competitividad a las empresas", secundó el presidente de la Asociación Nacional de Industriales (Andi), Luis Carlos Villegas.

Colombia sigue siendo uno de los países de América Latina con peor distribución de la riqueza, el ingreso y la tierra.

En materia laboral, los elevados aportes parafiscales (adicionales al salario) que debe pagar un empleador encarecen la mano de obra e inhiben la creación de empleo formal, advierten.

"Hay que mostrar al Gobierno que la estructura formal resulta muy costosa para el empresario y habría que pensar en una modificación de esa estructura parafiscal", planteó Javier Díaz, presidente del gremio exportador.

"Los temas parafiscales y de seguridad social perturban mucho los resultados del (informe) 'Doing Business'. Ahí tiene que hacerse un gran esfuerzo, es un lunar que afecta la competitividad. Con el recurso humano habrá que ser flexibles, pero sin perturbar la dignidad ni la condición del trabajador", aseguró Eugenio Marulanda, presidente de la Confederación de Cámaras de Comercio.

En los últimos años, el Gobierno ha seguido una agresiva estrategia de negociar tratados de libre comercio con varios países y alentado a los empresarios a buscar mercados en el exterior que les permitan generar empleos formales y de calidad.

En cuanto al campo, para elevar su productividad sin una reforma agraria redistributiva de por medio, el economista Juan Carlos Echeverri sugiere alianzas entre quienes trabajen la tierra y quienes dispongan del capital y la tecnología para hacerlo, con acceso a mercados.

"Muchas de las mejores tierras tienen un carácter especulativo, no las ponen a producir", advirtió.

Mejía sugiere eficientar la asistencia técnica y capacitación a agricultores y ganaderos, así como mejorarles el precio que reciben por sus productos, mientras que Villegas propone impulsar la producción de cultivos como maíz, soya, arroz, incluso con el uso de semillas transgénicas.

"Colombia es un país que puede producir mucho en materia agrícola. Es el momento de dar un gran salto", dijo Villegas.

En respuesta a la desaceleración, Uribe anunció un recorte sustancial del gasto público.

"El Gobierno prefiere recortes en el gasto, que producen sacrificios a corto plazo, que bandazos tributarios que afectan la inversión y derivan en sacrificios a mediano y largo plazo", explicó.
Octavio Pineda, corresponsal, Reforma, 27 de julio.


0 Responses to "Enfrenta Uribe reto económico"