Aunque se dijeron dispuestos a analizarla, diputados federales del PRD –principalmente del ala dura y afines a Andrés Manuel López Obrador–descalificaron la propuesta priista de reforma energética y dudaron que el PRI y el PAN cumplan su palabra de no dar albazo legislativo para aprobar el dictamen correspondiente.
Empero, a su presidente nacional partidista, Guadalupe Acosta Naranjo, lo dejaron sin herramientas para construir un acuerdo conjunto con sus contrapartes Beatriz Paredes Rangel y Germán Martínez Cázares, porque decidieron posponer, para mediados del mes entrante, la presentación de la propuesta perredista de reforma energética.
No obstante, reiteraron que emprenderán “acciones de resistencia civil pacífica” y todas las que consideren adecuadas y pertinentes –como la toma de tribunas del Congreso de la Unión– para boicotear el debate ante cualquier intento privatizador y en caso de que el PAN y el PRI no tomen en cuenta las propuestas del PRD en materia energética.
Pero en este rubro contradijeron a sus 60 compañeros de bancada de Nueva Izquierda e informaron que la iniciativa perredista de reforma energética no será presentada el miércoles próximo, sino hasta mediados de agosto, por falta de tiempo y de consensos entre las diversas corrientes de la bancada en la Cámara de Diputados.
En conferencia de prensa, seis diputados federales de diferentes tribus del PRD, entre ellos David Mendoza Arellano, miembro de Nueva Izquierda, contradijeron precisamente la postura asumida ayer por sus compañeros de bancada de esta corriente, que respaldó la reunión de su dirigente nacional, Guadalupe Acosta Naranjo, y se dijeron dispuestos a construir una propuesta de reforma energética con el PRI y el PAN.
En la conferencia, ofrecida en el Palacio Legislativo de San Lázaro, los diputados Juan Guerra Ochoa, Ramón Pacheco Llanes, José Antonio Almazán, David Mendoza Arellano, Alejandro Sánchez Camacho y Aleida Alavez Ruiz entraron en contradicciones e incluso dejaron al presidente nacional interino del PRD, Guadalupe Acosta Naranjo, sin herramientas para discutir una propuesta conjunta de reforma energética con sus contrapartes del PAN y del PRI.
Juan Guerra Ochoa dijo que no presentarán formalmente la propuesta ante la Comisión Permanente del Congreso de la Unión. En paralelo, Mendoza Arellano contradijo a sus compañeros de Nueva Izquierda y refirió que no se hará ningún planteamiento hasta que todas las corrientes conozcan la propuesta y haya consenso en el interior de la fracción.
Incluso, por separado el coordinador de la bancada perredista en la Cámara baja, Javier González Garza, expuso que no hay fecha para presentar la propuesta, pero no descartó una serie de acciones en el seno de la Cámara de Diputados para evitar un albazo de priistas y panistas, porque el Partido de la Revolución Democrática “está en alerta roja y amarilla ante cualquier madruguete del PRI y PAN”, dijo.
En este escenario de contradicciones, mientras por un lado expresaron su confianza en que se respete el acuerdo de los líderes nacionales del PAN, PRI y PRD para que la reforma energética no sea aprobada sin consensos, Antonio Almazán acusó que la propuesta presentada por el PRI en materia energética “enmascara el proceso de privatización“, porque es similar a la iniciativa de reforma del Ejecutivo. “Estas iniciativas de (Manlio Fabio) Beltrones, dícese del PRI, no son más que la misma gata, pero revolcada”.
Empero, a su presidente nacional partidista, Guadalupe Acosta Naranjo, lo dejaron sin herramientas para construir un acuerdo conjunto con sus contrapartes Beatriz Paredes Rangel y Germán Martínez Cázares, porque decidieron posponer, para mediados del mes entrante, la presentación de la propuesta perredista de reforma energética.
No obstante, reiteraron que emprenderán “acciones de resistencia civil pacífica” y todas las que consideren adecuadas y pertinentes –como la toma de tribunas del Congreso de la Unión– para boicotear el debate ante cualquier intento privatizador y en caso de que el PAN y el PRI no tomen en cuenta las propuestas del PRD en materia energética.
Pero en este rubro contradijeron a sus 60 compañeros de bancada de Nueva Izquierda e informaron que la iniciativa perredista de reforma energética no será presentada el miércoles próximo, sino hasta mediados de agosto, por falta de tiempo y de consensos entre las diversas corrientes de la bancada en la Cámara de Diputados.
En conferencia de prensa, seis diputados federales de diferentes tribus del PRD, entre ellos David Mendoza Arellano, miembro de Nueva Izquierda, contradijeron precisamente la postura asumida ayer por sus compañeros de bancada de esta corriente, que respaldó la reunión de su dirigente nacional, Guadalupe Acosta Naranjo, y se dijeron dispuestos a construir una propuesta de reforma energética con el PRI y el PAN.
En la conferencia, ofrecida en el Palacio Legislativo de San Lázaro, los diputados Juan Guerra Ochoa, Ramón Pacheco Llanes, José Antonio Almazán, David Mendoza Arellano, Alejandro Sánchez Camacho y Aleida Alavez Ruiz entraron en contradicciones e incluso dejaron al presidente nacional interino del PRD, Guadalupe Acosta Naranjo, sin herramientas para discutir una propuesta conjunta de reforma energética con sus contrapartes del PAN y del PRI.
Juan Guerra Ochoa dijo que no presentarán formalmente la propuesta ante la Comisión Permanente del Congreso de la Unión. En paralelo, Mendoza Arellano contradijo a sus compañeros de Nueva Izquierda y refirió que no se hará ningún planteamiento hasta que todas las corrientes conozcan la propuesta y haya consenso en el interior de la fracción.
Incluso, por separado el coordinador de la bancada perredista en la Cámara baja, Javier González Garza, expuso que no hay fecha para presentar la propuesta, pero no descartó una serie de acciones en el seno de la Cámara de Diputados para evitar un albazo de priistas y panistas, porque el Partido de la Revolución Democrática “está en alerta roja y amarilla ante cualquier madruguete del PRI y PAN”, dijo.
En este escenario de contradicciones, mientras por un lado expresaron su confianza en que se respete el acuerdo de los líderes nacionales del PAN, PRI y PRD para que la reforma energética no sea aprobada sin consensos, Antonio Almazán acusó que la propuesta presentada por el PRI en materia energética “enmascara el proceso de privatización“, porque es similar a la iniciativa de reforma del Ejecutivo. “Estas iniciativas de (Manlio Fabio) Beltrones, dícese del PRI, no son más que la misma gata, pero revolcada”.
Moisés Sánchez Limón, Crónica, 26 de julio.
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