Sapporo, Japón, 9 de julio. El Fondo Verde impulsado por el presidente Felipe Calderón no prosperó en la declaración final de la cumbre del Grupo de los Ocho (G-8), aunque el mandatario presentó como un paso en esa dirección la creación por parte del Banco Mundial de un fondo para el cambio climático, con un monto inicial de 6 mil millones de dólares.
Como coordinador de los trabajos del G-5 (México, China, India, Sudáfrica y Brasil), Calderón también se congratuló de que el G-8 decidió dedicarle más tiempo a los países en vías de desarrollo en la próxima cumbre que se celebrará en Italia.
El presidente del consejo de ministros de Italia, Silvio Berlusconi, anunció que en 2009 sostendrán con los países en desarrollo una sesión “completa desde la mañana hasta la tarde” y no de dos horas, como ocurría antes, con lo que habrá una “verdadera cumbre del Grupo de los 13”, explicó Calderón.
Concluida la reunión del G-8 (Japón, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Rusia, Gran Bretaña y Estados Unidos), hizo un balance ante la prensa mexicana sin que se programaran preguntas. Allí consideró exitosa la presencia y la participación de México en este debate, ya que consolidó su liderazgo en la organización y seguimiento del G-5 y ante las potencias económicas.
En el apartado sobre medio ambiente y cambio climático, los jefes de Estado y de gobierno del G-5 sólo dan la bienvenida al establecimiento del Fondo para el Cambio Climático de Banco Mundial.
Calderón explicó que en el almuerzo con el G-8 su planteamiento fue comentado y bien recibido por todos los países, y se congratuló del anuncio hecho por el presidente del BM, Robert Zoellick, sobre la creación de fondos de inversión para el clima (FIC), con recursos de Japón, Estados Unidos y Gran Bretaña.
De hecho, desde el primero de julio el directorio ejecutivo de este organismo financiero internacional aprobó la creación del FIC, que consiste en dos fondos, uno de tecnología limpia y otro estratégico sobre clima, que servirán para dar financiamiento provisorio y a escala, con el objetivo de colaborar con los países en desarrollo en los esfuerzos por mitigar los incrementos de emisiones de gases de efecto invernadero y adaptarse al cambio climático.
El Presidente mexicano consideró que el fondo es “muy parecido” a su propuesta y es una buena noticia para México, porque “si bien es cierto que aún no constituye un fondo de participación obligatoria, sí constituye un fondo económico, un instrumento financiero para poder pagar, para poder financiar, valga la redundancia, las acciones contra el cambio climático”.
A diferencia del FIC, el Fondo Verde impulsado por Calderón se integra con aportaciones obligatorias de los países y con una inversión inicial al menos de mil millones de dólares.
En el almuerzo con los líderes de las potencias mundiales y a propósito del encarecimiento de alimentos y energéticos, Calderón señaló que a nombre del G-5 urgió a Estados Unidos a corregir sus políticas públicas que impulsan el uso del maíz para la producción de etanol y otros biocombustibles, porque pueden provocar una competencia entre la producción del grano destinada a la alimentación y a la producción de etanol.
Además urgió a cerrar el factor especulativo que ha provocado esta crisis y pidió que las instituciones internacionales como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, no sólo realicen un diagnóstico del problema que establezcan propuestas y estrategias correctivas.
Sugirió la creación de un programa internacional para que se hagan transferencias directas a la población en pobreza extrema en distintos países y con ello se pueda compensar la pérdida del poder adquisitivo.
A decir de Calderón, estas peticiones merecieron comentarios positivos del G-8, quienes “simplemente” asumieron el compromiso de poner mayor atención en esta preocupación el cual se vería reflejado en el comunicado final de la reunión.
Como coordinador de los trabajos del G-5 (México, China, India, Sudáfrica y Brasil), Calderón también se congratuló de que el G-8 decidió dedicarle más tiempo a los países en vías de desarrollo en la próxima cumbre que se celebrará en Italia.
El presidente del consejo de ministros de Italia, Silvio Berlusconi, anunció que en 2009 sostendrán con los países en desarrollo una sesión “completa desde la mañana hasta la tarde” y no de dos horas, como ocurría antes, con lo que habrá una “verdadera cumbre del Grupo de los 13”, explicó Calderón.
Concluida la reunión del G-8 (Japón, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Rusia, Gran Bretaña y Estados Unidos), hizo un balance ante la prensa mexicana sin que se programaran preguntas. Allí consideró exitosa la presencia y la participación de México en este debate, ya que consolidó su liderazgo en la organización y seguimiento del G-5 y ante las potencias económicas.
En el apartado sobre medio ambiente y cambio climático, los jefes de Estado y de gobierno del G-5 sólo dan la bienvenida al establecimiento del Fondo para el Cambio Climático de Banco Mundial.
Calderón explicó que en el almuerzo con el G-8 su planteamiento fue comentado y bien recibido por todos los países, y se congratuló del anuncio hecho por el presidente del BM, Robert Zoellick, sobre la creación de fondos de inversión para el clima (FIC), con recursos de Japón, Estados Unidos y Gran Bretaña.
De hecho, desde el primero de julio el directorio ejecutivo de este organismo financiero internacional aprobó la creación del FIC, que consiste en dos fondos, uno de tecnología limpia y otro estratégico sobre clima, que servirán para dar financiamiento provisorio y a escala, con el objetivo de colaborar con los países en desarrollo en los esfuerzos por mitigar los incrementos de emisiones de gases de efecto invernadero y adaptarse al cambio climático.
El Presidente mexicano consideró que el fondo es “muy parecido” a su propuesta y es una buena noticia para México, porque “si bien es cierto que aún no constituye un fondo de participación obligatoria, sí constituye un fondo económico, un instrumento financiero para poder pagar, para poder financiar, valga la redundancia, las acciones contra el cambio climático”.
A diferencia del FIC, el Fondo Verde impulsado por Calderón se integra con aportaciones obligatorias de los países y con una inversión inicial al menos de mil millones de dólares.
En el almuerzo con los líderes de las potencias mundiales y a propósito del encarecimiento de alimentos y energéticos, Calderón señaló que a nombre del G-5 urgió a Estados Unidos a corregir sus políticas públicas que impulsan el uso del maíz para la producción de etanol y otros biocombustibles, porque pueden provocar una competencia entre la producción del grano destinada a la alimentación y a la producción de etanol.
Además urgió a cerrar el factor especulativo que ha provocado esta crisis y pidió que las instituciones internacionales como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, no sólo realicen un diagnóstico del problema que establezcan propuestas y estrategias correctivas.
Sugirió la creación de un programa internacional para que se hagan transferencias directas a la población en pobreza extrema en distintos países y con ello se pueda compensar la pérdida del poder adquisitivo.
A decir de Calderón, estas peticiones merecieron comentarios positivos del G-8, quienes “simplemente” asumieron el compromiso de poner mayor atención en esta preocupación el cual se vería reflejado en el comunicado final de la reunión.
Claudia Herrera Beltrán, La Jornada, 10 de julio.
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